Hoy es el fútbol 7 el que comienza a ganar terreno en la consideración futbolera. La reciente organización de la primera Copa del Mundo de la especialidad por parte de la International Football Association 7 en Guatemala significó un importante impulso para un formato. La competencia que coronó a Rusia como campeón, tras derrotar al combinado local en la final, contó con 14 seleccionados de distintas latitudes, convocando a figuras de renombre como los uruguayos Gabriel Cedrés, Álvaro Recoba y Antonio Pacheco, el ecuatoriano Iván Hurtado, el argentino Sebastián Cobelli,  el peruano Andrés Mendoza y el costarricense Rolando Fonseca, entre otros ex jugadores a nivel profesional.

IFA7 busca capturar la atención del público amateur con un formato atractivo que castiga el exceso de faltas –a partir de la sexta falta colectiva por tiempo de un equipo, cada infracción se castiga con un penal en movimiento-, promueve la agilidad del juego a partir de la existencia de espacios y facilita el gol mediante porterías de cinco metros de largo y 2,20 de alto. La presencia de un árbitro por campo, los tiros de esquina ejecutados con las manos –a modo de saque de costado-, los cambios ilimitados y la diferencia en las sanciones al recibir una tarjeta –el amonestado es reemplazado y no puede reingresar por dos minutos y el expulsado no puede reingresar y recién puede entrar un compañero en su lugar dos minutos después de la sanción-, son algunas características reglamentarias remarcables en la disciplina.

El fútbol 7 se encuentra en pleno desarrollo

La organización de torneos internacionales es otro punto que conviene resaltar. Con las estructuras nacionales en construcción y desarrollo, IFA7 organiza una serie de torneos internacionales que aportan competencia y promueven la actividad. Además de la flamante Copa del Mundo, que se disputará cada dos años, a nivel selecciones se disputan otros campeonatos como la Nations Cup, la Copa América y la International Challenge Cup. Cada nación miembro de IFA7 tiene la obligación de participar en tres de los mencionados torneos. A nivel clubes –o equipos, según la federación nacional- la World Cup Clubs Championship es el certamen anual que se constituye como la principal competencia internacional.

El crecimiento de la actividad es sostenido y promete el inmediato desarrollo del fútbol 7 en todo el mundo. Las consultas arriban a IFA7 desde distintas latitudes y más de un millón y medio de visitas en los medios online de la federación son la prueba fehaciente del interés que despierta el formato en los amantes del fútbol.

IFA7 en Argentina

Sin embargo, el equipo de nuestro país se nutre de futbolistas que disputan diversos torneos de fútbol 7 a nivel nacional y de la flamante Superliga argentina. Este certamen al que accedieron alrededor de treinta equipos se disputa en la zona oeste del Gran Buenos Aires y pronto tendrá sedes en La Plata, en zona norte y muy probablemente en Capital Federal.

Pero no todo es color de rosa en la realidad del seleccionado. Adrián Corrales, directivo del IFA7 en Argentina, manifiesta que “cada jugador debe costearse de su bolsillo el pasaje aéreo, la alimentación y parte de la indumentaria para cada torneo”. Corrales  agrega que “el gasto promedio por jugador para cada torneo se ubica entre los 1500 y los 1800 dólares”. Esto sin tener en cuenta la ropa de juego y el costo de la inscripción que sale del bolsillo del propio directivo y de algunos sponsors ocasionales que aportan a la causa.

Nuevos sponsors podrían seguir abriendo puertas a la actividad

Con esta realidad, la posibilidad de contar con más patrocinadores generaría un mayor desarrollo de la actividad a nivel nacional. También contribuiría enormemente a la competitividad de un representativo que va modificando su plantilla en base a las posibilidades económicas y laborales de los 25 jugadores que forman parte del grupo preseleccionado.

El fútbol 7 está abriendo una puerta importante. Una puerta que posibilita a gran cantidad de entusiastas futbolistas amateur, soñar con vestir la celeste y blanca y representar a la Argentina en un rectángulo de juego. Una Copa del Mundo, el himno nacional y el inmenso orgullo de defender la insignia argentina, conforman un atractivo cóctel en este nuevo escenario promovido por IFA7 a nivel internacional.