Calcio
Italia, sin continuidad, sin identidad
Era previsible un segundo lugar en el grupo de Eliminatorias. Ante una España incontestable, Italia poco pudo hacer para esquivar el repechaje. Previsible fue también el juego del seleccionado, desde la asunción de Gian Piero Ventura hasta la finalización de la serie con Suecia. Sin una idea, sin identidad, el equipo azzurro se derrumbó y le dijo adiós a la posibilidad de clasificar al Mundial de Rusia. Su ausencia se repite tras 60 años, puesto que la Copa disputada en tierras suecas de 1958 había sido la última en que no participó. A la frustración, suma que no pudo avanzar de primera ronda en las dos siguientes ediciones tras la consagración de 2006.
La incapacidad de marcar un gol en 180 minutos, con una búsqueda anodina, hizo temblar el territorio del país de la bota. Carlo Tavecchio, presidente de la federación italiana, había dicho previamente que no clasificar sería un apocalipsis, y será tiempo ahora de una renovación desde cualquier perspectiva. De hecho, Gianluigi Buffon, que no consiguió llegar al récord de disputar seis Mundiales, renunció a la Selección y cede su lugar a arqueros como Gianluigi Donnarumma o Mattia Perin. Podría ser difícil de imaginar un Mundial sin el combinado de una nación que cuatro veces se subió a lo más alto del mundo, no obstante es un suceso que acontece y deja perplejo. Siempre Italia se caracterizó por su competitividad, por decir presente y sacar fuerzas hasta en los momentos de mayor zozobra, aunque esta ocasión no fue similar.
Ventura nunca pudo darle una filosofía a su equipo. Se trata de un entrenador de la vieja guardia, que hizo del Torino un equipo de autor que escaló a las primeras posiciones de la Serie A hace tres temporadas. Sin embargo, la falta de clarividencia de la dirigencia para una continuidad respecto a sus antecesores llevó al fracaso. Frente a los escandinavos, la Nazionale no pudo quebrar un repliegue bajo mediante una gestión pobre de pelota, y facilitó el trabajo de la defensa rival con centros desde cualquier sector del campo. Nunca pudo imponerse en el área contraria y un gol fortuito de Jakob Johansson en la ida lo terminó dejando de lado. La convicción sueca, que presionó en la ida y controló los embates italianos en San Siro, se llevó por delante al equipo del entrenador de 69 años.
Con la contratación de Cesare Prandelli, pareció ser la época en que Italia cambiaría parte de su rica tradición para darle lugar a una búsqueda por dominar desde la posesión y el ataque organizado. El ex técnico de Fiorentina se vio avasallado por los resultados y, contra las cuerdas, volvió a las bases frente a Uruguay en Brasil 2014; nada pudo hacer y la derrota por el cabezazo a la red de Diego Godín marcó el final de una era. Antonio Conte, por su lado, dotó al equipo de otros matices, le imprimió a sus jugadores un mayor rigor táctico, e Italia arribó a cuartos de final de la última Eurocopa. Para el recuerdo queda aquella eliminatoria con España en París, cuando controló al adversario e impuso de principio a fin su idea.
Posteriormente a su salida rumbo a Chelsea, Tavecchio decidió arriesgarse por un hombre que venció con poco margen ante rivales de mucha menor envergadura y sufrió una goleada histórica ante la Roja en el proceso de clasificación. Daniele De Rossi nunca pudo erigirse en salida, los desbordes de Antonio Candreva y Matteo Darmian constituyeron la única arma de ataque, Marco Verratti no pudo ser ese talento que actúe como eje del juego filtrando pelotas entre líneas y el nacionalizado Jorginho debutó como titular en el partido más importante de los últimos años. Italia se atascó por el medio en la repesca, nunca tuvo salida, y el DT dejó insólitamente a Lorenzo Insigne en el banco. El delantero del Napoli había sido titular en gran parte de los encuentros disputados en el pasado reciente, pero Ventura acumuló delanteros y no lo incluyó.
En medio de una liga que se presta a la evolución, con el juego del Napoli de Maurizio Sarri como máximo estandarte, la Selección apostó por las viejas formas y no le resultó bien. Simone Inzaghi, Eusebio Di Francesco, Luciano Spalletti, entre otros, hacen del certamen italiano un campeonato que cada fin de semana da un paso adelante en sus maneras. Será tiempo de acentuar ese aspecto y agarrarse de ello, ahora mismo que los cimientos se mueven como nunca antes.
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- AUTOR
- Nicolás Galliari
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