Calcio
Grandes duplas: Rui Costa-Batistuta
Hay duplas que se destacan por sus goles, otras por su manera de marcar y otras, como en este caso, por tener un asistidor de lujo y un goleador de otro planeta. Rui Manuel César Costa, mejor conocido como Rui Costa, y Gabriel Omar Batistuta, acá no hace falta aclarar nada, coincidieron y llevaron a lo más alto a la Fiorentina, un equipo que no es ni era de los más importantes de Italia, pero que gracias a muchos de los aportes de estos dos monstruos llegó a codearse con los más grandes y hasta a ser respetado en el ámbito internacional.
Sus características eran totalmente diferentes, aunque ahí radicaba lo especial de esta unión. El portugués se destacó toda su vida por su buen pie, sus pases en profundidad y por su visión del campo, mientras que el argentino era pura potencia y tenía el arco entre ceja y ceja. Si habremos gritado goles de Bati, esos que llegaban después de un bombazo que le rompía las manos al arquero que se le paraba adelante… Uno fabricaba la jugada y el otro la terminaba, así eran las cosas por ese entonces y los tifosis del Viola más que felices.
El santafesino fue el primero en llegar a la entidad italiana, allá por 1991 luego de pasar por Newell’s, River y Boca, equipo con el que salió campeón del Campeonato Nacional de 1991. Con el tiempo, este tremendo artillero se convirtió en uno de los grandes ídolos del conjunto de Florencia y hasta llegó a jugar en la Serie B, después de que el equipo perdiera la categoría en la temporada 1993-1994. En esta divisional, Bati terminó de asentarse y logró marcar goles en 11 fechas consecutivas, una marca tremenda que recién fue igualada en el 2010 por el chileno Mauricio Pinilla.
El enganche llegó a la Fiore después de romperla tres años en el Benfica y cayó con varias vueltas olímpicas bajo el brazo (ganó dos ligas de Portugal y una Copa de Portugal). Su arribo se dio justo en el regreso del equipo a la Serie A y, con él dentro del plantel, Claudio Ranieri, el DT que eligieron los dirigentes para que devuelva el team a la Primera, tenía un gran potencial de ataque o al menos una dupla que hasta ese entonces prometía pero no se sabía con exactitud cómo se llevaría dentro del terreno de juego: Rui Costa y Gabriel Batistuta.
De entrada nomás, la cosa funcionó. En la primera temporada en que jugaron juntos, el argentino fue el capocannoniere de la liga con 26 pepas, algo que nunca más podría repetir a pesar de su tremendo apego con el gol. Obviamente, Rui Costa no fue su único asistidor pero sí uno de los más importantes, y al final de ese primer período lograron que el conjunto viola pudiera mantener la categoría y que se ubique en el décimo puesto.
Ya en el segundo año, todo dio un giro de 180° y la Fiorentina volvió a los primeros planos con dos títulos consecutivos. Primero se quedó con la Coppa Italia en una final frente el Atalanta, donde los dos partidos que se jugaron fueron victorias para la Fiore, el primero 1-0 con tanto de Bati y el segundo 2-0 con uno de Márcio Amoroso y otra vez el santafesino. El goleador con 8 anotaciones de ese torneo no hace falta nombrarlo, porque queda claro quién fue.
Más tarde obtuvo la Supercopa de Italia, nada más y nada menos que contra el Milan. Fue triunfo 2-1 y los dos goles los hizo el mismo que anotó todos los goles de esta nota, y como se acabaron los sinónimos no hace falta volver a nombrarlo, pero lo que sí vamos a hacer es recomendarles que miren el video de la consagración, la facha del muchacho, cómo tira magia en italiano, cómo sufre Rui Costa desde afuera de la cancha, y observen las imágenes de los festejos de la consagración de un equipo «chico» frente al poder de una de las más grandes instituciones del planeta.
Su primera consagración le permitió al equipo jugar la Recopa Europea, competencia que disputaban todos los campeones de las copas nacionales y que luego se fusionó con la Copa UEFA, actual Europa League. Sí, sí, este torneo cambió más veces de identidad que Shang Tsung. Volviendo al tema, con la clasificación en el bolsillo, la escuadra italiana apuntó sus cañones a esta competencia y llegó hasta las semifinales, donde perdió con el que terminó por ser el campeón, el Barcelona de Bobby Robson, que tenía un par de animales entre sus filas como Ronaldo, Luis Figo, Josep Guardiola y Abelardo (?).
Luego de estos primeros tiempos llenos de frutos, la dupla siguió aceitándose y el club continuó dando que hablar en el Calcio, porque entre 1997 y el 2000 ocupó el quinto, el tercer y el séptimo puesto en la liga, respectivamente. En todos estos años, el máximo anotador siempre fue el argentino y el portugués su mejor compañero dentro del rectángulo de juego. En medio pasaron varios grandes players por la Viola y para tirar algunos nombres les decimos que jugaron Edmundo, Predrag Mijatovic, Enrico Chiesa, Angelo Di Livio, Guillermo Amor y Domenico Morfeo, al cual sólo vamos a citar porque más de uno le pondría así a uno de sus hijos nomás para darle aires de grandeza.
El amor se rompió en la temporada 2000-2001, cuanto Bati decidió marcharse a la Roma para lograr lo que buscó durante mucho tiempo: un título liguero en el fútbol italino, algo que terminó por conseguir ese mismo año. Luego de su partida, Rui Costa también le dijo adiós a la Fiorentina y firmó con el Milan, sitio donde se quedó con la UEFA Champions League de 2003. Más tarde, el primero jugó en el Inter y en el Al-Arabi de Qatar, mientras que el segundo regresó al Benfica, la entidad que lo vio nacer futbolísticamente.
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No vamos a decir que cuando no estuvieron juntos ya no fueron los mismos, porque claramente sería una mentira, ya que su rendimiento siempre fue parejo en los clubes que representaron. Igualmente, siempre quedará en la memoria de los más nostálgicos y amantes de los jugadores noventosos esta gran dupla que formaron dos cracks que hasta hicieron que muchos llegaran a comprar esas viejas casacas de la Fiorentina en un momento en el que recién comenzaba el auge de las camisetas del fútbol europeo en varios pagos del mundo.
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- AUTOR
- Facundo Mirata
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