Historias
La gran oportunidad de Graham Potter
La carrera de Graham Potter bien podría ser de Football Manager. A sus 35 años y sin haber entrenado en Inglaterra, recibió un llamado de Östersunds de la cuarta división sueca a fines de 2010. Allí firmó un contrato de tres años que, ascenso tras ascenso, fue renovando hasta asentar al equipo en la Allsvenskan, la primera división. El reconocimiento internacional lo encontró a principios de 2018, cuando alcanzó los dieciseisavos de final de la Europa League.
En su primera temporada, se consagró campeón de la Division 2 Norrland -el grupo del norte de la cuarta división de Suecia-, mientras que en 2012 logró su segundo ascenso consecutivo al ganar la Division 1 (tercera categoría). Después de mantener al equipo en la Superettan -segunda división- en 2013 (en el país nórdico la temporada futbolística equivale al año calendario) y sintiéndose cómodo en el pueblo de 50.000 habitantes, Potter renovó su contrato por tres años más.
Con el subcampeonato de 2015, Östersunds ascendió a la Allsvenskan por primera vez en su corta historia (22 años). Ya en la máxima categoría, el equipo de presupuesto más bajo, al que muchos daban como el principal candidato al descenso, sorprendió por su fútbol asociativo y terminó la temporada en una meritoria octava colocación. Además, Graham Potter fue galardonado como el mejor entrenador del país en 2016.
El título más importante de su historia fue en abril de 2017, cuando se quedó con la Copa doméstica al vencer a Norrköping por 4-1 en la final. Esto le valió la clasificación a la segunda ronda clasificatoria de la UEFA Europa League, en la que eliminaron a Galatasaray. En el play-off superaron a PAOK de Grecia, gracias a la regla del gol de visitante, y en el Grupo J quedaron segundos detrás de Athletic Bilbao por los resultados entre sí. A fin de año, el inglés repitió la distinción individual de la temporada previa.
El cénit del Östersunds de Potter fue el jueves 22 de febrero de 2018, en el Emirates Stadium de Londres. Una semana antes había perdido 3-0 de local contra Arsenal por la ida de los 16vos de final, pero en la vuelta los suecos sorprendieron y ganaron 2-1 como visitantes. Si bien este resultado no alcanzó para evitar la eliminación, el partido resultó ser el triunfo del equipo de una ciudad con menos habitantes que la capacidad del estadio de Arsenal y que fue fundado un mes después de la asunción de Arsène Wenger -en ese momento todavía estaba- como entrenador gunner. El segundo gol de Östersunds lo anotó Ken Sema, uno de los futbolistas más importantes del club escandinavo, que ahora juega en Watford, el mismo equipo contra el que debutó el Brighton de Potter.
Recientemente descendido de la Premier League a la Championship, Swansea City lo fue a buscar para entrenarlo en la segunda división inglesa. Después de siete años y medio en Suecia, Graham Potter se mudó a Gales en junio de 2018. Al arribar manifestó: “No por algo este club jugó las últimas siete temporadas en la Premier League. Hay que devolverlo a esa liga, pero no de cualquier manera. Debemos construir una identidad de juego y saber qué queremos lograr”. En cuanto a los números, el año de los Cisnes fue algo irregular, finalizando la Championship en la décima posición a pesar de una racha de victorias en las últimas fechas. La mejor versión del equipo se vio en la FA Cup, en la que alcanzaron los cuartos de final, cayendo ante Manchester City por 3-2 después de haber ido ganando 2-0 en la primera media hora de juego.
Después de una muy mala segunda rueda en la pasada Premier League, en la que el equipo se salvó del descenso más por las pobres campañas de sus rivales que por méritos propios, Brighton & Hove Albion decidió no renovarle el contrato a su histórico entrenador Chris Hughton. El elegido para reemplazarlo era Potter, pero Swansea no haría las negociaciones fáciles. Las dos primeras ofertas fueron rechazadas, aunque el director técnico le manifestó a la dirigencia del club galés su deseo de irse a la máxima división. Swansea le ofreció ser el mejor pago de la Championship, pero finalmente BHA pagó 3 millones de libras compensatorias y a fines de mayo se llevó a Graham Potter con todo su cuerpo técnico.
El objetivo de las Gaviotas esta temporada será salvarse del descenso con comodidad y tener una impronta de juego propia. Para eso contrataron a un técnico joven -44 años- que consiguió una buena reputación haciéndose desde bien abajo. Sus equipos juegan con una formación 3-5-2 en la que los jugadores pueden rotar constantemente de posición. Potter sostiene que la tenencia del balón es fundamental en este juego y cita a Josep Guardiola y Roberto Martínez como sus referentes.
El belga Leandro Trossard, recién llegado desde Genk, será muy importante en su esquema. El futbolista diestro, que se siente cómodo partiendo desde la izquierda, es probable que en este Brighton juegue de mediapunta cerca del centrodelantero, que podría ser el francoargentino Neal Maupay (otro refuerzo), el rumano Florin Andone o el experimentado goleador Glenn Murray. La pasada temporada, lo mejor que tuvieron las Gaviotas fueron sus centrales Shane Duffy y Lewis Dunk, quien se quedó a pesar del interés de Leicester City. Para formar la línea de tres que habitualmente emplea Potter, a ellos se les sumó Adam Webster, quien dejó Bristol City por 22 millones de libras para transformarse en la compra más cara de la historia de los del sudeste inglés.
Como jugador, Potter fue un lateral izquierdo que pasó por diversos clubes del ascenso inglés y que llegó a jugar ocho partidos de la Premier League 1996/1997 en Southampton. Se retiró en 2005 para graduarse en Ciencias Sociales en la Open University. Dos años después, viajó al Mundial femenino como director de equipo (nexo entre el cuerpo técnico y los directivos) de Ghana, y al regresar a las islas entrenó a algunos clubes universitarios. En su tiempo en la “Leeds Metropolitan University”, completó una maestría en liderazgo y manejo de grupos.
Su amigo Graeme Jones, quien fuera parte del cuerpo técnico de Roberto Martínez, lo recomendó a Östersunds y allí arrancó su carrera en clubes. A diferencia de Harry, este Potter no tiene nada que ver con la magia. Trabajó para lograr que un equipo de cuarta división escalara hasta jugar competencias europeas y ahora está ante una gran oportunidad: dirigir a un equipo de Premier League.
Respetado en el ambiente
Para un entrenador joven que no tuvo una carrera reconocida como jugador, suele ser difícil encontrar la aceptación entre sus colegas de mayor experiencia. Pero Graham Potter se hizo un nombre rápidamente y recibió críticas positivas por parte de directores técnicos de renombre. Por ejemplo, antes de un partido entre Swansea y Leeds de la temporada pasada, Marcelo Bielsa manifestó: “Me gusta el estilo de Potter. Forma parte de una nueva generación de entrenadores ingleses que priorizan que el arquero y sus defensores muevan la pelota desde el fondo de la cancha. Trajo nuevas ideas a esta liga”. Alan Curtis, otro exentrenador del equipo galés, lamentó su partida a mitad de este año: “Le deseo lo mejor, pero me hubiese gustado que Graham se quedara. Con él, teníamos todo para regresar a la Premier League”. En su paso por Suecia, el ex delantero de Celtic, Barcelona y Manchester United Henrik Larsson elogió su capacidad de manejar grupos y lo felicitó por cómo le cumplen sus jugadores.
- AUTOR
- Guido Antonelli
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