Fóbal
La hazaña que pudo ser
Todos los amantes del fútbol lo saben, la Ligue 1 de Francia en estos últimos años cuenta con 19 equipos que son invitados de lujo a las consagraciones del Paris Saint Germain, con puntajes altísimos y porcentajes de victorias demoledores. Sin embargo, lo que no todos tienen presente es lo que sucedió en la Ligue 2, un certamen en el cual también compiten 20 equipos pero que tan sólo tres pueden alcanzar el ascenso. Uno de ellos este año fue el Metz, que de manera dramática y angustiosa alcanzó su objetivo.
Nancy, con 74 puntos y Dijon, con 70, esperaban tranquilos por ver quién ocuparía el tercer lugar en la tabla, que le otorgara el último pasaje a Primera División. Para la última jornada, llegaban con posibilidades dos equipos: el Metz, con 65 puntos y Le Havre, con 62. Las condiciones eran sumamente favorables para el Metz, que tiene en sus filas a los argentinos José Palomino, ex San Lorenzo, Juan Cruz Kaprof, ex River, y Guido Milán, Gimnasia de Jujuy, ya que llegaba a la fecha 38 con 16 goles a favor de diferencia, mientras que los dirigidos por Thierry Goudet contaban con seis tantos menos a favor (+10).
La jornada decisiva fue idéntica a la de cualquier otra liga del mundo, porque los diez partidos se disputaron el mismo día y a la misma hora para evitar cualquier tipo de conjeturas y/o conveniencias. Aunque para este caso, el hecho de que se haya dado de esta forma le brindó un nivel de dramatismo que llamó la atención hasta a aquellos que no son simpatizantes del Metz ni Le Havre. Los favoritos para el último ascenso se enfrentaban al complicado Lens en condición de visitante, mientras que los que esperaban el milagro se jugaban la hazaña de local, con más de 25 mil personas, ante el modesto Bourg Peronnas.
El que primero dio el golpe fue Le Havre, que a los cinco minutos del primer tiempo ya se ponía en ventaja, aunque tres minutos más tarde llegarían grandes noticias desde Lens: el Metz caía 1-0, por lo cual los puntajes de ambos equipos eran iguales, sin embargo, Le Havre debía hacer cinco goles más para conseguir el tercer puesto. Por estas cosas maravillosas que tiene el fútbol, el humilde Le Havre aumentaba el resultado con dos goles más antes de finalizar la primera parte, y la ilusión se hacía sentir cada vez más en el corazón de los jugadores e hinchas, que por medio de radios y celulares de alta gama, rezaban para que Metz no convirtiera el empate. Los primeros 45 minutos finalizaban con Lens 1-0 y Le Havre, 3-0.
Llegaba el momento del segundo y último período. Si los de Goudet habían podido hacer tres en un tiempo, bien podrían haber hecho otros tres en el otro. Aunque parezca descabellado, con alma y honor, pudieron convertir dos, el último al minuto 82, aunque lamentablemente, a pesar de haber luchado para que se diera lo que hubiese sido una de las hazañas más recordadas en la historia de este deporte, el destino no quiso que convirtieran el sexto, ni que Lens aumentara la ventaja a dos goles.
Retour sur la folle soirée de la montée ! por FCMetzWebTV
Matemáticamente, después de tantas idas y vueltas, ambos equipos finalizaron con +15 de diferencia (y aquí es cuando hay que admitir que el fútbol a veces es injusto), el Metz logró el ascenso por contar con más goles a favor en la temporada -54 contra 52- y así dejar con las manos vacías al enorme Le Havre, que deberá comenzar de cero el certamen que viene para que se le dé lo que increíblemente se le negó este año.
De esta manera, la Ligue 1 de Francia ya tiene a sus tres nuevos competidores. Nancy, campeón sin reparos de la Ligue 2; Dijon, con su respetable segundo lugar y, por último Metz, el tercero que pasó por la ventana, aquel que alguna vez logró un subcampeonato en primera con Robert Pirés en 1998 y que además contó con jugadores de gran talla como Emmanuel Adebayor y Frank Ribery, deja con un sinsabor descomunal al humilde -y ahora respetado- Le Havre.
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- AUTOR
- Juan Podestá
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