América
Interpretación de los espacios
Desde el comienzo de temporada, River se ha manifestado como un equipo reactivo, aunque con escasa generación de juego. La esencia colectiva en sí misma ha cambiado, y el cuerpo técnico aún se halla en la búsqueda de los mejores mecanismos. Marcelo Gallardo oscila entre diferentes esquemas, sin un patrón de juego reconocible alcanzada la mitad del torneo doméstico y jugados tres cotejos de la Copa Libertadores. Así las cosas, el equipo pudo hacer daño cuando cortó los intentos rivales y halló espacios.
El mejor ejemplo es el encuentro jugado ante Boca. A partir de un doble pivote conformado por jugadores de características similares -Nicolás Domingo y Leonardo Ponzio-, River presionó a su adversario acérrimo y pudo plantarse arriba en el campo con asiduidad. Sin embargo, en salida de balón y despliegue desde primera fase, el equipo no ha podido crear las ventajas necesarias. Aún así, en el juego ante Banfield, la pausa brindada por Andrés D’Alessandro y la fineza de sus toques hicieron que el conjunto de Núñez tenga mayor creatividad y ataque con determinación y claridad en diferentes momentos.
Fue el segundo partido del zurdo como titular tras su lesión muscular. Resultó raro su punto de partida, la banda derecha, pero se fue cerrando conforme al paso de los minutos para atacar la espalda de los centrocampistas contrarios. Desde allí creó líneas de pase, generó las mejores ocasiones y el penal que luego desvió Rodrigo Mora. No obstante, teniendo en cuenta que en la segunda mitad, D’Alessandro retornó a la banda para desnivelar con Camilo Mayada, toma relevancia una frase dicha por el entrenador en entrevista con TyC Sports.
“Si vos jugas de espalda al arco todo el tiempo, con la gran cantidad de gente que hay en la mitad de la cancha y con la gran presión de los rivales, es muy difícil. Hay que saber encontrar los lugares de la cancha donde puedas encontrar el espacio y la cancha de frente. D’Alessandro tiene libertad de movimientos, lo que no tiene que hacer es jugar de espalda. Andrés tiene la madurez y la experiencia para encontrar esos espacios”.
Dentro de las palabras del Muñeco, se halla la razón de por qué no ubica al ex futbolista de Internacional como enlace clásico. D’Alessandro tiene una claridad conceptual notable para encontrar el mejor posicionamiento, y por eso fue rotando en el campo a medida que el partido ante Banfield fue modificándose. En paralelo, la declaración del técnico en una entrevista a El Gráfico, cuando todavía no asumía en River, va por el mismo camino.
“No está mal que se los tire al costado (al enganche). Acá se encasilla mal al número 10, porque vos podés necesitar que el 10 juegue por adentro o por afuera, o un poco más retrasado o adelantado. El tema es que sepa manejar los tiempos, esa es la clave. A mí me encanta que mi equipo juegue con un 10”.
Ambas frases de Gallardo, referidas al enganche, pueden servir para interpretar las formaciones que alineó desde el inicio del presente curso. No ha repetido el once usualmente y algunos jugadores han actuado en ocasiones en posiciones no convencionales. De todas maneras, sin hablar de lugares fijos, el entrenador y sus ayudantes están en la búsqueda de los espacios que mejor puedan explotar sus jugadores. Tal vez por ello, Ignacio Fernández juegue por dentro o por ambos carriles, D’Alessandro arranque por banda (ante Patronato, tuvo una tendencia a moverse por dentro) y Sebastián Driussi alterne el extremo con la mediapunta.
Mientras Leonardo Ponzio intentó asentarse en la función de primer central -no es que desconozca la posición, aunque le cueste tomar referencias de marcaje- y retornó al centro del campo, el equipo afrontó una serie de lesiones y se halla en la búsqueda de su mejor versión. En tanto, al tiempo que el DT continúa probando diferentes soluciones en medio de la competencia, los jugadores buscan el espacio desde donde tener la cancha de frente.
Relacionado
- AUTOR
- Nicolás Galliari
Comentarios