Algunos lo conocen como la “pluma blanca”, por lo menos ese es el apodo que le adjudicaron. Mientras, otros pocos lo recuerdan como Carboni, a menos que no hayan jugado con Italia en el International Superstar Soccer Deluxe para Sega Genesis. Presentamos a un gran jugador de los años noventa: Fabrizio Ravanelli.

Las cosas locas de la vida hicieron que naciera en Perugia, Italia, un 11 de diciembre de 1968, y se retirara también allí a mediados de 2005. Y el AC Perugia fue el club que le permitió iniciarse como jugador profesional luego de pasar por las divisiones inferiores.

Jugador zurdo y de potente cabezazo, debutó en la Serie C con el equipo de su ciudad en 1986. Estuvo tres años, convirtió 41 goles en 90 partidos disputados en total y ascendió a la Serie B, para luego emigrar al Avellino de esa misma división en 1989.

Con Del Piero fue compañero en Juventus y la selección italiana

Además, tuvo un paso breve paso por Casertana y Reggina antes de arribar a Juventus en 1992. Y ahí haremos un párrafo aparte literalmente. Porque fue en la Vecchia Signora donde se destacó por sus títulos y goles en el mundo de la cultura redonda.

Canoso él, por eso el mote de «Penna Bianca» (pluma blanca en español), fichó en la temporada 1992-1993 con Giovanni Trapattoni como entrenador. Se lució en la delantera con Gianluca Vialli y el gran Roberto Baggio, obteniendo la Copa UEFA tras vencer a Borussia Dortmund con un global de 6-1, a pesar de que Fabrizio fue suplente en ambos partidos.

Ya con Marcello Lippi en el banco de la Juve, Ravanelli también ganó el Scudetto, la Copa Italia y la Supercopa italiana de la temporada 1994-1995. Al año siguiente, alcanzaría el trofeo más preciado a nivel de clubes en Europa: la Champions League. En la final frente al Ajax de Holanda en el Estadio Olímpico de Roma, anotó el gol del empate que llevó el encuentro a penales (4-2). Pero fueron cinco en total los tantos que marcó Ravanelli en aquel certamen. Sólo uno menos que el goleador de ese equipo campeón, un tal Alessandro Del Piero.

Tras su paso exitoso por el conjunto de Turín, se mudó a la isla de Gran Bretaña después de que el Middlesbrough lo comprase en una suma de siete millones de libras, convirtiéndose así en el jugador mejor pago de la liga inglesa. Allí marcó 17 goles en 35 apariciones, antes de que el Boro descienda a segunda división.

Después del mal trago en Inglaterra, Ravanelli emigró a Francia para ponerse la casaca de Olympique de Marsella durante tres temporadas. En el elenco galo disputó 64 encuentros y anotó 28 veces, pero no pudo gritar campeón. En busca de nuevos títulos, retornó a su tierra natal y firmó para Lazio. Con la Biancazzurri de varios jugadores argentinos en el plantel, entre ellos Diego Simeone, Matías Almeyda, Roberto Sensini y Juan Sebastián Verón, ganó la Supercopa de Europa de 1999, el Scudetto de la temporada 1999-2000, la Copa Italia y la Supercopa italiana.

Durante esa etapa, si bien logró varias conquistas, tuvo una pobre cosecha de goles: anotó sólo en cuatro oportunidades en 27 cotejos disputados. Sin un lugar en el equipo de la capital italiana, en 2001 decidió volver a Inglaterra para jugar en Derby County, para luego pasar al Dundee United de Escocia.

Finalmente, Ravanelli jugó la temporada 2004-2005 con el club donde se formó: el Perugia. Y con otro descenso en la espalda, el buen centro delantero que dio Italia en los noventa se retiró del fútbol profesional. Por lo menos como jugador…

Con la camiseta del Dundee United, en el ocaso de su carrera

Su paso por la squadra italiana

Ravanelli también fue jugador de selección. Participó con Italia en la edición de la Eurocopa de 1996 y no pudo marcar goles. Además, se quedó con las ganas de disputar una Copa del Mundo en 1998. Una lesión de último momento fue la culpable. En total jugó 22 partidos con la Azzurra y anotó ocho goles.