Copas
Irlanda del Norte: Un milagro entre disparos
Del actual plantel, la mayoría tienen 30 años o más. Todos ellos han vivido en su adolescencia la guerra civil que existió por 30 años y que aún hoy sigue habiendo tensiones. De 1968 a 1998, Irlanda del Norte estuvo en guerra civil. Por un lado los unionistas, por otro los republicanos. Los primeros, en su mayoría protestantes, querían seguir ligados a la Corona Británica. Mientras, del otro bando, católicos ellos, pedían anexarse a la República de Irlanda. Durante esos 30 años, en el país de George Best, la violencia y las armas eran algo cotidiano.
Tan cotidiano que bautizaron a este enfrentamiento como “The Troubles” (“Los Problemas”). Un conflicto que requería de dialogo se terminó transformando, para la sociedad norirlandesa, como un problema más. Lo mismo daba la discusión entre quien tenía que jugar de titular en la Selección que elegir si ser dependientes o no de Inglaterra. Solo que uno quedaba en una discusión, mientras el otro implicaba muertes.
En ese contexto, la Selección de Irlanda del Norte nunca pudo hacerse con una plaza en una Eurocopa. En cambio, en mundiales, tuvo la posibilidad de disputar tres: 1958, 1982 y 1986. Inclusive, tanto en el 58 como en el 82 llegó más lejos de lo que esperaban. Sin embargo, la Selección no representaba a todo el país. Los católicos, quienes son más del 30% de la población, siempre sintieron a la República de Irlanda como su equipo. Algo típico es ver banderas del Reino Unido en las tribunas cuando juegan de local.
Las disputas políticas se acabaron en 1998, cuando se firmó el Acuerdo de Viernes Santo. Sin embargo, las grietas de una sociedad polarizada todavía están presentes en la isla. En 2002, Neil Lennon, quien siempre declaró ser católico, debió abandonar la Selección por amenazas de muerte de sus propios hinchas. Si bien la cantidad de muertes bajó, todavía existen casos que se asocian a grupos disidentes del IRA, quienes aún creen en el conflicto armado como una solución para integrar a ambos países.
El pacto de paz dictaminó que los nacidos en Irlanda puedan elegir entre representar al país del norte o del sur. A futuro, esto afectó a los norirlandeses, quienes perdieron a jugadores nacidos en el país pero católicos como Darron Gibson o James McClean.
Históricamente las diferencias tanto de jugadores como en experiencia en torneos continentales entre República de Irlanda y los del norte fueron abismales. Sin embargo, poco a poco la Selección de Michael O’Neill logró emparejarse con sus vecinos, sobretodo en el ránking FIFA, un objetivo que tuvo el DT desde el principio. “Debemos tratar de colarnos entre los 50 primeros. No va a ser fácil. Creo que necesitamos continuidad con los jugadores más jóvenes. Hemos conseguido adaptar al equipo a un buen puñado de jóvenes en los últimos dos o tres años y, con suerte, continuaremos así”, dijo O’Neill en una entrevista a FIFA.com.
.@NorthernIreland quiere hacer historia en su debut en una fase final de la EURO esta tarde. 💪 #POLNIR #EURO2016https://t.co/CM2fWQiZwQ
— UEFA.com en español (@UEFAcom_es) 12 de junio de 2016
Pero Irlanda del Norte no solo piensa en fortalecer a la Selección mayor, sino también en crecer a futuro, esta vez haciendo un duro trabajo en las categorías inferiores. “Hemos trabajado muy estrechamente con todos los jugadores, no solo con los internacionales absolutos, sino con la sub-21, 19 y 17”, aseguró el DT. Con los goles de Kyle Lafferty, el liderazgo de Steve Davis y la ventaja en contar con jugadores experimentados, Irlanda del Norte espera dar la sorpresa en el Grupo C frente a Alemania, Ucrania y Portugal. Sin dudas no lo tendrá nada fácil, pero si se trata de sufrir, peores cosas han pasado.
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- AUTOR
- Bruno Scavelli
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