Racing necesitaba ganar y lo hizo. El sábado por la noche venció sin atenuantes a Temperley en Avellaneda por 4-1. Atrás quedó la derrota ante Olimpo por Copa Argentina que significó un duro revés para los objetivos del equipo en el semestre. Rápidamente, Diego Cocca tomó nota de la mala experiencia y trabajó en busca de aplacar los errores defensivos.

¿Qué hizo? Retornó a una fórmula ganadora. Volvió a la línea de 5 que cerró el pasado torneo con clasificación directa a la próxima Copa Libertadores. ¿Jugó bien Racing? Por momentos si… el juego colectivo no tuvo la fluidez deseada aunque el estado de la cancha no era el ideal, pero aparecieron asociaciones muy auspiciosas. Lisandro López, por momentos como «falso 10», conectó con Alexis Soto por izquierda y por derecha el tándem Iván Pillud – Augusto Solari hizo mucho daño.

Hay una pregunta que muchos se hacen. ¿Realmente el DT puso 5 defensores con Temperley de local? No, claramente es sólo un dibujo que sirve para sacar la foto del pitazo inicial. Es un espejismo quedarse con ese título. El técnico sabía que cada uno debía estar atento a cuidar las espaldas de su compañero más cercano. Tampoco se vio un funcionamiento clásico con ese estilo de juego. La articulación de defender con 5 y soltar a los laterales no pasó; en definitiva, la academia nunca salió de la línea de 4 y pasamos a explicar el porqué.

Lisandro López fue clave para las sociedades del equipo

Cuando el juego de Racing pasó por la izquierda, Soto volanteó mientras Leandro Grimi lo cubrió como lateral, Miguel Barbieri pasó de líbero a jugar de ‘6’, Sergio Vittor se acomodó en la zaga y Pillud se acopló a la línea defensiva. Ese dibujo se repitió del otro lado. Las trepadas de Pillud a las espaldas de Solari para encontrar un socio hicieron que Vittor tenga que acudir a cubrir su banda, Barbieri y Grimi quedaran como centrales y Soto volviese a su lateral. Sí, el doctor Cocca armó la defensa en forma de péndulo.

En el mediocampo sorprendió Matías Zaracho como compañero de Diego González. A estas alturas parece que si al juvenil le dan los guantes también ataja. Vertical, fue un gran socio de López y Enrique Triverio, siempre que conectaron lastimaron, tal como sucedió en el segundo gol. En cuanto a la recuperación, el ex Santos Laguna fue el primer pase que tanto se extrañó tras la salida de Luciano Aued, y aún sin tener la llegada que lo caracteriza se lo vio cómodo en su nuevo rol.

No es menor mencionar que el ingreso con gol de Andrés Ibargüen fue la frutilla del postre de una noche donde salió todo bien. El colombiano cambió por gol una gran jugada de Solari, otro de los motores de este equipo.

Con un buen aporte colectivo, Racing sumó el primer triunfo en la Superliga. No brilló, no aplastó al Gasolero y por momentos cedió el protagonismo. Sí encontró la solidez defensiva (el gol del descuento apenas empañó una buena labor) para encontrarse cómodo en la elaboración y hallar la eficacia suficiente para plasmar esa superioridad en el resultado.