Jugadores Noventosos
Jugadores noventosos: Ian Wright..
Su carrera como futbolista no comenzó en un equipo grande, pero a base de romper redes se ganó el respeto de sus compañeros y de los jugadores de otros bandos. Su siguiente paso sería crucial para su carrera porque se convirtió en una pieza clave en uno de los conjuntos más poderosos de Inglaterra y poco a poco se volvió ídolo. Sus goles lo llevaron a la idolatría pero su particular forma de ser ya había marcado su vida, aunque terminó por influir cuando colgó los botines. Repasemos la vida y obra de este gran delantero inglés que sigue dando que hablar lejos de un área chica.
Como si se tratara de un buen vino, esos que tardan en asentarse y en beberse, Wright arribó al fútbol de élite en una edad avanzada. Su debut en primera se dio cuando tenía 22 años y fue lejos de los grandes escenarios con la camiseta del Crystal Palace. Al mejor estilo sudamericano, este ex delantero probó suerte varias veces pero los entrenadores siempre le bajaron el pulgar, unos visionarios los muchachos. Su vida se dividía entre su pasión por la redonda y un trabajo de albañil que tomó para sostener su economía. A pesar de las amarguras, nunca abandonó su pasión y despuntó el vicio en ligas menores o amateurs. Un observador del Crystal, esta vez sí con buen ojo, le dio una chance y cuando todo parecía perdido su vida dio un vuelco y firmó su primer contrato.
Corría 1985 y su flamante equipo estaba en la Segunda División. Los flashes de las cámaras estaban lejanos, sin embargo poco le importó porque en su primera temporada se convirtió en el segundo goleador de su club y para confirmar que su llegada no fue pura suerte, en el ciclo 1988/89 se despachó con 24 goles y un ascenso a Primera. Sus actuaciones dejaron de pasar desapercibidas y en 1991 apareció en Selhurst Park el Arsenal con una bolsa de libras esterlinas para llevarlo al viejo Highbury. La idea lo sedujo y armó las maletas. De aquí en más su vida dio vuelco de 180°. El mundo de los Gunners era distinto y él lo comprendió de inmediato ya que en su primer año le arrebató el premio de máximo artillero a Gary Lineker. Paso a paso se ganó el cariño de los hinchas y comenzó a mostrar una faceta distinta: se convirtió en un showman.
Sus tantos fuera de serie, su espíritu bromista dentro y fuera del vestuario y sus festejos con coreografía incluida se hicieron moneda corriente en el viejo estadio del norte de Londres. Los fans comenzaron a adorarlo rápidamente y mucho más luego de levantar la FA CUP y la Copa de la Liga en 1993. Sus grandes actuaciones también se vieron reflejadas en el Viejo Continente cuando los Pistoleros se llevaron la Recopa Europea, aunque el punta se perdió la final frente al Parma porque en la semifinal lo amonestaron y tuvo que cargar la suspensión en la definición. Su temperamento solía pasarle malas jugadas y ésta fue una de esas oportunidades.
Tuvo su revancha al siguiente año cuando enfrentó al Real Zaragoza en la final de la misma competencia, pero esta vez se quedó con las ganas de alzar el trofeo porque el conjunto español se llevó la victoria por 2-1. Wright anotó goles en todas las etapas de la competencia aunque la final le fue esquiva, el trofeo de máximo goleador (nueve goles) poco le importó quizás porque quedar en la cima de la tabla de goleadores se volvió moneda corriente. Durante seis años consecutivos fue el Capocannoniere del Arsenal. El tiempo pasó y las lesiones comenzaron a afectarlo. En 1998 la llegada de Nicolas Anelka lo relegó al banco de suplentes, pero él tenía una meta para alcanzar: los 179 goles para de esa forma pasar al entonces goleador histórico de la entidad, Cliff Bastin. El rival de turno fue el Bolton y solo le faltaban dos goles para superarlo, pero tras anotar solo uno el delantero no contuvo su euforia y mostró una camiseta con el mensaje: «179 – Just Done It!». La locura estaba desatada y poco le importó.
Su amor por el gol continuó y en total con la camiseta del Arsenal, Ian festejó 185 goles en 288 partidos, una marca que tomó varios años en ser superada y este récord fue roto por otro jugador que se convirtió en ídolo con el tiempo: Thierry Henry, quien encabeza la lista de los 50 mejores jugadores de la historia del conjunto inglés y que gracias a los votos de los hinchas y a una encuesta realizada por el propio club dejó a Wright en el cuarto puesto solo por debajo de Dennis Bergkamp y Tony Adams. En 1998, el punta se marchó del club albirojo y desembocó en el West Ham para luego pasar al Nottingham Forest, más tarde al Celtic de Escocia y terminó su carrera en el Burnley. Probablemente su saldo negativo lo tuvo con la Selección de Inglaterra donde no pudo disputar una Eurocopa o un Mundial, primero por elecciones de los entrenadores de ese momento (Graham Taylor y posteriormente Terry Venables), aunque las lesiones le jugaron en contra en el Mundial de Francia 1998. Los timbos los colgó en el 2000 y tras su retiro pasó a incursionar en trabajos relacionados con la redonda pero lejos de un terreno de juego.
Su vida fuera de las canchas fue tal cual la hubiera imaginado un fanático: se convirtió en una estrella de la televisión. Este salto era algo de imaginar porque Ian ya había dejado entrever una faceta algo diferente mientras pateaba una pelota porque en 1993 lanzó una canción interpretada por él mismo. La melodía, con ritmo de discoteca, hasta tuvo su propio video en el que se pueden observar sus dotes de bailarín. Más tarde y ya retirado participó como conductor de varios programas y hasta se calzó el traje de animador en Big Brother, el reality show que encierra gente en una casa, aunque en un principio tuvo hasta tuvo su propio programa de entrevistas por donde pasaron Elton John, Mariah Carey y Will Smith. Un fuera de serie que se ánimo a participar de un programa donde puso a prueba su resistencia y escaló la montaña más alta del ártico ubicada en Groenlandia. El documental se puede ver completo en internet y sobre el final se observa su emoción luego de lograr su objetivo. Más tarde volvió a interactuar con la redonda pero de una forma bien diferente ya que formó parte del programa Football Behind Bars, otro reality pero que intentaba socializar a jóvenes encerrados en la cárcel a través del fútbol.
El mítico goleador también tuvo apariciones radiales pero una de sus mejores facetas la mostró a la hora de hablar de fútbol. Estuvo como comentarista para la BBC en los Mundiales de Corea-Japón 2002, Alemania 2006 y la Eurocopa del 2004 en Portugal, donde se refirió a la actuación de la Selección de Inglaterra, aunque en el 2008 renunció a su cargo y criticó al programa porque lo usaban como «un bufón de comedia». Hombre divertido pero con pocas pulgas, sin embargo tampoco tuvo dilemas para hacer comerciales de televisión y hasta se puso a bailar como un pollo en uno de ellos.
De tal palo tal astilla asegura el clamor popular y bien podría entrarle ese traje a este ex delantero porque dos de sus hijos siguieron su camino y se hicieron futbolistas. El más reconocido es Shaun Wright-Phillips, hijo adoptivo del centrodelantero, y que se inició en el Manchester City para luego recalar en el Chelsea, aunque hoy se desempeña en el New York Red Bulls de Estados Unidos. Otro que siguió su senda fue Bradley Wright-Phillips, el cual tuvo una carrera similar a su hermano porque se inició en los Ciudadanos y hoy forma parte del club blanquirrojo yanqui. Otro de sus hijos, Brett Wright, se probó en el Reading y llegó a jugar para la reserva, mientras que Stacey Wright cambió la redonda por la ovalada y se dedicó al rugby.
Como buen hombre de los medios, Ian mantiene muy activa su cuenta de Twitter (@IanWright0), en la cual muestra constantemente su amor por el Arsenal. Sus comentarios partido tras partido suelen ser la atracción de los fans del conjunto del norte de Londres. Seguramente con el paso del tiempo se podrán agregar varios párrafos más a su biografía porque como lo ha demostrado es un hombre inquieto que siempre busca nuevas aventuras, pero mientras tanto y para muchos será recordado por sus grandes goles. Otro loco lindo que dejó el fútbol pero que por suerte sigue destilando su magia fuera del terreno de juego..
- AUTOR
- Facundo Mirata
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