Opinión
¿Héroe o villano?..
Debe ser difícil ser jugador de fútbol. Hay presiones, intereses, gloria, humillación y tantas otras cosas que aparecen ni bien se entra a una cancha. También debe ser complicado ser dirigente de una entidad. Todas las decisiones que tomes pueden favorecer o perjudicar la historia del club y un mal movimiento puede generar la explosión. Igualmente, lo más dificultoso en el mundo de la redonda tiene que estar relacionado con el trabajo de un entrenador. Si ganas todos son felices y la victoria es conjunta, pero si caes derrotado la culpa es tuya y solo tuya. Ojo, no todos piensan así, pero hay una parte del público que sí lo hace. ¿Y cómo se convive con ser ídolo y villano? ¿Existe eso? Claro que sí y hoy podríamos ponerle nombre y apellido: Arsene Wenger.
El francés hizo historia en los Gunners. Desde que llegó allá por 1996 ganó tres ligas, seis F.A Cup y seis Community Shield en 21 años en el cargo, pero por si les parece poco podemos sumar los subcampeonatos, aunque alguno dirá que «de los segundos nadie habla». Sin embargo, como bien dijimos más arriba, «no todos piensan así». Saquen la calculadora: seis subcampenatos de Premier, uno de F.A Cup, seis de Community Shield, uno en Champions League y uno en Europa League. Competir y estar no es para cualquiera, sobran los casos de equipos que hacen una buena campaña y desaparecen.
Probablemente las constantes eliminaciones de los Pistoleros en los octavos de final de la UCL; lleva seis temporadas sin pasar de octavos de final. Lo que no podemos obviar en este punto es que sus verdugos fueron Barcelona en dos ocasiones, Milan, Bayern Munich también dos veces y Mónaco, siendo éste último el rival más sencillo sin dudas. Lo cual conlleva a afirmar que tuvo el nivel más alto de competencia en sus adversarios. Nunca le tocó la cenicienta y claramente los sorteos no lo favorecen por estos años. Ahora habrá que ver si puede dar vuelta la serie frente a los conducidos por Carlo Ancelotti, si no es así podemos sumarle una eliminación más en manos de los bávaros.
Ahora bien, el conjunto del norte de Londres, desde la llegada de Wenger, se caracterizó por su buen trato de pelota. La tenencia, antes que apareciera Pep Guardiola, solía ser sinónimo de este equipo, y hoy por hoy en parte lo sigue siendo, pero ahora su estilo es más directo. Perdió intérpretes. La actualidad lo encuentra con poco material para competir y podemos decir que tiene tres claras figuras: Alexis Sánchez, Mesut Ozil y Petr Cech. Este dato no es menor porque muchas veces es lo que hace la diferencia en un encuentro.
Un escalón más abajo aparecen Olivier Giroud, buen jugador con un promedio de gol bajo para las grandes ligas, Santi Cazorla, un creador y malabarista constante pero que no juega desde octubre de 2016, Aaron Ramsey, otra gran baja por lesión desde fines de enero, Francis Coquelin, un gran recuperador que cumple a la perfección con su rol, Laurent Koscielny, el mejor y más constante futbolista y defensor que tiene el equipo, y Theo Walcott, que ha cumplido por momentos y en otros no. Además hay jóvenes promesas como Héctor Bellerín, Alex Oxlade-Chamberlain y Alex Iwobi, quienes por el momento han alcanzado las expectativas, sobre todo el español que se convirtió en una pieza inamovible a pesar de sus 20 años.
Estos serían los pilares y los nombres que faltan son los que cierran el equipo. Falta un salto de calidad y queda claro cada vez que enfrenta a un contrincante que desde el inicio se muestra más poderoso. ¿Falla en las compras? Posiblemente este sea el punto más claro a la hora de criticar al técnico galo. Sus últimas incorporaciones taparon problemas pero no fueron un salto de calidad. Granit Xhaka, Mohamed Elneny y Lucas Pérez quizás necesiten más adaptación, aunque en la inmediatez no sean un arma fundamental para competir contra grandes equipos. Está claro que hacen falta nombres para luchar en la elite máxima del fútbol, ya que sobran instituciones que apuntan con el dedo a un jugador y lo obtienen. Por eso hay que saber elegir muy bien y eso también podríamos criticarle a Arsenio, ya que parece haber perdido esa varita mágica que le marcó a los Thierry Henry, Dennis Bergkamp o Patrick Vieira.
No es poca cosa clasificar de manera constante a las competiciones europeas, algo que también lo marca como uno de los animadores firmes de la Premier League. Todos piden títulos y no es fácil conseguirlos. Las herramientas sabe usarlas y las exprime constantemente. ¿Puede dar el salto y volver a los primeros planos? Nunca se fue de los primeros planos, la diferencia radica en que no volvió a ganar un certamen tan importante como una liga. Es el hombre indicado para reinventarse y ratificar todo lo bueno que hizo. Es un laburo complicado ser entrenador.
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- AUTOR
- Facundo Mirata
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