Argentina
“La formación es algo que me inquieta, los jugadores actuales están muy ávidos de aprendizaje”
Iván Moreno y Fabianesi es dueño de un registro muy particular en el fútbol argentino: con las camisetas de Rosario Central, Banfield, Colón, Estudiantes, Banfield y Huracán protagonizó cinco grandes clásicos. Durante una charla en la que recorrió gran parte de su carrera, trazó una línea de tiempo imaginaria y viajó desde el presente al pasado. Analizó la etapa en Colón como la mejor de su carrera, recordó el equipo Canalla que estuvo cerca de hacer historia a comienzos de siglo e hizo zoom en la filosofía de Estudiantes. A la vez, viajó por recuerdos europeos y se detuvo en los días que corren. Defendió la formación de secretarías deportivas y señaló que, como entrenador, nunca se deja de ser formador. Ahora mismo, desarrolla una consultoría para organizaciones deportivas y se encuentra a la espera de un nuevo desafío como ayudante de campo de Juan Antonio Pizzi.
CR: ¿Cuál es tu actualidad? ¿En qué te insertaste tras tu despedida del fútbol?
- Luego de retirarme en 2015, me recibí como coach ontológico profesional. Hice varias carreras sobre planificación estratégica para empresas y gestión de organizaciones deportivas. Fui capacitándome en el área que iba a desarrollar. Desde hace tres años, funciona una consultora con la que nos dedicamos a desarrollar proyectos, o a dar soporte a las organizaciones deportivas desde diferentes estructuras, para que funcionen de la mejor manera. Hacemos cursos, capacitaciones, charlas, consultoría integral, y trabajamos con equipos, confederaciones y deportistas de manera individual. Es muy amplio.
CR: Has tenido una extensa carrera en el fútbol nacional, con pasos intermedios en el ámbito internacional. ¿Dónde crees que te fue mejor? ¿Cuál dirías que fue tu mejor momento?
- Siempre digo que encontré mi mejor versión futbolística en las dos etapas que tuve en Colón. Fueron puntos muy altos y es el lugar con el que más identificado estoy, donde pude mostrar un rendimiento muy alto en diferentes momentos de mi carrera. Cada vez que me hacen esta pregunta, hago esa referencia. Alcancé marcas históricas con el club, como ser el mediocampista con mayor cantidad de goles. Entonces, esas cuestiones hacen que tenga esta preferencia a la hora de analizar mi carrera.
CR: Yendo a tus primeros pasos en Rosario Central, ¿qué recordás de aquel equipo que peleó la Copa Libertadores y las semifinales en un Azteca repleto?
- Sigo teniendo una gran relación con todos los compañeros de aquella generación del 2001, con Tati (Buljubasich), Rafa (Maceratesi), Ezequiel (González), Laureano Tombolini, Juan (Pizzi). Es un recuerdo muy lindo que tenemos. La reflexión que hacemos es que ese era un equipo que se merecía una consagración, ya sea en aquella Copa o en diferentes torneos que peleamos. Nos faltó coronar una camada exitosa con un título, pero con el tiempo terminamos valorando lo conseguido. Hoy, la relación que tenemos entre nosotros marca un fuerte lazo más allá de lo deportivo, y que siga consolidándose es muy valioso para la etapa en la que estamos, ya lejos de esos días. Recordar esa época con tanta alegría y entusiasmo está bueno también.
CR: Con la cercanía que tenes a Rosario, ¿qué opinión te merece la pasión con la que se vive el fútbol allí? ¿Te parece que no es equiparable a otros lugares o un tanto desmedida?
- La pasión del fútbol rosarino es diferente a la de cualquier otra ciudad. Me ha tocado vivir algo parecido en Santa Fe y La Plata, pero creo que acá hay una diferencia muy grande en cuanto al entusiasmo y la intensidad con que se vive una rivalidad. Muchas veces cuesta expresarlo, pero hay que sentirlo para identificar lo que se vive. Lo he percibido siendo muy joven, y es algo que te hace madurar, te hace crecer y ser 100% profesional. Es parte de un contexto que hay saber manejar, y jugar en el fútbol profesional también es gestionar esos estados de ánimo y el clima que se vive en algunos lugares.
CR: Sos uno de los pocos jugadores en la historia del fútbol argentino que jugó cinco clásicos diferentes. ¿Qué balance haces de esas experiencias? ¿Con cuál de todos te quedas?
- La verdad es que todos tienen una particularidad. Por la representatividad que tengo con Colón, los clásicos que jugué en Santa Fe significaron mucho para mí. Y dejaron una huella. Por suerte, me ha tocado hacer goles, he jugado bien y tengo recuerdos muy fuertes desde ese lugar. Pero cada partido de este estilo resulta muy vibrante. Incluso, como ayudante de campo me tocó vivir un Racing vs Independiente, y todos tienen un clima y folclore diferente. Soy un agradecido de haber participado de todos esos clásicos y rivalidades, porque se viven desde lugares distintos y está bueno atravesar esas experiencias. En definitiva, es lo que te deja el fútbol. Uno hace una carrera y atraviesa vivencias, y esas son muy lindas.
«Por la representatividad que tengo con Colón, los clásicos que jugué en Santa Fe significaron mucho para mí»
CR: ¿Qué significó tu paso por Estudiantes? Allí disputaste algunos de los partidos de la Libertadores que ganó el Pincha con Alejandro Sabella como técnico, y has sido elogioso con Juan Sebastián Verón.
- Estudiantes me jerarquizó, me hizo un jugador de primer nivel. Me llevó a lo máximo que podía dar desde el profesionalismo. Es un lugar donde se respeta muchísimo la cultura del esfuerzo, el trabajo, la dedicación, y lo entendí una vez que estuve adentro. Es algo que admiro. El club me sigue convocando para diversos eventos, y cada vez que puedo volver lo hago. Lo que representa a nivel de valores deportivos y sociales lo hace más grande todavía. Siempre tengo un muy lindo recuerdo de haber jugado allí, de haber sido parte de ese equipo que consiguió tantas cosas y dejó una marca en la historia del club. Actualmente, ver cómo muchos de mis compañeros de entonces siguen gestionando desde afuera, compartiendo y haciendo crecer a los chicos de inferiores, me parece algo muy valioso. Se debería replicar, ya que el de Estudiantes es un modelo de éxito, al sostener a lo largo de la historia una misma manera de manejarse. Eso hace a la identidad de los equipos.
«Estudiantes me jerarquizó, me hizo un jugador de primer nivel»
CR: En una nota con la revista El Gráfico, decías que tu paso por el Villarreal te ayudó a saber reponerte de situaciones adversas, más allá de no jugar en el primer equipo. ¿Cómo fue esa etapa, qué situaciones te tocaron vivir?
- Me fui de Central siendo transferido al Porto. Tuve problemas contractuales una vez llegué a Portugal, entré en conflicto con el club y me quedé con el pase en mi poder. Fui a Villarreal, arribé a un equipo que ya estaba armado y me tocó arrancar desde muy atrás. Jugar en el equipo filial con 50 espectadores, después de haber jugado una semifinal en el Azteca con más de 100.000, fue muy impactante para mí. Uno tiene ciertas pretensiones para su carrera y no se imagina un momento así a los 21 años. Fue un golpe que la vida me dio y me hizo madurar, allí me di cuenta que aún debía crecer y que tenía cosas por consolidar. Tenía que tener en cuenta mis expectativas, las etapas que los jugadores sí o sí deben atravesar. Me sirvió como plataforma para el resto de lo que me tocó vivir. Todo lo que pude trabajar ese año, desde la manera de superarme y atravesar una situación compleja desde lo deportivo, me ayudó para vivir con equilibrio todo lo bueno y lo malo que me fue pasando después. También, hizo que lograra una carrera de 18 años con un nivel bastante parejo a lo largo de todo ese tiempo. Siempre posiciono ese año que jugué en Villarreal B como el que me dio las bases para construir una excelente carrera, más allá de no haberme potenciado tanto desde lo deportivo.
CR: ¿Cómo fue aquella corta estadía en Portugal? Fue poco tiempo antes de que el equipo ganara la Champions League.
- Hice una pretemporada de dos meses con el equipo que agarró (José) Mourinho poco tiempo después, y terminó ganando la Champions. Estaban Ricardo Carvalho, Deco, Jorge Costa, Vito Bahía, Jorge Andrade, entre otros. Había una jerarquía individual impresionante, y fue una lástima no haber pertenecido a esa etapa. Hubiera sido muy valioso, pero las cosas se dan de una manera y hay que aceptarlas.
CR: De la experiencia en Grecia, donde jugaste en el Skoda Xanthi, ¿qué recuerdos tenes? ¿Te nutriste de otras experiencias de vida?
- Me tocó ir luego de volver a Central. Es una liga muy exigente, que permite que jugadores grandes o de edad avanzada puedan seguir en vigencia a nivel europeo. Me pareció muy rico culturalmente lo que se vive, es un país con una idiosincrasia muy similar a la nuestra. La adaptación fue muy fácil y, para mí, resultó muy interesante jugar en ese fútbol. Después de un tiempo que estuve allí, me llegó una oferta de Colón, y regresar en buena forma era una cuenta pendiente. Interrumpí ese proceso en Grecia para volver al club.
CR: Con respecto a tu retiro en 2015 con la camiseta de Huracán, ¿te costó asimilarlo o ya tenías orientado hacia dónde ir, con qué seguir? Hay muchos futbolistas a los que les cuesta encontrar otro camino.
- No, fue una decisión muy pensada, elegida. El paso siguiente fue ponerme en movimiento, empezar a capacitarme, estar devuelta en el medio de alguna manera. Tuve muy poco tiempo para procesar esa ausencia que me daba no jugar. Lo que siempre extrañé es el entrenamiento, estar día a día con una actividad física. Es por eso que, hasta hoy, tengo el hábito de no parar y hacer cosas que pongan en movimiento el cuerpo. Es lo que más me costó y lo que no dejé de hacer pero, en líneas generales, no extraño jugar. Sentí que ya estaba bien, era suficiente ese rol, y sigo vinculado al fútbol. Continúo vibrando con el fútbol desde un lugar distinto, y es igual de apasionante. Encuentro pasión y disfrute en todo lo que hago, y no lo extraño gracias a Dios.
CR: Has realizado la carrera de entrenador, pero también has dejado claro que te interesa la formación de juveniles. ¿Por dónde lo orientas?
- Una vez que me retiré, decidí capacitarme, y hasta no identificar bien qué era lo que quería desarrollar, no intervine en ninguna cuestión. El primer regreso al fútbol grande que tuve fue coordinar todas las inferiores de Central y desarrollar una metodología de formación de deportistas desde una mirada integral. Creo que fue bastante innovador, y considero que es necesario para que el futbolista llegue a Primera División con todas las herramientas a disposición, para consolidarse y construir una carrera. Es algo que me inquieta, la formación se mantiene incluso en Primera, que es el ámbito en el que actualmente quiero desarrollarme. Los jugadores están muy ávidos de ese aprendizaje, incluso cuando ya son profesionales. Los entrenadores de hoy tienen que desarrollar herramientas pedagógicas permanentemente, para poder responder a las demandas de una generación que no solo quiere jugar, divertirse y ganar, sino también comprender por qué lo hace, para qué y desde qué lugar. Entonces, toda esa interpretación que ellos buscan es una demanda que el DT debe saber responder, por eso pienso que uno es formador por muchísimo tiempo. Mientras sos entrenador, sos formador, ya sea de movimientos, conceptos o instancias de aprendizaje. Esa faceta no se deja nunca, y haberlo vivido en edades tempranas en Central me da cierta experiencia para ver cómo se desarrolla, y qué cosas llegan a consolidar los jugadores a ciertas edades para que sean una base a futuro. Es algo de lo que capitalicé de mi paso por el club.
«Los entrenadores de hoy tienen que desarrollar herramientas pedagógicas permanentemente, para poder responder a las demandas de una generación que no solo quiere jugar, divertirse y ganar, sino también comprender por qué lo hace, para qué y desde qué lugar»
CR: En referencia al desarrollo de la metodología, ¿habían desarrollado en conjunto un manual de estilo para las inferiores de Central?
- Una vez que terminé mi etapa en el club, se registró toda la información de lo que se fue haciendo. Es mi manera de trabajar. Fundamentamos las decisiones tomadas y dejamos estructurado un plan para que el proyecto continúe con la metodología que se desarrolló durante dos años. Es algo que busca capitalizar lo realizado y, más allá de que el referente de cada proyecto le pueda dar un matiz particular a lo que hace, se debe dar una continuidad en el tiempo. Entiendo la lógica de trabajo desde ese lugar y, en cada sitio donde hacemos consultoría o desarrollamos puestos importantes, dejo un manual metodológico de lo que se fue haciendo en el transcurso del tiempo para que tenga una continuidad. Tal continuidad no depende de mí, pero considero que es lo que hay que hacer, por lo tanto lo implemento allí donde voy.
CR: Hace poco tiempo tomaste la secretaría técnica del Club Atlético Carcarañá (una ciudad a 40 kilómetros de Rosario). ¿Qué opinión tenes de las secretarías?
- Son estructuras deportivas que funcionan como soporte y facilitan la toma de decisiones, que en el mundo del fútbol muchas veces son subjetivas y prescinden de un análisis puntual y un dato concreto, algo que permite que esa subjetividad sea eficiente. Muchas veces, las sensaciones deben tener un respaldo numérico, objetivos, parámetros de comparación, para luego poner al servicio de estos datos la perspectiva de cada uno, un recurso que dan la experiencia, la observación, el conocimiento del ámbito futbolístico en su amplio espectro. Soy un apasionado de las secretarías deportivas que dan soporte a la toma de decisiones, y creo que es algo que debemos entender todos los que participamos en deporte: debemos aprovechar las posibilidades que tenemos, al disponer de una tecnología que nos permite medir y cuantificar cuestiones que eran muy difíciles de tener hace 20 años, como los metros que se recorren, los lugares del campo donde un jugador es efectivo o no, la parametrización de la posesión, la línea de pase, dónde perdés la pelota, el análisis de video… Son datos muy concretos que nos permiten ser efectivos. No hay que resistirse a ese avance, sino crecer en la lectura de esa información. Por sí mismo, el dato no tiene ninguna validez, pero cuando uno planifica en torno a eso y lo que quiere desarrollar en un modelo de juego, todo es mucho más sustentable.
«Soy un apasionado de las secretarías deportivas que dan soporte a la toma de decisiones»
CR: ¿Cómo es la experiencia en Carcarañá? ¿Lo pueden implementar?
- Lo venimos haciendo desde diferentes lugares hace tiempo y ya está instalada la secretaría, algo que está bueno porque existe un funcionamiento de base. Nosotros vamos promoviendo las estructuras para que, el día que esta consultoría se termine, el proyecto siga siendo ejecutado por gente del club. Es lo que siempre pretendemos y se trata de un elemento muy valioso. Hoy en día, hay clubes de Primera División que no tienen un soporte para esta información, me parece una lástima.
CR: Precisamente desde ese punto, ¿crees que es algo que cada día gana mayor lugar? Hay clubes profesionales que formaron la secretaría, pero aún no terminan de consolidarse.
- Es muy valioso. Hoy existe una ausencia de recursos que puedan administrar esa información, procesarla y transformarla en conocimiento, para así tener una visión más clara de lo que se obtiene, lo que se busca. Esa brecha es la que todavía hay que recorrer. En muchas ocasiones, los clubes prescinden de estas estructuras por la ausencia de recursos que sepan leer esta información. Creo que hay un campo a recorrer, ya que esto forma parte del deporte, y esa amplitud que da trabajar en distintos puestos de diferentes clubes, da un conocimiento integral y abarcativo que permite entender muchas cuestiones. A la vez, permite tomar decisiones correctas. Con el correr del tiempo, va a estar cada vez más instalado, porque en otros lugares del mundo hay más entendimiento de este tipo de herramientas y se implementa muy bien. En Argentina y en el fútbol sudamericano, tarde o temprano va a ser algo necesario.
CR: De cara al futuro, ¿te gustaría liderar un cuerpo técnico o estás bien en tu rol actual como ayudante de campo de Pizzi?
- Estoy bien. Con Juan, tenemos proyectos para seguir trabajando juntos. Sabemos cuáles son los lugares en donde podemos desarrollar lo que pretendemos como equipo de trabajo. Esa es la perspectiva inmediata. En el futuro analizaré si puedo ser entrenador de manera individual, o liderando un cuerpo técnico, pero de momento estamos esperando una nueva oportunidad para seguir desarrollando lo que creo que hicimos muy bien en Racing. Nos faltó tiempo de trabajo para consolidarlo todavía más, de todas maneras el análisis es muy bueno desde lo numérico, lo conseguido y algunos objetivos intermedios que teníamos planteados. La idea es tener aunque sea un proyecto más para seguir potenciando eso.
«Estamos esperando una nueva oportunidad para seguir desarrollando lo que creo que hicimos muy bien en Racing»
CR : Saliendo del fútbol, ¿tenes otras pasiones, algo que escape a la pelota?
- Tengo muchas pasiones, pero casi todas ellas tienen que ver con el deporte. Me gusta correr y andar en bicicleta. He participado en algunas maratones o carreras de bicis. Juego al golf, me gusta hacer surf, ir al gimnasio. Soy ex futbolista pero voy a ser siempre deportista, es algo que siempre digo. Hacer deporte es una necesidad diaria que tengo, y esos son mis principales hobbies. Lo vivo de esa manera, no como algo que me cause sufrimiento o sacrificio. Cada vez que hago deporte, lo siento como un hábito de placer, por eso es que lo voy a seguir haciendo.
CR: ¿Has vuelto a Badajoz, donde naciste, para regresar a las bases y acercarte a tus inicios?
- Sí, he hecho varios viajes. Tengo a mi familia viviendo en Madrid, por lo que voy constantemente. De hecho, el 13 de febrero voy a hacer una gira por España y otros países de Europa para ver algunos clubes, metodologías de entrenamiento y estructuras de trabajo, y de paso aprovecho para visitar a la familia. Combinar esos dos aspectos, es decir los afectos y la búsqueda de profesionalizarme en algunos recorridos que quiero hacer, me parece muy interesante. Estoy muy ansioso.
CR: ¿Sos de inmiscuirte en cuestiones sociales? ¿Te interesa vincularte con la realidad y tomar conocimiento de cosas que suceden en la sociedad?
- Me gusta involucrarme, repensar valores, identificarme con ciertas maneras de gestionar. Estoy siempre del lado de que se gestione bien, independientemente de la ideología o lo que se busca. Creo que ya sea en ciudades, gente, movimientos, clubes u organización, la coherencia en la gestión que tiene una orientación muy marcada y respeta los valores de la gente que la integra, tiene una mirada positiva de mi parte. Ahora, esa gestión que quiere imponer sin tener en cuenta el contexto, o lo que sucede, muchas veces tiene que ver con ser necio y no entender lo que está pasando. Voy a estar siempre del lado de aquel que incluye lo que está sucediendo para poder gestionar, sosteniendo valores.
- AUTOR
- Nicolás Galliari
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