Historias
Grandes duplas: Andy Cole – Dwight Yorke..
Este redactor tiene devoción por ciertos jugadores, quizás sea por mis años de adolescencia, donde todo era nuevo y espectacular, con lo cual era fácil «enamorarse» de algún delantero picante, un volante habilidoso o un defensor con clase, pero ya con par de pirulos más en el lomo los recuerdos siguen latentes, aunque obviamente con algo de subjetividad por el paso del tiempo, que a veces engañan. En este análisis, casi psicológico, sobre mis héroes del pasado hay dos delanteros que se me vienen a la mente y no puedo dejar de recordar sus movimientos veloces y sus definiciones rápidas, que en su mayoría iban al palo más lejano del arquero. Hablo de Andy Cole y Dwight Yorke, dos animales del área que la hicieron la dejaron chiquita en el Manchester United.
Probablemente, algún lector leyó que quién les escribe es adorador del Arsenal y esto es así, pero no por eso voy a dejar de apreciar la belleza de dos tipos que se entendían a la perfección dentro de un campo de juego. Los que no les voy a negar es que muchas veces era prácticamente imposible darse cuenta quién llevaba la pelota, porque estos muchachos eran muy parecidos físicamente y más de un locutor se equivocó en plena transmisión por su similitud.
El primero en llegar a los Diablos Rojos fue Cole, quien desde el 2000 se cambió el nombre por Andrew Alexander Cole, en la temporada 1994-1995. El delantero llegó procedente de Newcaslte, pero antes pasó por el Bristol City, el Fulham y los Gunners, el equipo donde hizo todas las inferiores. Somos cuna de cracks, queda claro. Más tarde, en 1998, Yorke arribó al equipo comandado por Alex Ferguson, aunque cayó en el Old Trafford con menos instituciones en su trayectoria que Cole, pero con ocho años ininterrumpidos en el Aston Villa, conjunto que lo contrató en 1989, luego de que un ojeador lo viera en una gira por Indias Occidentales. Así se formó una delantera que incluía a un atacante inglés (Cole) y uno nacido en Trinidad y Tobago (Yorke), extrañas coincidencias del fóbal, que claramente no hace distinción de países a la hora del talento. En un período muy corto, la dupla dio sus frutos y en su primer año hizo lo que pocos equipos logran hacer: ganar tres competiciones en una temporada.
En el lapso, el United se quedó con la Premier League, la FA CUP y la Champions League (en una final donde tuvieron más culo que cabeza), justamente, y para terminar de ratificar el buen andar de la delantera, el smiling assasin’ (asesino sonriente, bestialidad de apodo para llamar a York) fue goleador de la Liga de Campeones con ocho goles, la misma cantidad que el animal de Andriy Shevchenko que por ese entonces jugada en el Dinamo de Kiev, mientras que Cole hizo cuatro tantos, algo lejos que el líder de la tabla, pero igual de clave. Después de este inicio espectacular, los trofeos siguieron lloviendo. Primero fue la Copa Intercontinental de 1999 y las ligas de 1999/2000 y 2000/2001. Un ciclo altamente positivo para los ingleses, aunque además del ataque hay que destacar la gran calidad del equipo que contaba con Roy Keane, Jaap Stam, Teddy Sheringham, Peter Schmeichel, Ole Gunnar Solskjaer, David Beckham, Ryan Giggs, Paul Scholes, entre otros.
Todo era alegría hasta que en 2001, Ferguson decidió contratar al holandés Ruud van Nistelrooy y al argentino Juan Sebastián Verón y con la llegada de nuevas figuras, ambos atacantes hicieron el bolso y salieron a la búsqueda de rumbos distintos. Bah, no fueron tan distintos porque los dos terminaron en el Blackburn Rovers, pero la historia ya no sería la misma y tras dos (un número que se repite bastante en esta nota) temporadas se marcharon. Sus carreras venían en claro descenso, aunque el cariño por la redonda hizo que ninguno se diera por vencido. Cole se recorrió toda Inglaterra y hasta jugó en el Manchester City, rival eterno del United, mientras que York robó pasó por el Birmingham City y de un día para el otro se tomó un avión y terminó pateando una pelota con un par canguros. Su destino: el Sydney FC de Australia.
En medio de su travesía por el continente Oceánico, el trinitense logró uno de sus anhelos y disputó un Mundial con la casaca de su Selección. Fue en Alemania 2006, aunque los resultados no fueron los mejores y su equipo terminó último en el Grupo B (pese a haber obtenido un histórico empate ante Suecia, por 0-0). No obstante hay que destacar que nuestro atacante picante terminó jugando de doble cinco. No pensaron mal: de goleador a volante con marca, así es la vida de un todo terreno.
Cuando parecía que todo había terminado, en 2007, Roy Keane los volvió a juntar, pero esta vez el irlandés hacía las veces de entrenador y no de carnicero en una cancha. Con bombos y platillos llegaron al Sunderland, donde los hinchas y el ex 5 del Manchester soñaban con revivir las viejas épocas. Ya con 36 años, ambos no eran los mismos de antes y quedo claro cuando en 2008, sí, sí un añito después de contratarlo, Cole volvió a hacer las maletas y se marchó. Era lógico, porque sólo disputó siete encuentros en ese ciclo.
York siguió algunos años despuntando el vicio en el Stadium of Light y en 2009 le puso fin a su carrera. Por su parte, el punta inglés hizo lo propio, después probar suerte en el Burnley y en el Nottingham Forest (cabeza dura el muchacho), y le dijo adiós a las canchas en el 2008. Tras la retirada, el primero, comenta partidos para la cadena Bein Sports, mientras que el segundo se volcó a la dirección técnica y actualmente es embajador del Manchester United. Si lo quieren recordar más seguido pueden seguir en su cuenta de Twitter (@vancole9) o en un Instagram (andycole09). «Sólo te pido que se vuelvan a juntar», diría un fanático (entre los que me incluyo) de una banda musical separada hace un tiempo largo (léase Los Redondos) y en la misma sintonía puede aparecer (también me sumo en esta iniciativa) alguien que reclame que estos dos delanteros morenos vuelvan a jugar, aunque lo importante es que pese al paso de los años, tanto la banda como los delanteros, siguen vigentes en la memoria de la gente.
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- AUTOR
- Facundo Mirata
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