Youri Djorkaeff nació en Lyon cuando corría el mes de marzo de 1968. Hijo de padre proveniente de una etnia mongola de Rusia y madre armenia. Una noche de verano de 1984, en Marsella, la Selección francesa disputó la semifinal de la Eurocopa ante Portugal. Fue un emocionante partido y el hombre de esta nota estaba junto a su padre viviendo el encuentro que terminaron ganando los galos con gol de Michel Platini sobre el final.

«Jamás lo he podido olvidar, fue una de las noches que marcaron mi adolescencia, porque yo estaba allí, en el Velódromo de Marsella y, entre la muchedumbre, vi cómo Platini derrotaba a Portugal».

Fueron las palabras del talentoso jugador que con tan solo 16 años tenía claro que quería ser jugador de fútbol.

Arrancó su carrera en el Grenoble Foot 38 exhibiendo gran calidad y liderazgo, demostrando que podría convertirse en jugador de cualquier equipo grande. Ahí dio a conocer su apellido por todas la canchas de la Ligue 2, en donde fue capitán con tan solo 19 años, para pasar en 1989 al Racing de Estrasburgo, equipo con el que se consagraría para llegar a la Primera División. Apodado la serpiente francesa debido a que era un mediapunta llegador y escurridizo que se colaba fácilmente entre los defensores rivales, vale destacar también que tenía una gran calidad con la pelota, con buen remate de media distancia y de tiros libres directos. Un player muy completo con mucha técnica.

Estampa de crack

Corría el año 1991 cuando Youri fue fichado por el Mónaco, sitio en el que consiguió en cuatro temporadas sus primeros títulos. En la campaña de su debut en el club, triunfó obteniendo la Copa de Francia y el premio Pichichi en la Ligue 1. Luego de cuatro cursos, se marchó al París Saint-Germain, institución en la que conquistó el titulo de la Recopa que le permitió salir de su país para jugar en el Inter italiano, donde llegó a ganar la Copa UEFA (hoy Europa League).

Vivió una gran temporada en el conjunto de Milán que le sirvió para ser parte de la Selección de Francia en el Mundial de 1998. Sin lugar a dudas, ese fue el combinado de su país con el mejor plantel que integró, con jugadores como Robert Pires, Zinedine Zidane, Patrick Vieira o Thierry Henry, entre otros. Un equipo muy rico en cuanto a calidad. Fue uno de los mejores y brilló en su máximo esplendor, hasta alzar la Copa del Mundo.

Snake, así era su apodo cuando jugaba profesionalmente y como se titula su libro autobiográfico, es sin duda una de las máximas figuras que dio la cantera francesa inoculando su veneno entre los defensas rivales, despertando el interés de los equipos más grandes del mundo. Jugó en cuatro de las principales ligas de Europa. Sólo le faltó actuar en el fútbol español, que como dato anecdótico fue a la selección que tuvo a maltraer, marcándole a Andoni Zubizarreta en la Euro de Inglaterra 1996 y cuatro años después a Santiago Cañizares en la misma competición disputada en Bélgica y Holanda, en la cual se coronó campeón con su Selección.

Probó suerte en Alemania, más precisamente en el Kaiserslautern hasta 2002, para marcharse a la Premier inglesa y jugar en el Bolton y después en Blackburn Rovers, alternando varios meses de lesiones y un buen juego que le permitió participar en el Mundial Corea-Japón 2002. Ese certamen iba ser lo último de Djorkaeff con su seleccionado. El año en que puso punto final a su carrera, ahora a nivel clubes, fue en la temporada 2005/06 en Estados Unidos, cuando integró el plantel de los Metro Stars de Nueva York.

El festejo con la camiseta de Francia, una constante

Recorrió la mayoría de las ligas más importantes del mundo. Quizás no ganó mucho con sus equipos, pero con su país se consagró en todo lo que se puede ganar como futbolista de una Selección Nacional.

Luego de su retiro, Youri fue presidente de Unión General Armenia, un equipo de categoría menor de Lyon. Escribió su propia biografía, la cual se titula Snake como dijimos anteriormente. También creo una fundación sin fines de lucro en Nueva York que lleva las siglas YDK, con la misión de proporcionar servicios y programas a los niños de la ciudad a través del fútbol para el cambio social y la mejora en salud mental, área física y educación. La serpiente, además, grabó una canción estilo house, pero como cantante fue muy buen jugador.