América
Grupo Pachuca, rumbo a la expansión
Cuando Jesús Martínez y su equipo de colaboradores compraron el equipo mexicano Pachuca, allá por 1993, y que por ese entonces jugaba en la segunda división del país, los objetivos que se plantearon en el proyecto estaban claros: principalmente, el de ascender a la máxima categoría y conseguir que se convierta en un grande, pero además, y no algo menor, el deseo de convertirse en el club cantera de México. Es decir, que todas las categorías de la selección nacional (desde la mayor hasta la sub-15) tengan jugadores procedentes de las divisiones inferiores de la entidad.
20 años después, los que siguen encargándose de la administración y la estructura deportiva de los Tuzos son Jesús Martínez, como presidente, y Andrés Fassi, primero como entrenador y luego como vicepresidente. Ellos dos llevaron al Pachuca, a ser una entidad en la que basa su juego, su ideología y su futuro en las Fuerzas Básicas, como le llaman allí en México a las inferiores; del 2000 en adelante, aproximadamente 60 jugadores debutaron en el primer equipo, sumado a la gran cantidad de títulos conseguidos en las divisiones juveniles. A palabras del director de análisis de rendimiento y visoria del conjunto blanquiazul, Ignacio Hierro, cada semana llegan a ver hasta seis mil futbolistas y alrededor de 400 niños. Lo que se examina en ellos es que tengan buena capacidad técnica, velocidad y que demuestren personalidad.
“En nuestras visorias, buscamos el mejor talento futbolístico, pero también nos fijamos en la manera de ser de cada uno de los chicos. No solo tienen que jugar bien, sino que fomentamos el deber de poseer valores humanos”, agregó Fassi.
El proceso fue largo (y sigue siéndolo), pero se están obteniendo los frutos. Antes de conseguir el Clausura 2016 (su último logro), los Tuzos habían llegado hasta la máxima instancia en el Clausura 2014, que culminó con derrota frente al León, y varios jugadores aparecieron en ambas finales –entre ellos, Erick Gutiérrez, Hirving Lozano y Rodolfo Pizarro-. No solo los resultados se reflejan en el Pachuca, sino que también en la Selección nacional. Teniendo en cuenta las últimas convocatorias de la Sub-13, Sub-15, Sub-17, Sub-20, la Olímpica y la Mayor, hay hasta 47 jugadores que representan al club hidalguense, por lo que la labor en conjunto de esta institución es notoria.
En la final perdida del Clausura 2014 frente al León, el Pachuca se convirtió en el equipo más joven en llegar hasta esa instancia en la historia, con un promedio de edad de 25 años. Dos años después, cinco futbolistas representaron a México en los Juegos Olímpicos de Río 2016 y, a pesar de que el resultado no fue el esperado –eliminados en zona de grupos-, entre ellos se encontraron el mediocampista Gutiérrez (21) y el delantero Lozano (21), campeones del Clausura 2016 con los Tuzos –como ya fue dicho-, en el que demostraron un gran nivel y, además, tener mucho potencial a futuro.
Asimismo, el Grupo Pachuca buscó implementar su filosofía en otros equipos y países. Comenzó comprando el Club León, en 2010. Como el Pachuca en su momento, los Esmeraldas jugaban en la segunda división de México desde hacía ocho años, ya que habían descendido en 2002. La entidad, ubicada en el estado de Guanajuato, necesitó de una gran reestructuración; dos años después, lograron el ascenso a la máxima categoría y dos años posteriores al mismo, como ya se hizo referencia, se consagraron campeones del Apertura 2013 y del Clausura 2014. Sin embargo, el proyecto por el cual apostó el presidente no arrojó los resultados esperados, en cuanto a la utilización de canteranos se refiere. En un principio, de la mano del técnico brasileño Tita, se creyó que se iba a poder conformar un plantel con jugadores jóvenes, ya que habían debutado hasta 15 futbolistas en las filas leonesas, pero muy pocos lograron un rendimiento sostenido en el equipo y pocos terminaron por trascender.
Fassi, argentino y fanático de Talleres, se propuso devolverle la identidad a su equipo, por lo que se candidateó en las elecciones y las ganó, allá por 2014. Por ese entonces, el equipo de Córdoba se encontraba en el Federal A. Fassi es una persona autoritaria, que confía plenamente en su conocimiento y en su toma de decisiones. Cuando se reunió con Frank Kudelka, el técnico que eligió cuando se convirtió en el presidente, le explicó que la última palabra para cerrar los refuerzos la iba a tener él. Y que además, si se iba a invertir en infraestructura y en personal capacitado para potenciar las inferiores, necesitaba que cada año, un número determinado de jóvenes subiera al primer equipo. Este año “La T” es uno de los 30 equipos de la primera división, luego de dos ascensos seguidos (único equipo en salir campeón invicto en el Nacional B).
El proyecto deportivo del Grupo Pachuca se introdujo también en Chile en 2016, al conseguir el 80% de las acciones del Everton de Viña del Mar. El presidente será Pedro Cedillo, sobrino de Jesús Martínez, mientras que Hierro el director deportivo y Fassi el encargado de armar el plantel, todos nombres ya mencionados y conocidos en este texto. Los objetivos, por el contrario de los impuestos en las otras entidades, se tratan principalmente de salir campeones antes de los dos años a cargo. Posterior a eso sí, ya pensar en invertir en las inferiores ya que al conocer la institución, los dirigentes se encontraron con muy poco. Deben empezar de cero.
Comenzaron en su territorio y lograron sobrepasar las expectativas de sus ideas, de manera que se expandieron para desarrollar su filosofía en distintos países e incluso en otros continentes (tienen una parte del Real Oviedo de España). Lo que no deja lugar a dudas es que primordialmente, de la mano de Martínez y Fassi, sumado al apoyo económico, la experiencia y el conocimiento del fútbol y los negocios que poseen, es difícil que el Grupo Pachuca, cada vez que toma el mando de un club, no consiga evolucionarlo y no cumpla los objetivos que se plantea.
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