#Rusia2018xCR
Francia recupera el trono 20 años después
Francia es la nueva campeona del Mundo. Una generación llena de talento y de calidad consiguió el trofeo más preciado a nivel selecciones. Lo más meritorio de este equipo de Didier Deschamps: jugó contra Argentina, Uruguay, Bélgica y Croacia y casi nunca fue inferior a su rival, con la excepción en algunos momentos.
El entrenador galo, muy criticado en la previa de la Copa por su trabajo, armó a su equipo de atrás para adelante. Los galos priorizaron la solidez defensiva, con Raphael Varane, Samuel Umtiti y N’Golo Kanté como estandartes para, después, depender del talento de los de arriba con Antoine Griezmann, Paul Pogba y Kylian Mbappé.
Como dijimos, la campeona fue superior a todos sus rivales salvo en ciertos ratos, y en esto último nos referimos justamente a la final. Croacia, durante 60 minutos, fue mejor que los galos en el partido. Se impusieron futbolísticamente y también en ritmo y en carácter. Sin embargo, en el entretiempo la selección que estaba ganando era Francia, porque volvieron a demostrar que lo más importante lo tenían: lo más difícil en el fútbol es meter goles, y a este equipo se le caían de los bolsillos.
Ivan Rakitic e Ivan Perisic fueron los futbolistas que le dieron sentido al dominio croata. Al primero le otorgaron más libertad de lo que seguramente a Deschamps le hubiese gustado, y a partir de eso comenzó a influir con la pelota. Lo dejaron pensar, y el centrocampista del Barcelona repartió pases para todos lados y batió líneas con sus conducciones. Mientras, Perisic se vio beneficiado del partido de Rakitic, ya que lo puso siempre en ventaja para que explote el 1 vs 1 ante Benjamin Pavard.
En el único aspecto que Croacia no superó a Francia fue en el dominio de las áreas, justamente donde se hacen los goles. El primer tiempo de los galos fue pobrísimo, y varias cosas cambiaron para la segunda mitad. Principalmente que su rival, al tener que ir a buscar el empate, cada vez dejó más espacios a su espalda para cubrir. Y Mbappé no tardó en amenazar; el chico de 19 años condiciona todo planteamiento del rival y a lo largo del Mundial lo demostró.
Aunque el impacto del delantero del PSG en esta Copa del Mundo será recordado para siempre, el futbolista más inteligente y determinante de la campeona fue Griezmann. A esta generación talentosa y física siempre le faltó alguien que pausara y pensara un poco más cada jugada. En síntesis, una especie de director. Y el del Atlético de Madrid decidió ser ese jugador, se convirtió en el líder del ataque de Francia.
El 3 a 1 fue la muestra perfecta de lo poco que la campeona necesitó para meter goles en Rusia 2018. Un pase genial de Paul Pogba hacia la carrera de Mbappé, luego le quedó la pelota a Griezmann tras un rebote y, gracias a su ingenio, la controló en el aire y se la dejó de frente al mediocampista del Manchester United para que definiera. Por cierto, qué mundial hizo Pogba. Muchas veces criticado por el futbolista que debería ser y no por el que es, Deschamps le encontró un rol en el que pudo ser decisivo y así lo demostró.
Después de ese gol el desarrollo fue similar, con un rival cada vez más apresurado en querer descontar la ventaja y Francia en subida. Se puso 4 a 1 gracias a Mbappé y pintaba para goleada histórica, pero Mario Mandzukic aprovechó un error de Hugo Lloris y le dio un atisbo de vida a Croacia. Hasta el 4 a 2 llegó la ilusión croata, aunque de todas formas es muy meritorio lo que lograron en esta Copa del Mundo, con puro carácter y personalidad.
Una generación histórica le sumó una estrella más a la que ya habían ganado en 1998 en su país. Zinedine Zidane, Deschamps, Marcel Desailly, Lilian Thuram, entre otros. Hoy, tanto Varane, Pogba, Mbappé, Umtiti, Lucas Hernández y Pavard, seis de los 11 titulares de la final, no superan los 25 años. El futuro también puede ser suyo.
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