Entrevistas
«La diferencia con el PSG es que el Red Star tiene una identidad más popular»
Viajar abre la mente, abre los sentidos, abre la perspectiva y abre puertas que uno nunca pensó que existían. Arribar a un país desconocido y con un idioma diferente es toda una aventura, pero si a eso le sumamos que «volamos» un poco más y tiramos un lance para ir a ver un equipo de tercera división, en el medio de un barrio no muy bien visto, esta aventura se convierte en una anécdota que tira por la borda los miedos.
«Vamos a París, vamos a Euro Disney y a ver al Red Star», la charla fue más o menos así, aunque los recuerdos siempre mienten un poco. Esa conversación se selló al enviarle un mensaje a Paul, el jefe de prensa del equipo parisino, una madrugada luego de un asado y algunas copas. «Si nos responde es un milagro». Nadie rezó y el deseo se cumplió. En una charla amistosa, entre francés e inglés, Paul nos dio el consentimiento de que nos podía acreditar. Organizamos las fechas y al próximo día de aterrizar nos íbamos a la cancha del Estrella Roja, al Bauer.
Siempre hay un argentino, no importa el lugar del mapa que marqués y la ciudad de la Torre Eiffel no era la excepción. «Che! Me dice mi amiga que no busquemos alojamiento en el distrito 20. Es medio jodido. Es donde está la cancha». ¿Qué tan pesado puede ser? Otra incertidumbre, aunque se hizo imposible no sacar un poco de la arrogancia y pensar «no puede ser más difícil que una cancha Argentina». Todos lo hemos hecho en alguna oportunidad. Vengo de un lugar complicado esto no puede ser peor.
Arribamos a Paris y nos llegó un mensaje. «¿Mañana vienen a la cancha?». La respuesta fue una gran confirmación con algunos emojis. «Perfecto. Les aviso que es sin público». Dudamos un instante, lo volvimos a pensar y ratificamos nuestras palabras. Era algo extraño de ver, y a pesar de que la falta de gente le quite emoción, valía la pena hacer el intento. Era una nueva experiencia, sin dudas. En nuestra primera charla con Paul nos había avisado que la grada dónde comúnmente van los periodistas, está literalmente pegada a dónde van los ultras. ¿Cuál era el problema? Thiago, nuestro pequeño hijo de dos años. Hay veces que aprendes a los ponchazos y está era una oportunidad para ello.
Esa misma jornada buscamos como ir al estadio y armamos la mochila. Los pañales tenían que estar sí o sí. Tomamos el metro y salimos recto por una calle nada extraña, que a las pocas cuadras comenzó a tomar un color verde y blanco. Estábamos en el barrio del Red Star y nos lo hacían ver. La gran realidad es que al llegar al sitio la construcción pasa desapercibida, dado que están en plena construcción de un nuevo Bauer. Vimos unas personas charlando y encaramos allí, con la idea que nos digan por dónde entrar. Palabras en francés, no nos entendíamos y decimos que «somos de Argentina». Coincidencia o suerte, de adentro sale una chica y en un perfecto español nos indica que la entrada estaba justo a la vuelta.
Los miedos de un lugar «complicado» se dispersaron rápidamente y quedó claro que a veces la gente exagera o simplemente desconoce. A esto vale la pena sumarle que todo fue amabilidad a la hora del ingreso y hasta Thiago tuvo su propia credencial. Debe ser récord en el mundo. Los pupitres de prensa están en la vieja parte del estadio y son muy al estilo inglés. Esas canchas hermosas con techos a dos aguas y postes de metal que dejan entrever el paso de los años. Justo enfrente estaba la nueva construcción y la modernidad. Del lado derecho el condominio en forma de escalera que caracteriza todas las fotos que uno haya visto del club. Al poco tiempo apareció Paul y destiló buena onda, sobre todo cuando nos dijo que «si queríamos podíamos hablar con el DT después del partido». ¿El técnico? Habib Beye, ex jugador de aquella histórica Senegal del Mundial 2022 y con una amplia trayectoria en distintos equipos. Hay cosas a las que nunca uno debe negarse y más cuando nos afirman que hay «una chica del staff que habla español y nos puede hacer de traductora».
El partido transcurrió, quizás algo lento por la falta de público, o por la falta de paciencia de Thiago. Sin gente no tuvo con que distraerse y hubo que hacer malabares para que complete los 90 minutos. Combinar placer con crianza a veces es muy difícil. Tras el partido, Paul nos dio las indicaciones para que vayamos a la sala de conferencias. Salimos de la cancha y pasamos por frente al condominio, que en su parte más alta estaba llena de hinchas que festejaron el triunfo. Otros también lo hicieron colgados de una medianera. La pasión es así y nos sacó una sonrisa. Pasamos por fuera y volvimos a entrar a lo que es «la parte nueva». Un hermoso sitio donde nos recibió la misma chica que nos había indicado por dónde teníamos que entrar al principio. Charlamos en español y nos dijo que su cuñado era argentino, así que disfrutaba de nuestra visita.
Lo que sucedió después quedará grabado en la memoria de este servidor como uno de los grandes momentos de su viaje. Paul me invitó a que pase, Thiago y su madre se quedaron afuera para que la charla sea más fluida, e hizo algunas preguntas al DT para cumplir con el protocolo. No hablo francés, así que todo ese tiempo me mantuve en silencio hasta que Paul se dio vuelta, me miró y largó un «es tu turno». Me entró el pánico, me presenté a medias en inglés y mire a la única que entendía mi castellano del conurbano y esto fue lo que salió de esta hermosa charla.
CR: No hubo público hoy ¿Qué es lo malo de jugar sin el público Red Star?
- «Pues es difícil porque estamos acostumbrados a jugar en una cancha llena, necesitamos nuestros hinchas, ellos necesitan vivir el fútbol, necesitan estar ahí para apoyarnos. El fútbol es emoción, el compartir de las emociones se hace entre ese público y los jugadores. Sobre todo cuando hay un resultado positivo. Es una pena no poder festejarlo al final de este partido. Y después un último elemento, para mí el fútbol no se puede jugar sin hinchas, es decir que se convierte en un deporte triste, sin emoción pero fue la realidad de nuestro partido esta noche.»
«El fútbol no se puede jugar sin hinchas. Se convierte en un deporte triste»
CR: Teniendo en cuenta que la gente es tan importante. ¿Cómo es la hinchada del Red Star? ¿Cuál es la diferencia con otras hinchadas?
- «Euuuh pues pienso que tienen una identidad hacia el club, es un club aparte y pienso que son hinchas aparte. Cuando vemos la división hoy en día, cuando vemos el fervor popular que hay en esa cancha, me parece que cuando entras en Bauer y gracias a los hinchas hay una alma de hecho, algo diferente que surge. Conocí el Marsella, por ejemplo, y me parece similar. Es decir, hay canchas donde sentís el alma de los hinchas. Es sobre todo el alma del club que representan los hinchas.”
CR: Dada la comparación con el Marsella, un equipo políticamente marcado. ¿Cómo le explicaría a alguien que tiene que ver al Red Star? ¿Qué es esto de venir a ver al Red Star?
- «Porque pienso que el Red Star ha sabido crear una experiencia, es decir que hoy cuando venís al Bauer pasan cosas antes, pasan cosas durante y pasan cosas después. Y no son todos los clubes de fútbol que tienen esa ventaja y esa calidad. Hay clubes de fútbol y voy a dar uno por ejemplo: PSG. La gente viene para el «durante», pero no pasa nada antes ni después o poca cosa y pienso que los clubes que llegan a desarrollar esta experiencia, esta aventura, de crear justamente ese vínculo con el club ante todo lo que puede implicar, los productos derivados, que la gente venga antes, tomar una copa, intercambiar juntos, vivir un poco justamente la atmósfera, sentir la atmósfera del calentamiento, etc. Esa gente se queda en la cancha para ver lo que pasa antes y después, para mí eso crea algo particular y el Red Star tiene eso. El Marsella tiene un poco de eso y diría mucho de eso. Entonces es por eso que se siente desde que llegas a la cancha. Es poco común llegar al calentamiento y sentir algo y es el caso aquí en el Red Star.»
CR: Dada este punto tan cultural y ya que nombró al PSG. ¿Hay algo que diferencie un equipo del otro?
- «Pues el Red Star históricamente fue creado antes que el PSG, mucho antes. Después pienso que es un club que se desarrolló muy, muy rápido. El aspecto financiero permitió al PSG crecer rápido, llegaron a construir una cultura de hinchas, porque no hay que olvidar que el PSG tampoco es un teatro, hay hinchas. La diferencia, diría, que el Red Star tiene una identidad un poco más popular (humilde). Donde el PSG tenía una identidad popular, eso mutó y evolucionó en una identidad un poco más «bling bling», más conformado. Me parece que prefería ir al Parque de los Príncipes hace 20 años, donde había una alma, aunque se podría decir cosas sobre el tipo de hinchas que había en la cancha. Había un alma un poco más importante, diferente y me parece que Red Star guardó eso. Y se debe tener la esperanza que en el futuro mantengan ese aspecto popular, esa cultura de hinchas que es necesaria para que la cancha quede como está. Con la gente, las camisetas, las bufandas, esos momentos de vida compartidos para que el club guarde su alma de hecho. Y como el club está en transformación y está bien justamente que el club evolucione con sus hinchas, que vengan más y más. Es lo que tratamos de crear con lo deportivo.»
«Se debe tener la esperanza que en el futuro mantengan ese aspecto popular»
CR: Ya lleva dos años en el club. ¿Qué es lo que hace el club por el barrio? ¿Qué vio que le sorprendió?
- «Los valores existen en todos los pisos del club. Es decir, que cuando se ve lo que creó el presidente con el «Red Star Lab», que esta justamente aquí para permitir a los jóvenes perfiles, hombre o mujer, de venir y montar proyectos a través de la marca que es el Red Star. Cuando vemos hoy hasta los sponsor con «entourage«, que permite también a la gente socialmente reencontrar un trabajo y llevamos también ese sponsor todos los días. Para mi es importante y los jugadores lo saben. Lo que es lindo en una cancha es que tengamos ese multiculturalismo, todos esos aspectos, de ver que sobre el aspecto social no hay disparidades, no hay. De hecho, tenemos una tribuna que es cosmopolita y tenemos una cancha cosmopolita, porque nuestro equipo se parece a eso y cuando vemos hoy los equipos (staff, jugadores, etc…) nos damos cuenta que es cosmopolita, hay gente que viene de todas partes. El fútbol es un poco de los ciudadanos del fútbol. Lo que tenemos que vincular como valores y una cancha se parece al club. Pienso que aunque haya habido algunas reivindicaciones recientes, el club a pesar de todo está en movimiento y lo hace de manera que sus hinchas se sientan parte de un club popular. Hemos vivido partidos donde el precio de las entradas eran muy abordables para fidelizar un máximo de gente y eso no lo hacen todos los clubes. Algunos lo hacen pero otros no porque eso permanece al business. No perdimos de vista que hay un business para el desarrollo de un club, pero también hay la fidelización de los hinchas a través todas las acciones que ponen en marcha el Red Star. Hoy En División Nacional tener un salón de post partido es también fidelizar, el hecho de proponer antes y después un partido también es fidelizar la gente alrededor de un proyecto común.»
«El Red Star está en movimiento, pero lo hace de manera que sus hinchas se sientan parte de un club popular»
CR: ¿El fútbol sería mejor con más equipos como el Red Star?
- «Estoy muy feliz de estar en el club en el que estoy, porque pienso que los valores que vinculan el club se parecen a mí. Es un privilegio para mí de trabajar en un club como este y siempre lo dije no solamente hoy. Es un club que está en movimiento, donde la gente trabaja con una energía increíble y eso se siente. Cuando cruzas la gente en el club donde sea, en lo administrativo, la seguridad, el financiero, el deportivo. Tenemos gente que llevan este proyecto. Pienso que no tenemos que perder de vista esto. Este club tiene que permanecer como es, que tiene que seguir desarrollándose sin jamás perder sus valores que tiene desde que…no estábamos ahí, desde 200 años…127 años y lo celebramos recién con una camiseta magnifica. Todas esas acciones permiten a este club ser lo que es y de todas formas espero que nadie ponga en cuestión lo que es. Seguirán justamente en enriquecer lo que fue, lo que es y lo que serán en el futuro. De todos modos nosotros queremos llevar este proyecto y la ventaja es que cuando vemos esa cancha en desarrollo, las infraestructuras del entrenamiento, todos esos elementos hacen que cada persona que trabaja en este club, hace crecer a este club todos los días. Eso es precioso porque soy un joven entrenador, recién empiezo y necesariamente llevo esos valores hoy a mi grupo, pero personalmente me debo de guardar lo que es el club y defender los valores cada vez que jugamos al fútbol y cada vez que estamos afuera y en representación».
Nuestra charla terminó con agradecimientos, una invitación a la próxima fecha y una felicitación por el Mundial de Argentina. Mi satisfacción era obvia. Me fui llenó de alegría a una cancha a la que llegué con la idea de conocerla y disfrutarla, pero que me dejó mucho más. Esto de que otro fútbol es posible suma peldaños en mi cabeza. No todo está tan perdido. Mucho hemos hablado del Red Star y de sus valores, quizás después de este artículo puedan comprender un poco más sobre una institución diferente.
Un agradecimiento especial para Joan Solé, quien muy amablemente nos hizo de traductor.
- AUTOR
- Facundo Mirata
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