Copas europeas
Grandes equipos: Ajax 1994/1995
Si alguien te nombra al Ajax, seguramente en lo primero que pienses es en Johan Cruyff. Es lógico, fue su jugador más emblemático históricamente y bajo sus alas el club se convirtió en uno de los más prestigiosos de Europa, pero si buscamos en sus memorias y les pedimos otros íconos de esta institución, los recuerdos quizás nos traigan un poco más acá en el tiempo y nombren a estrellas como Patrick Kluivert, Edgar Davids o los hermanos De Boer. ¿Un pecado de la edad? Puede ser, pero más de uno ubicará a estos jugadores con otras camisetas, sobretodo la del Barcelona, pero no hay que olvidar que comenzaron a quedar en la historia luego de su gran actuación en la temporada 1994/1995.
Ya sé, ya sé, ahora fija están googleando a todos los que jugaban en ese team y si no se los citamos estaríamos en una falta grave, así que les largamos la lista para luego repasar lo que hicieron en aquellos tiempos. Léanla en vos alta y delante de sus amigos: Edwin Van der Sar, Michael Reiziger, Winston Bogarde, Danny Blind, Frank Rijkaard, Frank De Boer, Clarence Seedorf, Edgar Davids, Ronald De Boer, Finidi George, Marc Overmars, Jari Litmanen, Patrick Kluivert y Nwankwo Kanu. La nómina podría continuar, aunque hay algunos nombres menos conocidos, sin embargo está claro que era un equipazo. También, hay que remarcar que el proceso comenzó bastante antes y tuvo algunos protagonistas que se fueron luego de sus grandes actuaciones.
Por esa razón y ya que el cajón de los recuerdos está abierto, aunque también aprovechamos que ya están sensibles porque se dieron cuenta de que el tiempo pasa para todos, los vamos a invitar a retroceder un toque más en el calendario y nos vamos a 1991, cuando tomó el mando del equipo Louis van Gaal. Ese día comenzó gestarse lo que en 1995 fue el campeón de Europa. Tras la salida de Leo Beenhakker, un joven Luis pasó de coordinador de inferiores a manejar el primer equipo. Una jugada riesgosa porque era un hombre joven y sin experiencia, aunque poco a poco el DT le dio su impronta al equipo, que también estuvo acompañado por los buenos resultados (se metió en el bolsillo la Copa de la UEFA de 1992, luego sumó la Copa de Holanda y dos ligas, que tras la obtención de la Orejona se convirtieron en tres). Una verdadera aplanadora que coronó su pico máximo en la definición de la UCL ante el Milan de Fabio Capello.
«Todos sus futbolistas eran conscientes de cuál era su misión sobre el terreno de juego. La disciplina en las posiciones, la posesión de la pelota como idea básica, el juego de apoyos constantes, el movimiento a dos toques… Y lo hacían todo de una manera tan sencilla como sublime. Me quedaba boquiabierto cuando les veía jugar. Bajo mi punto de vista, hicieron a la perfección todo lo que debería hacer un equipo de fútbol sobre el césped. Hay otras formas de lograrlo pero a mí me gustaba y me gusta aquel modo con el que el Ajax de Van Gaal daba lecciones de fútbol al más pintado», dijo alguna vez un tal Pep Guardiola. Así se demuestra mucho de lo que se ha hablado sobre este equipo, que se olvidaba de las figuras y solo pensaba en lo colectivo, tal como contó Dennis Bergkamp: «El sistema es sagrado. Todos los jugadores son iguales para van Gaal. Los grandes nombres no existen para él, y todo está subordinado al equipo y al sistema. Su sistema».
Paradojicamente, Bergkamp fue uno de los primeros que dejó la institución holandesa luego de ser el goleador de la Eredivisie pero esto no impidió que aquel gran conjunto siguiera su gestación. Poco a poco, fueron surgiendo las figuras que citamos más arriba, algunas provenientes de la cantera (Pinocho Van der Sar o Reiziger, por citar algunos ejemplos), otras fueron compras por las que apostaron a futuro (los nigerianos Kanú y Finidi) y un regreso estelar como el de Rijkaard, quien llegó tras romperla justamente en el Rojinegro de Italia. Todo esto hizo que el 3-4-3 se impusiera. Agresividad total y difícil de contrarrestar para cualquier rival. Juventud y experiencia, un gran combo.
Frente a eso tuvo que lidiar un Milan que venía de ser campeón de Europa ante el Barcelona y que tuvo entre sus líneas a varios cracks, como Paolo Maldini, Marcel Desailly, Franco Baresi y Zvonimir Boban, aunque a pesar de los nombres perdió tres veces contra los holandeses. Un poco extraño, pero nada que no haya ocurrido antes. Las primeras dos ocasiones fueron en la fase de grupos, allí el Ajax le ganó 2-0 de local y lo dejó casi KO cuando, por el mismo resultado, lo venció de visitante. Obviamente, la última fue en la gran definición, a la cual los holandeses arribaron tras vencer en cuartos de final a Hajduk Split de Croacia y en semis al Bayern Munich, que en el partido de vuelta se la hizo bien difícil a nuestros homenajeados aunque el global terminó por ser 5-2 (todos los goles fueron en el segundo cruce). «En la segunda parte, al Bayern sólo le quedaba impedir una derrota escandalosa. Nada más empezar, marcó de nuevo el Ajax y a partir de ahí se apiadó del Bayern, también tricampeón europeo a principios de los setenta, y se acabó el partido. El Ajax inició conatos de baile y perdonó un par de goles por intentar rizar el rizo. Se durmió en los laureles y el Bayern se aprovechó para realizar varios contraataques peligrosos. Una colada de (Marcel) Witeczek, su mejor hombre, provocó un penalti que permitió al campeón alemán mejorar la estética del resultado, que pudo haber sido una goleada de escándalo», publicó al día siguiente el diario español El País. Quizás, se pueda resumir con una frase: «Fue un baile».
El título se definió en el estadio Ernst Happel de Viena y, como era de esperar, fue un duelo con muchas jugadas de gol. Es más, si hacemos un recuento, probablemente los italianos llegaron en más ocasiones al área rival, pero cuando cuando el partido ya estaba en su ocaso Luis hizo un último movimiento y mandó a Kluivert a la cancha. Ojo, ese no era el delantero que todos recuerdan. Era un purrete de 18 años que recién daba sus primeros pasos, sin embargo la calidad ya estaba en sus pies. «Lo recuerdo como si fuera ayer, aunque hayan pasado más de 20 años. Estaba en la banca y me sentía muy nervioso cuando van Gaal me dijo en un momento: ‘Patrick, ve y calienta’, al final del partido. No puedo recordar nada de lo demás que me dijo, pero obviamente sí recuerdo ese disparo. Recuerdo el gol muy bien, por supuesto. Puedo recordar que me di vuelta la camiseta, todos los jugadores corrieron hacía mí y se me cayeron encima. No podía respirar. Incluso empecé a pegarle a todos los que tenía alrededor porque me estaba quedando sin aire y no podía respirar. Hasta el día de hoy me siento muy feliz de haber tenido la experiencia de vivir y anotar en una final. Lo sientes hasta en tus huesos. Es un sentimiento fantástico», contó tiempo después el punta, quien con ese tanto decretó el 1-0 y la victoria de su team.
Al siguiente año, tras la conquista del mundo en la final Intercontinental ante Gremio, Ajax volvió a llegar a la definición de la Champions con una base similar a la de la consagración, aunque ya no contaba con Rijkaard, quien le había dicho adiós al fútbol, y Seedorf, traspasado a la Sampdoria. Y de yapa no pudo contar con Overmars, que estaba lesionado y le dejó su lugar a Kizito Musampa. El rival esa vez fue una Juventus plagada de estrellas como Ciro Ferrara, Antonio Conte, Didier Deschamps, Fabrizio Ravanelli, Gianluca Vialli y Alessandro Del Piero. Esa vez la suerte no estuvo del lado holandés, que se quedó con las ganas de meter un doblete copero luego de la tanda de penales, donde la mala fortuna jugó para Davids y Sonny Silooy, quienes erraron sus disparos desde los 12 pasos. Más de uno marcará este punto como el final de este equipo y muy probablemente tengan razón, ya que para el posterior mercado de pases el plantel se desmanteló y se hizo inevitable una merma del nivel. Lo cierto es que marcó una época e hizo que los memoriosos recordaran esos grandes conjuntos holandeses que dieron cátedra en los ’70.
- AUTOR
- Facundo Mirata
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