Grandes Duplas
Grandes duplas: Zola-Hasselbaink
Es está gran sección, dos grandes fútbolistas con distintas características, pero que al juntarse se transforman en una dupla totalmente poderosa y un dolor de cabeza terrible para cualquier defensa rival. Si buscamos alguna coincidencia entre ambos, llegamos a la conclusión de que el remate desde afuera del área era lo que más se asemejaba en cuanto a alguna de sus cualidades técnicas. Uno con un guante en el botín quien tuvo como «maestro» nada más ni nada menos que a Diego Armando Maradona, y el otro con un remate demoledor casi imposible de detener. Estamos hablando de Gianfranco Zola, quien quizás si nacía en otra década su figura comercial hubiera sido más promocionada pero nadie le quitará nunca lo crack que fue, y de Jimmy Floyd Hasselbaink.
En el fútbol de hoy existen grandes jugadores, exquisitos en cuanto a técnica, aunque también nos toca ver muchos más que están en la vereda opuesta, los «picapiedras» por llamarlos de alguna manera. Entonces es imposible olvidarnos de estos dos. El «Magix Box» , como así llamaban a Zola, era habilidoso, regateador, asistidor y definidor. Jugó con Diego, pasó por Parma y recaló en el Chelsea, club en el cual fue elegido como el mejor Player de la historia. El nacido en Cerdeña (Italia) quien era suplente de Maradona en 1990 cuando el Napoli ganó el título, confesó que el Diez marcó su carrera como futbolista. “Aprendí todo de Diego. Espiaba en él cada vez que entrenaba y aprendí cómo tirar tiros libres con el pie como él. Estoy convencido de que si Diego Armando Maradona no se hubiera cruzado en mi vida yo no habría sido el futbolista que fui. Aprendí mucho de él. Me formé a su lado. Fue como un hermano mayor para mí, que llegué a Nápoles siendo un crío… Es una de los grandes privilegios que me ha dado el fútbol», confesó.
A fines de en 1996 el italiano llegó al club de Londres que dirigía Ruud Gullit por algo así como cinco millones de libras. Con el numero 25 en la espalda, dorsal que luego de su paso por la institución inmortalizaría tal numero ya que, como ya citamos, fue elegido como el mejor jugador de la historia en Chelsea. «Eso fue algo increíble. A mí, que soy extranjero y ni siquiera gané la Premier, es una distinción que me honra, más si tenemos en cuenta los grandes futbolistas que han pasado por el equipo y los que actualmente juegan en Stamford Bridge», lanzó.
Tenía 30 años, estaba en su techo como jugador de fútbol y el comienzo en el club fue inmejorable porque a su arribo logró la FA Cup, pero esto no iba a quedar ahí solamente. A todo regate asistencias y definiciones maravillosas como un jugador de élite hay que sumarle que consiguió la Supercopa de la UEFA y la Copa de Campeones de Europa. Esta última gracias a un gol que marcó 30 segundos luego de haber ingresado, ya que estaba en el banco de suplentes.
La llegada de Ranieri en el 2000 lo iba a dejar un poco relegado al banquillo, pero también conformaría una dupla muy linda de ver por esos tiempos junto a Hasseilbaink. Muchos recuerdan duplas por títulos obtenidos, pero realmente cuando vemos fútbol, los que amamos este deporte nos detenemos a observar otras cosas. Nos gusta ver el juego en sí y disfrutar cada asistencia, cada regate, cada definición y no le damos tanta importancia a los campeonatos ganados. Estos dos tenían todas las cualidades para lograr cosas importantes.
Hasseilbaink venía de sufrir un descenso con el Atlético de Madrid aunque dejó todo hasta el final. Su llegada y años en los Blues fueron mejores, no solo por encontrarse con Gianfranco sino que en su primera temporada se consagró como Pichichi. Era un delantero todo terreno, de buen porte y con un remate impresionante, tanto de media como larga distancia. Entre los dos marcaron 32 goles por temporada. Jugaron tres años juntos con momentos brillantes más allá de no haber obtenido ningún título de la Premier. Desde su llegada se entendió rápidamente con Zola, quizás si la unión hubiera llegado en otra época, estaríamos hablando de muchísimos logros juntos.
Gianfranco el «Magic Box» dejó Londres en 2003 aunque Roman Abramovich, el nuevo dueño del Chelsea, le había ofrecido continuar un año más. Jugó 312 partidos, anotó 80 goles. Su carrera llegaba a su fin pero tenía que darse el gusto de retirarse en el club de sus amores: Cagliari. Zola lideró al club al ascenso a la Serie A y renovó su contrato por un año más. Finalmente, decidió colgar los botines en junio de 2005, poniéndole fin a su ilustre carrera con dos goles a la Juventus en su último partido oficial. Un año más tarde Hasseilbaink también abandonaría el barco para seguir su carrera en el Boro, Charlton Athletic de Inglaterra y su último club fue el Cardiff City de Gales en 2008. En su carrera convirtió 233 goles en 453 partidos.
Son dos apasionados por el fútbol ya que sus carreras de player finalizaron pero siguen sus vidas como directores técnicos. Gianfranco fue parte del cuerpo técnico de la Sub-21 de Italia que participó en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008 y en septiembre de ese mismo año tuvo su primera experiencia como entrenador, cuando asumió el cargo en West Ham. Luego fue el turno para el Watfor, Cagliari y su paso por Catar en 2015. Mientras que Jimmy Floyd pasó por Royal Antwerp F. C de Bélgica, Burton Albion F. C. de Inglatera y en la actualidad es el DT de Queens Park Rangers de la Segunda División inglesa.
La camiseta del Chelsea fue vestida por grandes futbolistas como: Didier Drogba, Jimmy Greaves, Claude Makelele, Frank Lampard, John Terry entre otros. Pero, sin duda, pocos podrán igualar la calidad por separado y la potencia cuando jugaban juntos de la gran dupla que formaron Zola y Hasselbaink. Ellos quedarán en la memoria del aficionado Blue por siempre.
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