Grandes Duplas
Grandes duplas: Riquelme – Forlán
“En Villarreal era todo muy lindo. Llegué a pensar si me iba a quedar o iba a volver a Buenos Aires, estaba tan cómodo que pensé en quedarme a vivir ahí. Eso demuestra que la pasé de maravilla”. Así se deshace en elogios Juan Román Riquelme cuando le hablan del conjunto español, donde brilló desde el 2003 al 2007, luego de demostrar su máximo nivel tras un paso regular por Barcelona, y de ayudar al conjunto español a alcanzar dos copas Intertoto y meterse en semifinales de Champions League .
“Con (Sergio) Agüero me entendía muy bien, también estaban Maxi Rodríguez, Simao, o José Reyes. Pero Riquelme era el que más facilidad tenía para darme los mejores pases de gol”, sostiene Diego Forlán a la hora de recordar a Román y su paso por Villareal, que transformó a la dupla sudamericana en ídolos para el «Submarino Amarillo».
Los dos llegaban de clubes de gran relevancia en Europa como Barcelona y Manchester United. En el caso de Riquelme, su experiencia en el club culé había comenzado de buena manera, con varios goles de su sello y algunos partidos donde se había destacado su potencial. La llegada del holandés Louis Van Gaal como entrenador lo perjudicó, por el estilo de juego que obligaba al enganche a realizar un sacrificio adicional a la hora de jugar, lo cual complicó su continuidad en Catalunya.
Para Forlán, la adaptación en los «Diablos Rojos» fue complicada. Aunque intercalaba entre titular y suplente, había marcado unos cuantos goles de media distancia, atributo que convencía a los hinchas del United. El uruguayo disputó 25 partidos en Manchester, convirtiendo 4 tantos. En la temporada 2004/2005 recaló en España, y en su primer año se destapó con 24 goles.
Riquelme había llegado a Villarreal un año antes, y su arribo fue un bálsamo para la carrera del enganche. Su presente dio un giro de 180 grados; de no ser tenido en cuenta en Barcelona a transformarse en uno de los máximos ídolos del club del Madrigal. Tomó la camiseta número 8, la misma que utilizaba en los seleccionados juveniles, y en la primera temporada marcó ocho goles y dio tres asistencias, además de enamorar a los hinchas con su clase para dominar el balón y su inteligencia para jugar al fútbol, sumado a su capacidad para filtrar un pase o patear un tiro libre.
En la siguiente campaña, los dos astros se juntaron en el conjunto que en ese momento dirigía Manuel Pellegrini. Forlán llegaba a reemplazar a Sonny Anderson, el excentodelantero titular del equipo, y en su primer año logró convertir 24 goles. El equipo logró clasificar a la Champions League del año posterior, luego de terminar tercero en el campeonato, solo por detrás de Barcelona y Real Madrid. Para ese tercer puesto, Riquelme aportó 15 goles, la cantidad más alta durante un año en su paso por La Liga, y entregó nueve asistencias, muchas de ellas capitalizadas por Forlán para lograr una temporada histórica para los del Madrigal.
Al año siguiente, Villarreal se dio el lujo de participar en la máxima competición europea, donde Riquelme y Forlán continuaron con una dupla interesante. Román era el eje del equipo y Forlán el delantero revulsivo e inquieto, acompañados por el español José Mari y varios sudamericanos en el equipo como Sebastián Battaglia, Diego Viera, Rodolfo Arruabarrena, Luciano Figueroa, Fabricio Coloccini y Juan Pablo Sorín.
Todos colaboraron para que la dupla formada por el enlace argentino y el atacante uruguayo se luciera en el campo de juego, lo que significó que Villarreal fuera la sorpresa más grande del certamen internacional, tras llegar a las semifinales y quedar afuera por tan solo un gol frente a un histórico como Arsenal. El exfutbolista de Boca tuvo la oportunidad en sus pies, pero el penal ejecutado fue desviado por el alemán Jens Lehamnn. Quizás el punto más alto de Villarreal fue el partido de vuelta en España frente al Inter, derrotando a un conjunto candidato a llegar a la final que contaba con Adriano y Juan Sebastián Verón como máximas figuras. En la ida, Forlán había convertido un tanto fundamental como visitante, y en el segundo partido Riquelme fue la gran figura manejando los hilos del encuentro y colocando un centro exquisito para Arruabarrena, que marcó la ventaja definitiva.
En esta temporada, debido a la competición internacional, Villarreal terminó octavo en La Liga y no logró la clasificación a la siguiente Champions, aunque el equipo de Pellegrini quedó de manera permanente en la memoria de los hinchas del «Submarino Amarillo». Riquelme y Forlán pasaros a ser ídolos indiscutidos del club.
Tiempo luego, Forlán, gracias a su gran rendimiento, emigraría al Atlético de Madrid. Riquelme, inmerso en una mala relación con Pellegrini, fue cedido a préstamo a Boca Juniors , donde lograría destacar una vez más siendo la gran figura en la obtención de la Copa Libertadores 20007, aunque no jugaría el Mundial de Clubes cuyo partido cumbre fue ante el Milan.
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