Historias
La historia de Justin Fashanu
Una cancha de fútbol es uno de los pocos escenarios en que la sociedad se exterioriza con absoluta libertad, muestra sus mejores cualidades y sus peores defectos. No obstante, el fútbol también tiene sus tabúes, aquellos temas de los cuales se habla por lo bajo, pero que difícilmente sean objeto de debates serios y comprometidos. Uno de ellos es la homosexualidad.
Justin Fashanu no fue un futbolista más. Su carrera no fue especialmente brillante a pesar de ser una de las mayores promesas del fútbol británico en la década de los ’80, pero su historia comienza mucho antes. A los seis años, sus padres de origen nigeriano se separaron y tanto Justin como su hermano fueron dados en adopción.
Su relación con el deporte comenzó de la mano del boxeo, aunque años después sus padres adoptivos lo convencieron de probarse en el Norwich City. La prueba fue exitosa y debutó en el conjunto inglés en la temporada 78/79. Luego de un paso fugaz por el fútbol australiano, se asentó en liga inglesa y en 1980 ganó el premio al mejor gol del año, lo cual le abrió las puertas del Nottingham Forest un año después.
Todo parecía perfecto, pero Fashanu no lo sentía de la misma manera. Su llegada al equipo rojo coincidió con una elección que marcaría no solamente su vida privada sino su propia carrera. Si bien el jugador recién lo reconoció en 1990 al diario The Sun, en 1982 tuvo su primera experiencia homosexual y dejó a su novia de aquel entonces, Julie. Hoy, la homosexualidad puede ser tabú en el fútbol, pero por ese tiempo la discriminación social era mucho más marcada. Por ese motivo, Justin decidió mantener su elección en secreto e iniciar una vida paralela. Comenzó a frecuentar bares gay de la ciudad británica y, según él mismo declararía años después, se le acercaban cientos de hinchas preguntándole si era Justin Fashanu, a lo que contestaba: “Mucha gente me dice que me parezco mucho a él”.
Los rumores comenzaron a extenderse. En las canchas visitantes se escuchaban cánticos y la relación con el DT Brian Clough, quien no lograba aceptar la orientación sexual del delantero, se deterioró por completo. Muy poco tiempo después, Justin ya no tenía permiso para entrenar con el resto del plantel. Terminó siendo cedido a otros equipos, para finalmente recalar en el rival del Nottingham Forest: el Notts County. En dicho conjunto, durante una gira en Kenia, Fashanu se cruzó a los golpes con el capitán Pedro Richards luego de que éste se burlara de una supuesta relación entablada con un joven local.
Lo que se consideraba un secreto a voces finalmente se confirmó de boca del mismo jugador en 1990. En la nota titulada “I am gay”, reconocía su homosexualidad y no tardó en causar conmoción en todo el ambiente social y futbolístico. A partir de allí, fue objeto de una tremenda discriminación, por parte de sus compañeros, seguidores e incluso de su propio hermano John, quien llegó a declarar: «No me gusta nada que salga el apellido Fashanu en las portadas de los periódicos relacionado con un tema de este tipo. Mucha gente pensará que soy yo. Lo único seguro es que a Justin ya no lo contratará ningún equipo».
En 1991 estuvo a prueba en el Newcastle, dirigido entonces por Osvaldo Ardiles, quien se negó a contratarlo en forma permanente. A partir de allí pasó por clubes de Australia, Escocia y Estados Unidos. En el país norteamericano fue acusado de abuso sexual hacia un adolescente, pero nunca llegó a ser detenido.
En 1998 lo encontraron ahorcado con una nota a su lado. “Me he dado cuenta de que ya he sido condenado como culpable. No quiero ser más una vergüenza para mis amigos y familia. Espero que el Jesús que amo me dé la bienvenida y finalmente encuentre la paz”, expresaba el escrito.
Más acá en el tiempo, el arquero alemán Manuel Neuer dio cuenta de los tiempos que corren. En declaraciones a un periódico alemán, instó a aquellos futbolistas gays a que lo reconozcan abiertamente. «Los hinchas van a acostumbrarse rápido, lo importante es el rendimiento», afirmó el golero del Bayern Munich. Para romper prejuicios y estructuras mentales. De alguna manera, un homenaje a Justin Fashanu, un adelantado a su época.
Las palabras de Neuer se dan en un contexto muy distinto, en una sociedad diferente y en un mundo futbolístico que comienza a abrirse y aceptar un debate tan necesario como justo. Después de todo, las elecciones sexuales poco tienen que ver a la hora de patear una pelota y eso también hace a la magia del fútbol.
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