Se siente hace poco la verdad, España se consagró campeón con aquel gol agónico de Andrés Iniesta. La imagen viene rápido a la cabeza de cualquier amante del fútbol que pudo ver el partido. Y aunque pienso que es cristalino el recuerdo de todo lo de ese equipo en el Mundial 2010, la verdad es que la memoria me engaña.

Lo cierto es que pasaron ya poco menos de ocho años de aquel gran equipo. Una selección española que con Luis Aragonés había conquistado la Eurocopa dos años antes y que se había alejado un poco del sobrenombre por el que era famoso el equipo de la «Furia”. Aragonés se bajó del equipo y el mando pasó a un entrenador muy respetado en su país: Vicente del Bosque. Este, aunque no salió de la mejor manera del Real Madrid varios años antes, seguía siendo considerado un gran DT y un gran gestor de grupo.

Del Bosque, el cerebro de España.

Del Bosque ayudaría a España a ahora sí, abandonar la «Furia» y llegar al Tiki Taka (que quizás no sea el término correcto pero es el que más se le conoce al fútbol que practicaron los españoles). Además de todo y pesar de ser recordado como un gran equipo, España no fue un equipo especialmente goleador, ni pasó por la fase de grupos con facilidad. De hecho iniciaron con una derrota ante Suiza que condicionaba mucho al equipo, en el último partido de la fase de grupos vencieron a Chile con gran dificultad y una gran actuación de (san) Iker Casillas.

A pesar de compararse mucho este equipo español con el Barcelona que por aquel entonces entrenaba Pep Guardiola, estos equipos no jugaban exactamente de la misma manera. Los catalanes por ese entonces jugaban con su clásico 4-3-3 con Busquets como eje de contención de equipo. En el equipo español se paraba más con una figura de 4-4-2 donde cohabitaban en la contención del equipo el propio Busquets con Xabi Alonso, a ellos se les unían los también integrantes del Barca Xavi e Iniesta, aunque este a veces partía un poco de la banda para armar un 4-3-3 a ratos.

Busquets, Fábregas y Alonso, talento español.

Los partidos de aquel Mundial transcurrían y España seguía pasando rondas, nunca con muchos goles, todos 1-0. Dándose el “lujo” de eliminar a Alemania con una cabezazo desde el centro del área, el juego aéreo era probablemente el apartado en el que el equipo alemán era mucho más fuerte que el español, en lo colectivo probablemente nadie en ese torneo estuvo a su nivel. La anécdota dice que Charles Puyol le dijo a Xavi, su compañero de equipo, que le pusiera el balón en el punto de penal. De lo cual Xavi no estaba seguro, viendo a quien se enfrentaban. Puyol entonces fue definitivo: “O me la pones al punto de penal o no subo más”. Ahí la puso Xavi y ahí anotó Puyol, puro corazón.

España llegaba a esa final a enfrentarse a una selección holandesa que no era tanto como la Naranja Mecánica. Es más fácil comparar al equipo español con aquel famoso equipo de Johan Cruyff y de igual manera es más fácil comparar al equipo holandés con aquella famosa Furia Roja.

Aquella final tuvo lo que tuvo todo el torneo para España, gran juego de equipo, poco gol, grandes paradas de Iker (se recuerda en especial un uno contra uno que tuvo ante Arjen Robben, probablemente la “atajada” del partido) y al final, ya en tiempos extra, un gol del que nadie se esperaba. Holanda jugaba con uno menos desde el minuto 109 (fue expulsado John Heitinga), es en el momento donde las piernas no responden igual, y aparecería Iniesta, un hombre que estuvo a nada de perderse el Mundial, que venía de pasar un año terrible desde lo deportivo hasta lo personal, con lesiones y hasta “amagos” de depresión. Un jugador querido por todos, el goleador menos esperado, en el minuto 116 marcaría un gol que será recordado por siempre y para siempre en tierras españolas, quizás en muchos lugares del mundo y un gol para Dani Jarque gran amigo de Andrés (quien para entonces había muerto hace poco menos de un año).

Es difícil hablar de figuras en un equipo como este, que tuvo de todo, desde atrás con las atajadas claves de Casillas, la fortaleza de la defensa a semejanza del carácter de Puyol, la media cancha que dominó al mundo con los “bajitos”, los goles de David Villa y más detalles. Si me tengo que escoger una figura, me curo en salud y lo escojo al equipo. Al final, cada quien se quedará con los jugadores y momentos que más feliz le hacen. España en el 2010 continuaría marcando su época, ganó antes una Eurocopa y ganaría en 2012 la consecutiva, serían cuatro años de un equipo inolvidable para cualquiera, como yo, que disfrute el fútbol.