La noche de Berlín los tenía como rivales, contrariamente a lo que había sucedido tiempo atrás, desde comienzos de siglo. Sus selecciones habían llegado a definir el certamen de mayor importancia en el estadio Olímpico de la capital germana, una final en la que el penal convertido por Fabio Grosso determinó el título para Italia en el encuentro ante Francia. Alessandro Del Piero había logrado anotar el suyo tras el empate en uno de los 120 minutos. La ejecución de David Trezeguet acabó siendo decisiva, puesto que su remate dio en el travesaño y fue el único fallado en la tanda.

Cinco días luego del partido cumbre del Mundial 2006, la justicia italiana dictaminó el descenso de Juventus a la segunda categoría, con una significativa quita de puntos para arrancar la temporada, además de quitarle los dos últimos Scudettos que cayeron en manos del Inter. El porqué radicaba en el escándalo conocido comoCalciopoli, o Moggigate (Luciano Moggi era, por aquellos tiempos, director general del club turinés), por arreglo de partidos. Sin embargo, no fueron pocos los futbolistas bianconeros que decidieron continuar en el club para devolverlo a la Serie A. Entre ellos, Del Piero y Trezeguet –junto a Pavel Nedved o Gianluigi Buffon, por ejemplo-, que fueron elementales para que la experiencia por segunda división solo fuese de un año.

De todas maneras, la complementación futbolística entre ambos atacantes había comenzado temporadas antes. El franco argentino había llegado a Juventus en el año 2000; por aquel entonces, Pinturicchio llevaba ya varios años en el club y era un símbolo para los tifosi por los logros alcanzados. Con el paso del tiempo, David alcanzó la titularidad en detrimento de Filippo Inzaghi, para comenzar a formar su gran dupla con el mediapunta. La movilidad de Alessandro por todo el frente de ataque acompañaba a Trezeguet, habitualmente situado en las cercanías del área rival. La técnica y pegada de ambos era excelente, tanto que pronto alcanzaron una simbiosis especial.

Italia rendida a sus pies

A comienzos del presente siglo, Del Piero era una institución en Delle Alpi, el antiguo estadio juventino. Posteriormente a haber debutado en Serie B en 1992 con el Calcio Padova, las negociaciones de Giampiero Boniperti (un hombre histórico del club blanquinegro) llegaron a buen puerto para sumarlo a la Vecchia Signora, tras la negativa del Milan de hacerse con sus servicios. Giovanni Trapattoni lo subiría al primer equipo, aunque lo haría descender al Primavera pocos partidos después. Jugando para el conjunto de reserva, obtendría dos títulos y emergería como la gran figura del colectivo. El cambio de entrenador y la llegada de Marcello Lippi fueron un bálsamo para DP, que comenzó a jugar con mayor asiduidad en el primer equipo.

Desestimó una cesión al Parma y tomó la posta de Roberto Baggio, el hombre insignia de la escuadra. Sus actuaciones en la Champions League que ganó el club fueron excelsas, acompañado por Gianluca Vialli y Fabrizio Ravanelli en la línea de atacantes. Meses más tarde, el gol en la final de la Intercontinental ante River en Japón lo hizo ascender muchos peldaños en la consideración de los fanáticos. Aquella consecución histórica de 1996 fue, sin lugar a dudas, la más importante del ‘10’, añadiendo la Copa del Mundo obtenida una década luego.

El partido decisivo de UCL que ganaron los bianconeros fue el primero de una trilogía que, no obstante, no pudo sumar un trofeo más al palmarés. Un año más tarde, el Borussia Dortmund lo venció en Múnich, y Real Madrid le ganó en 1998. De todos modos, las instancias alcanzadas representaban el crecimiento del equipo, que además obtenía títulos nacionales como una supercopa italiana o dos ligas, al tiempo de vencer en la final de la Supercopa europea al PSG. Del Piero había atravesado una grave lesión en la rodilla, pero logró superarla con creces.

Sinónimos de una época en la Juventus

En tanto, Trezeguet arribó a tierras italianas tras deslumbrar en Mónaco y haberse consagrado en Francia 1998. Thierry Henry supo ser uno de sus grandes socios en el Principado, aunque el delantero pudo seguir destacando aún luego de la partida de Tití. El club monegasco había sido el primer lugar de Treze en el Viejo Continente, tras debutar en Platense y jugar dos temporadas en el fútbol argentino. Los contactos de su padre en Francia, propios de su época como jugador en aquel país (tiempo en el cual nació David), permitieron dar un salto y cruzar el océano. Ya en Turín, la sucesión de goles convertidos hizo que obtuviese un lugar seguro entre los once y lograse un entendimiento perfecto con Del Piero.

La calidad de los toques de Trezeguet y la capacidad de Il Capitano hacían una mixtura perfecta en los últimos metros del campo. Por si fuera poco, ambos aportaban en la red con goles de élite, y David finalizaría como máximo goleador del curso 2001/02, en el que Juventus sumó una liga. También obtendrían el título en la temporada siguiente, y ganarían los dos Scudettos que luego fueron revocados tras la investigación. En segunda categoría, el arranque con -17 (luego, la cifra de unidades con que inició el campeonato se redujo a nueve), no fue un impedimento para alcanzar el ascenso de forma rápida.

Ya en Primera nuevamente, Trezeguet no volvió a tener un lugar de privilegio, producto de sendas lesiones que, a fin de cuentas, lo alejaron del club. Del Piero consiguió otro primer puesto en Serie A, esta vez con Antonio Conte (compañero en sus primeros años en Juve) conduciendo los destinos del conjunto, aunque abandonaría el club a posteriori de una derrota en final de Coppa Italia. El delantero francés jugó una temporada en el Hércules español, donde no pudo evitar el descenso, y pocos encuentros en el Baniyas de Emiratos Árabes Unidos.

En 2014, luego del paso de David por Argentina, la liga de India los volvió a encontrar. El mediapunta llegaba de jugar en el Sidney Football Club de Australia y fue contratado por el Delhi Dynamos, mientras el delantero firmó para el FC Pune City. El objetivo del fútbol indio fue dar mayor competitividad a su liga y reinsertarla en el plano internacional. La llegada de los exfutbolistas de Juventus se sumó a las de Robert Pires, Luis García o Fredrik Ljumberg, aunque finalmente el intento no tuvo buen resultado en la nación asiática.

Actualmente, luego de su retiro en enero del presente año, Trezeguet es embajador del club de Turín y presidente de las Leyendas. Según ha expresado en una entrevista con la revista El Gráfico, “tenemos como ambición desarrollar la marca Juventus”. Incluso, manifestó: “con la llegada de Adidas, habrá varios cambios, ya que manejaremos el marketing, la imagen del club y también las escuelas y academias de fútbol en todo el mundo”. Con respecto a ser el representante de los referentes más importantes de la historia, dijo que “se trata de reagrupar a los ex jugadores en el club para que estén al frente de las academias”. Por su parte, Alex está en las cercanías de la MLS, sin haber anunciado aún su retiro del fútbol profesional. En Estados Unidos, inauguró una sucursal de su escuela internacional para jóvenes que dan sus primeros pasos en el deporte.

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