Cultura Redonda charló con el jugador nacido en Arroyito hace 33 años y que debutó hace ya 15 en Lanús. Jugó para los seleccionados argentinos juveniles Sub-17, Sub-20 y Sub-23, peleó descensos y también parte del primer título local del Granate y, además, estuvo en el primer campeonato del Muñeco Gallardo como DT. Su trayectoria lo llevó a recorrer varios países del continente, donde sufrió las dificultades sociales de vivir en Venezuela alejado de su familia y aunque no parezca no se imagina siendo entrenador de mayores en el futuro.

CR: — ¿Cómo podes describir la experiencia de haber ganado un título en un seleccionado argentino (Juegos Panamericanos 2003)?

Marcos Aguirre: —Hermoso, desde que comencé a ir al Sub-17 me dieron la oportunidad de viajar, conocer muchos lugares, vestir esa camiseta es lo más lindo que le puede tocar a un jugador después de debutar en Primera.  Esos juegos no tenían una responsabilidad de clasificar, porque Argentina ya estaba clasificada, ese título nos queda para nosotros, es algo que muchos jugadores no pueden conseguir.

Con la camiseta de Argentina.

CR: —Debutaste en Lanús, formaste parte de un ciclo que incluyó salvarse del descenso, luego salieron subcampeones y por último, formas parte de la nómina de jugadores que consiguieron el primer título local: ¿Cómo describís eso? —

M.A: —Orgullo porque viví casi cinco años en la pensión del club, entonces lo compartimos con muchos jugadores de inferiores. Cuando agarró Ramón Cabrero el equipo estaba peleando cerca de los puestos de promoción, se dieron algunos resultados, las campañas que siguieron fueron muy buenas y el club pudo consolidar muchos jugadores de inferiores.

CR: —Después te fuiste a jugar al Real Valladolid de España, como a muchos jugadores les pasa. ¿Tenías en mente jugar en Europa?

M.A: —La verdad que no, yo estaba muy cómodo en Lanús, me crié prácticamente ahí. Fue un paso que no disfruté, estuve solo un año y medio en España. No tomé dimensión de donde estaba. Fui feliz cuando volví. Me queda la experiencia de haber jugado en una de las mejores ligas del mundo, pero no lo viví como lo tendría que haber vivido.

CR: —Derribás un mito entonces, no solamente hay que mirar la parte cultural, la parte afectiva te afectó bastante.

M.A: —Para mí era jugar en la misma que liga que Argentina, quizás si estaba más maduro lo vivía de otra forma. Se dieron algunas circunstancias que llevaron a mi salida. Si fuera por mí hubiera jugado toda mi vida en Lanús.

CR: —Quedaste marcado por ser el jugador que convirtió el gol que le permitió al Real Valladolid quedarse en primera.

Marcando a un tal Iniesta.

M.A: —Es un grato recuerdo, no convertí muchos goles pero hice el que le dio la permanencia.

CR: —Volviste a Lanús, pasaste por Arsenal y San Martín de San Juan, estuviste en el nacimiento del equipo campeón del 2012

M.A: —Estuve el torneo anterior. Fui con Alfaro, gran entrenador, había tenido una lesión y no jugué los partidos que necesitaba. Gustavo es muy motivador.

CR: —Cuando fuiste a San Juan volviste a mudarte a un lugar que no es el tuyo.

M.A: —Me costó, ahí mi señora quedó embarazada y no tuvimos las comodidades que nos habían prometido. Buscamos una salida a los seis meses y se dio lo de Nacional de Uruguay.

Su actualidad en el Deportivo Pasto.

CR: —Fuiste parte del plantel campeón del 2012, la primera experiencia de Marcelo Gallardo como DT.

M.A: —Tuve ese placer de tenerlo como entrenador. Él había recién dejado de jugar y agarró al equipo.  Un placer como entrenador y como persona.  También como país Uruguay fue una linda experiencia, tenemos familiares y amigos ahí .

CR: —¿Desarraigarte en Uruguay no fue tan malo como en otros lugares?

M.A: —Si bien no fue excelente, desde lo profesional fue muy bueno, en lo personal estuvimos muy cómodos, hicimos muchos amigos. Conseguimos ese primer título del Muñeco como DT y para mí es una satisfacción enorme.

CR: —Tuviste una escala en Instituto y luego te fuiste a Aragua (Venezuela)

M.A: —Fue una decisión personal, siempre quise jugar en Córdoba, tengo familiares hinchas de Instituto.  Después comenzó el recorrido por distintos países que me permitieron desarrollar una buena carrera, hasta el día de hoy.

CR: —La liga venezolana es de las más atípicas. ¿Te costó mucho decidirte a ir?

M.A: —La verdad que sí.  Desde lo económico fue bueno, lo tomamos por ese lado. Es una oferta que no pudimos rechazar. Luego el país empezó a andar mal, mi familia se fue, yo estuve solo un tiempo.  Fue una experiencia difícil.

CR: —Seguiste tu camino en Chile (Antofagasta)

M.A: —Sí. Fue uno de los países que más disfrute por la calidad de vida, la educación de mi hija. Me gustaría volver si me da el tiempo y los años (se ríe).

CR: —Cuando se termina tu contrato, ¿tu pensamiento es volver al fútbol argentino o seguir en el exterior?

M.A: —Siempre la idea era jugar ahí, muchas veces las puertas no se abrieron.  Ya tengo 33 años, estamos cansados de esta vida de viajar, de que los nenes se acostumbren a un país, a otro. Ojalá que nos podamos instalar en Argentina y hacer los últimos años de la carrera cerca de la familia.

CR: —¿Qué podés comentarnos de Colombia, sobre su liga y la vida cotidiana?

M.A: —Es una liga competitiva y pareja donde uno se puede destacar. La vida y la educación son muy buenas.

CR: —¿La liga de allí tiene un formato muy parecido al que teníamos antes en Argentina?

M.A: —Tiene otro tipo de motivación para los equipos chicos, clasificarse, buscar un torneo internacional. Es más parejo para todos.

CR: —De todos los países que has pasado, ¿cuál es el que mejor trabaja?

M.A: —Yo creo que Chile. Poniendo todo en la balanza es una liga competitiva, de mucho nivel.

CR: —¿Tu contrato con Deportivo Pasto cuándo termina?

M.A: —En Junio del año que viene.

Con la camiseta de Lanús, su primer club.

CR: —¿Cuando se termine querés volver para la Argentina?

M.A: —Sí, veremos que es lo mejor para el club y para mí en Diciembre. Tenemos ganas de instalarnos allá.

CR: —¿Cómo será tu futuro después de terminar tu carrera?

M.A: —Me gustaría trabajar con las infantiles. No quiero ser la cabeza de un cuerpo técnico. Está la idea de hacer el curso de entrenador.

CR: —Dada tu experiencia en el continente, y teniendo en cuenta el presente de la Selección Argentina, ¿cómo viven en el exterior el hecho de que Argentina pueda quedar afuera del mundial?

M.A: —Es todo consecuencia de lo mal que se ha hecho todo este último tiempo. Quizás ahora se está acomodando un poco la AFA, con errores, como lo hizo siempre.  De los errores cometidos se llegó a esta situación.  Malísimo que con esta clase de jugadores estemos dependiendo de un partido para lograr una clasificación. Quizás uno dice que se quede afuera para que las cosas cambien. Pero no me entra en la cabeza que Argentina no clasifique.

CR: —Te quedó pendiente jugar en la selección mayor, pasaste por el Sub-17, Sub-20 y Sub-23.

M.A: —Sí, eso, jugar en un equipo grande, creo que tuve buenas temporadas y no pude dar ese salto. No me arrepiento de la carrera que hice, me quedará el sueño para otra vida.