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Héctor Cúper y Juan Antonio Pizzi: dos vidas que se cruzan
El próximo 14 de junio, cuando se inaugure el Mundial de Rusia 2018, habrá un argentino en el banco de suplentes. Juan Antonio Pizzi dispondrá del esquema y la táctica del combinado de Arabia Saudita que enfrentará al local. Un día más tarde, por el mismo grupo, otro argentino, Héctor Raúl Cúper, comandará al seleccionado de Egipto luego de 28 años de ausencias. Lo hará ni más ni menos que contra el primer campeón, Uruguay. En la segunda fecha, los rivales se invertirán, para concluir en una tercera fecha enfrentándose Egipto y Arabia Saudita. Cúper contra Pizzi. Será su primer enfrentamiento como entrenadores. Y la primera vez en una Copa del Mundo como entrenadores para ambos, más allá de que Pizzi ya estuvo presente como jugador en Francia 1998 representando a España.
Considerando su etapa como futbolistas, solamente se enfrentaron en Argentina, cuando Pizzi daba sus primeros pasos luciéndose como delantero en Rosario Central, con Cúper como aguerrido y experimentado defensor en Ferro Carril Oeste, donde fue campeón dos veces, y Huracán, luego de haber formado parte del primer ascenso del Globo.
El último partido que los tuvo como protagonistas fue hace 20 años, el 29 de abril de 1998. Un ya experimentado Pizzi, como delantero del Fútbol Club Barcelona, era el primer suplente del equipo de Louis Van Gaal. Cúper, en su primera campaña europea, llevó al ascendido Real Club Mallorca a la final de la Copa del Rey. Mallorca había comenzado muy bien el partido definitivo ante la escuadra culé, con un gol del volante zurdo Jovan Stanković, pero Rivaldo igualó la contienda. En el minuto 76, Pizzi ingresó reemplazando a Sonny Anderson. El tanteador no se modificaría hasta llegar a la definición por tiros penales. Juan Antonio convirtió el cuarto para el Barcelona, luego de dos errados por lado. Recién en el octavo disparo, después de que Michael Reiziger anotara para los catalanes, Xabier Eskurza pateó bajo y al medio y el golero Ruud Hesp detuvo el balón con el pie. Fue el primer subcampeonato para Cúper en Europa. Si bien se tomaría revancha de un Barcelona ya sin Pizzi en la Supercopa española de ese año, el estigma de las derrotas en finales lo perseguiría en su carrera europea.
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Cúper perdería la final de la Recopa Europea 1999 contra Lazio, para luego pasar a dirigir al Valencia donde haría historia llegando a dos finales de la Champions League en 2000 y 2001, hecho inédito en la historia del club che, aunque sin poder consagrarse contra gigantes europeos como Real Madrid o Bayern Munich. Posteriormente pasaría al futbol italiano, donde estuvo a las puertas de romper 14 años de sequía en Serie A para el Inter de Milán, pero en la última fecha Lazio lo derrotó por 4-2. Esa primera década de Cúper fuera de Argentina, con un regreso a Mallorca, sería la más exitosa de su carrera.
Pizzi, por su lado, tras lucirse en Rosario Central, pasó un año al Toluca de México e hizo su desembarco en Islas Canarias defendiendo los colores de Tenerife, donde se destacaría como gran goleador durante cinco años, con un año en el medio en Valencia que no fue muy productivo. Fue en ese momento donde obtuvo la nacionalidad española, disputando 22 partidos con ocho goles para la Roja y participando de dos grandes torneos: la Eurocopa 1996 y el ya mencionado Mundial 1998. Justo un año después de que Cúper arribara al Viejo Continente, Pizzi emprendió la vuelta a la Argentina para jugar en River y su querido Central, con un breve paso por el Porto de Portugal, para terminar su carrera en Villarreal.
La segunda década del recorrido de Cúper en Europa coincidió con el inicio de la carrera de Pizzi como entrenador. Mientras, Cúper tuvo una trayectoria muy errática, incluyendo un descenso con el Parma de Italia en 2007, la selección de Georgia sin mayores logros, un buen ciclo en Grecia en el Aris Salónica, una mala estadía en Racing de Santander y un paso por dos años en el Orduspor turco y al Al Wasl de Emiratos Árabes Unidos. Un recorrido más bien extraño para un técnico que supo ser top en sus primeros cuatro años en Europa.
Por su parte, el desempeño del ex delantero como técnico fue de menor a mayor. Comenzó mal en Colón de Santa Fe, perdiendo los cuatro partidos que le permitieron dirigir, dado que como había realizado el curso de entrenador en España y no tenía los tres años de experiencia exigibles, en Argentina le aplicaron la misma cláusula que opera en España. Curiosamente, Roberto Mario Carlos Gómez, sustituto de Cúper en Mallorca, fue despedido por no cumplir la misma cláusula. Un posterior paso sin éxito de Pizzi por el equipo peruano de Universidad San Martín de Porres puso un alto en su carrera como entrenador, hasta que en 2009 fue contratado por el club chileno Santiago Morning, llevándolo a conseguir grandes resultados, lo que lo catapultó a uno de los grandes equipos trasandinos: Universidad Católica. Allí saldría campeón y alcanzaría los cuartos de final de la Copa Libertadores.
En base a esos buenos resultados y a su identificación con Rosario Central es que fue elegido como director técnico del conjunto rosarino en su segundo año en la B Nacional. Realizó una muy buena campaña hasta el final, pero sólo consiguió uno de los últimos doce puntos y tuvo que jugar la promoción contra San Martín de San Juan, al que no pudo derrotar. Decidió no continuar una vez consumada la permanencia en el segundo nivel. Unos meses más tarde, le llegó la gran oportunidad en su país natal: San Lorenzo de Almagro, el histórico rival del primer equipo que dirigió Cúper. Un año después saldría campeón del Torneo Inicial 2013. A los pocos días renunció por una oferta del Valencia, otra coincidencia con su futuro rival. Estuvo solo seis meses. La compra de Peter Lim y la llegada de Nuno Espírito Santo interrumpieron su carrera europea. Y no pudo ser profeta en la tierra cuyos colores defendió.
El gran cambio en la vida de Cúper llegaría el 2 de marzo de 2015, mientras Pizzi ya estaba trabajando en México como entrenador del Club León. El seleccionado de Egipto lo contrató para reemplazar al local Shawky Gharieb. En la década anterior, los faraones habían dominado el continente africano con tres títulos consecutivos en la Copa de África (2006, 2008 y 2010) y un fútbol de alto vuelo, pero quedaron a las puertas de la clasificación contra Argelia en 2006 y 2010 y fueron aplastados por Ghana en 2014. La Revolución Egipcia de 2011 condicionó en parte los resultados deportivos logrados por el seleccionado y no clasificó a los torneos continentales de 2012, 2014 y 2015.
Cúper comenzó su recorrido en las Eliminatorias para la Copa de África, con el objetivo de volver a ese torneo en el que habían reinado. Les tocó un grupo con Nigeria, una potencia continental. Sin embargo, consiguieron clasificar sin mayores inconvenientes. En la copa, Cúper logró con un equipo bastante sólido y ordenado y con el mejor jugador africano de la actualidad, Mohamed Salah, llegar a la final de la Copa de África en 2017. Comenzó ganando y manteniendo el control del partido, pero se metió atrás en el segundo tiempo y Camerún logró dar vuelta el resultado casi al final del encuentro. Otra vez una medalla de plata.
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En el medio, Juan Antonio Pizzi fue elegido por la Asociación Nacional del Fútbol Profesional de Chile para dirigir al equipo campeón de la Copa América 2015 en reemplazo de Jorge Sampaoli, que había abandonado la selección en pleno proceso eliminatorio. Dejó al León mexicano, donde no cuajó grandes actuaciones, para volver al país donde mejor le había ido. El inicio no pudo ser mejor. Logró la Copa América Centenario 2016 al derrotar a su país natal con disparos desde el punto del penal, al igual que lo había hecho su antecesor.
En Eliminatorias, el proceso de Cúper fue muy exitoso. Egipto llevaba 28 años sin disputar un Mundial. Ser emparejado en una zona con Ghana, equipo que venía de eliminarlo con humillación de por medio en 2014, no era un buen augurio. Sin embargo, dos triunfos en los primeros partidos contra Congo de visitante y Ghana de local iniciaron la euforia. Una derrota ante Uganda encendió las alarmas, dado que su rival accedía a la punta. Pero la victoria como local, con un gol de Salah a los 6 minutos, trajo tranquilidad en el cuarto partido. Y en el partido siguiente, la victoria frente a Congo en el último minuto con un penal de Salah clasificó a los Faraones desatando el delirio en El Cairo.
Para Pizzi, el proceso clasificatorio no fue un lecho de rosas. Una zona donde solamente Brasil se pudo despegar, con Uruguay, Colombia, Argentina, Ecuador, Perú y Paraguay peleando activamente. Chile y Perú recuperaron puntos que habían perdido en la cancha ante Bolivia por una mala inclusión de un jugador. En el medio, la Copa de Confederaciones en la que perdió la final con Alemania, aún jugando un gran fútbol. En las fechas 15 y 16, perdió de local por tres tantos contra cero con Paraguay y cayó en La Paz contra Bolivia. Así y todo, y debido a que Argentina y Colombia no ganaban y Ecuador no paraba de perder, Chile seguía con chances, pero con paraguayos y peruanos como rivales inesperados. En la anteúltima fecha, Chile recibía a Ecuador. Una victoria sobre el final gracias a un gol de Alexis Sánchez traía el alivio. Sin embargo, en la última jornada debía viajar a Brasil para enfrentar al rival que siempre lo eliminó en mundiales. Esta vez sucedió en Eliminatorias. Un 0-3 sin atenuantes, sumado al empate entre peruanos y colombianos y al hattrick de Lionel Messi en tierra ecuatoriana, dejó al bicampeón de América sin Copa del Mundo. Pizzi renunció a la selección chilena… pero no al Mundial, dado que el 28 de noviembre de 2017 Arabia Saudita lo anunció como reemplazo de Edgardo Bauza, quien lo había sustituido en San Lorenzo de Almagro.
Pizzi vs. Cúper, Cúper vs. Pizzi. Dos carreras que se cruzaron varias veces, aunque pocas en cancha, se verán las caras en Rusia 2018.
- AUTOR
- Pablo Dragun
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