#TipsDeLosLunes
Fuegos de octubre
El reloj se detuvo, el gigante cayó y el derby se volvió a disputar después de siete años. Hablamos de Hamburgo ante St Pauli, un clásico de barrio pero que está plagado de tintes políticos y sociales. A esto también podemos sumarle que este choque se daría por primera vez en la Bundesliga 2, una categoría en la cual el primero nunca había jugado y de donde el segundo no puede salir. Es decir, ambos equipos en una zona de enfrentamiento que no es nada cómoda, aunque los Piratas se sienten mucho más a gusto en esta situación.
¿Cómo salieron la última vez que se vieron las caras? Fue victoria para los marrones por 1-0 con un gol de Gerald Asamoah, quien allá por el 2011 se convirtió en ídolo con su tanto debajo del arco. ¿Sólo con eso? Y sí, compañeros, los Piratas son un club sufrido, un club que por lo general pelea abajo y raramente arriba. Es difícil sostener el cariño por esta institución si lo medimos en resultados, pero su historia y sus fanáticos comprenden que hay que alentar porque el St Pauli significa mucho más que un equipo de fútbol. Aquí les dejamos un link para que comprendan mucho mejor. Del otro lado, la cuestión es distinta, los Dinosaurios no son el Bayern Munich, sin embargo son los poderosos de la ciudad y lejos están de sostener o bancar algunos de los pensamientos de sus eternos rivales. Muchas, muchísimas cosas implicadas en 90 minutos, un encuentro que implica no solo mirar lo que hacen los jugadores en la cancha sino todo el marco que se genera alrededor.
El fixture confirmó que se verían las caras en la jornada 8, esa que se jugó el pasado fin de semana, y el lugar fue en la cancha del HSV, el Volksparkstadion, y allá sí hay hinchada visitante. Los fans del Pauli fueron, como se diría en Argentina, a «bancar la parada», algo que lejos está de molerse a golpes con sus rivales, aunque sobra la pica. Sobretodo, fueron a hacerse escuchar. A decir presentes y a demostrar que sus jugadores no estaban solos en un campo hostil. Y ese colorido se pudo observar desde mucho antes que el árbitro dé el pitazo inicial. Los ultras del Dinosaurier, por ejemplo, fueron al entrenamiento semanal de su plantel y se hicieron sentir.
https://twitter.com/FOXSoccer/status/1046199946825728000
Mientras, del otro lado, la semana estuvo plagada de anuncios del derby y las calles del puerto se colmaron de hinchas Piratas. Ese ritual de llegar a la cancha contraria, esa sensación de hacerse sentir a pesar de que nadie te quiere allí, ese amor que te empuja a gritar, gritar y gritar y demostrar que están más vivos que nunca, y la necesidad de ir por la heroica y soñar con una victoria de visitante. Todo eso y mucho más debieron sentir los fans marrones que no pasaron desapercibidos al llegar al estadio.
¿Y en lo futbolístico? Podemos asegurar que el control del partido fue para los locales, que a pesar de esto no generaron demasiado peligro. Hubo opciones claras de anotar para ambos equipos, pero ninguno pudo romper el cero. ¿Un empate justo? Probablemente no, aunque la visita jugó un partido inteligente, trabó el sistema de su contrincante y se fue con una sonrisa a su hogar, porque mantiene el invicto en el derby. Un dato nada anecdótico si tenes en cuenta que el Hamburgo se mantiene en los puestos de vanguardia y el St Pauli recién ahora se acerca a los primeros lugares. Lo cierto es que fue un clásico para mirar con otros ojos y, por más que hayan faltado goles, la emoción estuvo siempre presente.
Relacionado
- AUTOR
- Facundo Mirata
Comentarios