Argentina
Kurt Lutman: “La literatura y el fútbol son dos actos poéticos”
Kurt toma su bicicleta y recorre las calles rosarinas. Lleva su último libro a domicilio y comparte charlas. Pero antes de una nueva salida, se hizo un tiempo para hablar con Cultura Redonda en un caluroso mediodía rosarino. Le da un tono profundo a sus argumentaciones y recorre cada tema: su despedida prematura del fútbol allá por inicios del presente siglo, los comienzos en la literatura, la militancia social, la legalización del aborto, Diego Maradona y la formación de futbolistas juveniles. Pasá y conocé a un artista que fusiona las letras y la pelota.
CR: Publicaste tu cuarto libro y hoy salís en bicicleta por la ciudad a repartirlo. Pero, ¿cómo te trató el 2020?
- Como a todos, nos cacheteó. Particularmente, me expuso a un montón de dificultades que tenía y venía postergando. Fue de mucho crecimiento. Siento que cuando uno puede mirarse de manera sincera y ver todo lo que le falta, sus sombras y lo que hace ruido, crece. Por otro lado, pude sacar dos libros: “Arco Sur”, el cuarto, y “Juguetes”, la recopilación de mis primeras obras. Estoy feliz de poder editarlos y salir a la calle con ellos.
CR: ¿Cómo se inició tu camino en la literatura? ¿Fue inmediatamente tras finalizar tu carrera de futbolista?
- Sí, lo empecé a hacer muy de a poco. Era el año 2001 cuando empecé a escribir textos. Los primeros fueron para una revista callejera de barrio Azcuénaga (Rosario) y después comencé a colar notas en la revista El Eslabón, de una cooperativa de prensa. Así fueron mis inicios.
CR:¿Fue difícil encontrar un estilo que te identificara, una forma?
- Es una gran pregunta. No se trata de no saber, uno ya sabe quién es y el estilo que le gusta. El tema es comenzar a limpiar un montón de cosas que sobran y lo alejan de uno, por ejemplo el prejuicio de que tenemos que escribir como otra persona. O pensar que lo que uno hace no tiene validez. Entonces, ya desde ahí uno está alejado de su esencia. Cuando uno empieza a tomar el camino propio, aparece sola la forma, y eso es maravilloso.
CR: ¿Crees que el fútbol es un gran lugar para contar historias? ¿Cómo se relaciona la pelota con el arte de escribir?
- Es un gran escenario, muy mirado. Se lo visita y se lo habita todo el tiempo. Una gran parte del pueblo argentino tiene una fascinación. Se corre con ventaja porque la historia que se está por contar ya tiene la adhesión de un montón de gente. Y el interés. Por otro lado, siento que el fútbol es un juego pero, al igual que otros, es un arte, por lo que se vincula desde ahí. La literatura y el fútbol son dos actos poéticos.
CR: ¿Qué futuro ves hoy en tu camino dentro de la literatura? ¿Tenés pensado seguir escribiendo, explorar otros lugares?
- La verdad, no tengo idea. Por el momento, estoy escribiendo. Suelo moverme lo más paso a paso posible. Predecir que mi vida seguirá ligada a la literatura es imposible, porque no sé para qué lado arrancaré el día de mañana. Soy muy inquieto y me gusta el arte en todos los sentidos. Siento que la literatura me gusta mucho y me encanta jugar a escribir, pero capaz que aparecen otros juegos. No tengo idea, y lo más lindo de no definirse es que todos los horizontes son posibles.
CR: ¿Uno de esos juegos fue el circo
- Sí. Haber cursado el primer año de la Escuela de Arte Urbana de Rosario fue el puntapié inicial para animarme a construir arte desde mí, y empezar a gritar. Me animé a sacar libros después de pasar por ahí, por lo que estoy muy agradecido.
CR: ¿Por qué habías decidido ponerle fin a tu carrera en su momento? Una vez dijiste que habías estado en el fútbol desde muy chico.
- Tiene que ver con eso, con estar agotado. Tenía la necesidad imperiosa de girar hacia otro lado. Esa podría ser una buena definición.
CR: ¿Qué hiciste cuando te alejaste de las canchas?
- Dije “no juego más” y empecé a laburar de albañil. Empecé a caminar la vida con mayor asombro, no sabía lo que vendría por delante. Me encontré con un montón de buenas noticias.
CR: Estuviste adentrado en la militancia social durante mucho tiempo, ¿seguís militando o eso ya forma parte de otro tiempo?
- Para mí, no existe estar afuera de la militancia. Todo el tiempo militamos algo y tenemos una causa, sea el jardín de casa, los hijos, el laburo, los sueños, la amistad o el amor. A eso le llamo militancia, lo que nos llena de deseo y nos hace seguir adelante. Lo otro es militancia política y partidaria, la cual me parece alucinante por la multiplicidad de expresiones que hay, pero allí por el momento no participo.
CR: En su momento, ¿cómo te habías inmiscuido en el apoyo a Madres y Abuelas de Plaza de Mayo? ¿De qué manera iniciaste ese camino?
- Fue un descubrimiento para mí. Descubrir que hubo una dictadura en el año que yo nací. Eso me lo contó una madre de Plaza de Mayo en Mendoza, cuando jugaba en Godoy Cruz. Encontré que no solamente había pasado esto y existían las Madres y Abuelas, sino también que la historia argentina había estado plagada de dictaduras, al igual que la historia latinoamericana. Había saqueos hace 500 años, nos contaba León Gieco. Fue empezar a armar un rompecabezas del lugar donde estoy parado. Para mí, fue hermoso.
CR: A partir de la militancia, ¿qué opinión tenes de la legalización del aborto?
- Estoy a favor de que las mujeres puedan decidir sobre su cuerpo, por supuesto. Y de la interrupción voluntaria del embarazo. Es un tema complejo, pero por otro lado es un tema de salud. Tiene que ver con el Estado presente ya que, si no salía la ley, iban a seguir existiendo mujeres que aborten, pero en condiciones nefastas. Sin ser mujer se me hace muy difícil opinar del tema, porque no tengo ni idea lo que debe ser atravesar una experiencia tan horrible. La legalización habla de un salto a nivel de cuidado. Por otro lado, hay que acompañarlo, ya que la ley así lo contempla, con información para que el día de mañana haya cada vez menos abortos y, a la hora de los encuentros, los cuidados sean mucho mayores de lo que nos enseñaron a los de nuestra generación.
CR: ¿Qué te generó la despedida de Maradona?
- Se fue un tipo al que quisimos muchísimo, casi la totalidad del pueblo argentino. Cuando eso sucede, en nuestra cultura aparece el dolor, un dolor muy grande. Veía los testimonios de la gente y es escalofriante ver el caudal de dolor que quedó. Es directamente proporcional al amor que él construyó y a la fascinación de un montón de gente por verlo jugar. Para mí, fue uno de los hechos que marcaron no solo el año pasado, sino la década. Es fuertísimo que se haya despedido alguien que creíamos que no se iba a morir nunca.
CR: ¿Llegaste a tener contacto con él cuando jugabas en las inferiores de Newell’s?
- No. Al igual que todos los pibes que jugábamos en el club en esa época (1994), sólo podíamos verlo de lejos. Pero no por él, sino porque estaba siempre tan rodeado de gente que era imposible llegar.
CR: Fuiste partícipe de un grupo de gente que, en su momento, le dio la espalda a Eduardo López (presidente de NOB durante 14 años). ¿Cómo ves a Newell’s desde aquella época hasta hoy, qué comparación podrías hacer?
- Siento que es muy difícil entablar diferencias. Los proyectos de club deben ser integrales, caminar al lado de todos los deportes amateurs, contemplar a los viejos, a los socios y socias de otra manera. Eso no lo estoy viendo. Creo que habrá un quiebre, y hablo de un sueño que ojalá se alcance, cuando vuelva el Loco Bielsa y el club encuentre un rumbo y una forma de caminar distinta.
CR: ¿Cómo ves que se forma a los jugadores en el fútbol argentino? ¿Crees que hace falta darles otras perspectivas para los que no llegan?
- Recién hablaba de lo integral. Al futbolista se lo forma para la alta competencia y la instituciones saben que, de mil pibes, llegan tres. Hay más de 900 chicos que se van a quedar sin destino. Formar de manera integral implica darles herramientas a los pibes para que, el día de mañana, si no es el fútbol pueda ser cualquier otra cosa. Por eso los clubes aún tienen una deuda pendiente.
CR: ¿Cómo ves a Rosario hoy, sentís que hay espacios de lucha contra todo lo que aqueja a la ciudad?
- Espacios de resistencia hay siempre. De hecho, siento que todos y todas quienes vivimos en Rosario y queremos una ciudad en paz e inclusiva, donde la gente de barrio tenga acceso a un montón de cosas que muchas veces quedan en el centro, tenemos una mirada que resiste todo el tiempo. Después, lleva muchas horas encontrar la forma para agruparse y construir fuerza, pero es parte del juego.
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- AUTOR
- Nicolás Galliari
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