Si conmigo te quedas
O con otro tú te vas
No me importa un carajo
Porque sé que volverás

Bien podrían entonar los muchachos de Tité esta fantástica rola obra de Maluma, dedicándosela a la Copa del Mundo. A década y media de su última conquista en dicha competencia, Brasil descartó al seleccionado mexicano y avanzó a cuartos de final. ¿Se puede hablar de suerte acaso, cuando la constancia en el titán sudamericano es mantenerse en pie con firmeza amén de un empate sinsabor en su debut?

Hay dos factores a tener en cuenta para los amantes (?) de las estadísticas y antecedentes. Brasil tiene historial favorable en mundiales con todos los equipos aún partícipes del Mundial… excepto con Francia y Uruguay. 2PJ, 1G y 1D con los de la Banda Oriental, y 4PJ, 1G, 1E y 2D con los europeos.

Neymar la empuja al gol tras la gran jugada de Willian

Por otro lado, de las últimas ediciones del certamen ecuménico, en el disputado en Corea-Japón supo hacerse con la victoria, pero en las restantes tres ediciones quedó acorralado por participaciones insuficientes. Al catastrófico 1-7 padecido en el 2014, se suman las eliminaciones con sabor a nada tanto en 2006 como en 2010, las cuales tomaron lugar en los cuartos de final, futura instancia que afrontará Brasil.

Es llamativo cómo en sectores de debate cavernícola -grupos de WhatsApp por ejemplo- todos (no hay excepciones) repiqueteamos en el teclado alguna referencia al culo de Brasil. La explicación es su hilo de victorias sin el destello de gran juego. Brasil es un equipo automatizado, no vistoso. Algunos pueden verlo con una carencia. Pero lo cierto es que si a esta dinámica le complementa un reencuentro con la lírica carioca, esta nota puede entonces estar refiriéndose al próximo campeón del mundo.