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La hora de Cavani
Edinson Roberto Cavani Gómez es uno de los mejores jugadores uruguayos de los últimos 30 años. Su carrera ha seguido una tendencia siempre creciente a nivel clubes, desde destacar en Danubio hasta afianzarse y llegar a ser goleador del Palermo durante dos temporadas consecutivas con poco más de 20 años, seguidas por tres temporadas en Napoli con más de 30 goles por torneo hasta llegar al Paris Saint Germain.
Sin embargo, durante sus primeros tres años en el equipo parisino tuvo que adaptarse a no ser la punta de lanza que siempre había sido en todos sus clubes, para compartir ataque con Zlatan Ibrahimovic. Ahí tuvo que desarrollar el mismo rol complementario que siempre realizó en la selección uruguaya, donde es inamovible desde el año 2010. Siendo la dupla Luis Suárez – Diego Forlán la que llevaba todo el peso del ataque, Edinson a veces hacía de tercer delantero por derecha, como contra Corea del Sur en el Mundial de Sudáfrica, o bien en un 4-4-2 bien rígido como ante Ghana, jugando de volante por izquierda. Lo mismo ocurrió en la Copa América 2011.
Para el mundial de Brasil 2014, ya con Forlán con menos ritmo competitivo, Cavani pasó a ser titular junto con Suárez contra Inglaterra e Italia, pero siempre con mayor nivel de sacrificio. Incluso, en el partido contra Colombia, la ausencia de Suárez y el buen momento de James Rodríguez fueron demasiado para la golpeada selección charrúa.
Los últimos dos años de Cavani fueron distintos. La salida de Zlatan le permitió posicionarse como el centro delantero que necesitaba ser para lucirse en números. 49 goles en la temporada 2016/17 junto a Lucas Moura y Ángel Di María como laderos. Pero el PSG quería más estrellas y afianzarse en su intento de lograr la Champions League. Ni más ni menos que Neymar y Killian Mbappé fueron incorporados. Así y todo, Cavani mantuvo su lugar y su condición de goleador en el equipo que logró liga y copa, pero nuevamente quedó fuera en Champions. 40 goles en la temporada y la certeza interna de que él podía ser la estrella.
De cara al Mundial de Rusia, Uruguay llegó con un cambio y una continuidad. El cambio era un medio de mejor pie y menos aguerrido y la continuidad era la fuerza de sus defensores centrales y sus dos delanteros. Sin embargo, los últimos meses de Suárez no fueron tan buenos en Barcelona. Y el día de ayer contra Egipto se notó, con dos o tres errores en la definición. A Cavani se lo vio como el líder del equipo. Ante la ausencia de juego del ’10’ Giorgian De Arrascaeta y ante un mediocampo demasiado estático, Cavani asumió lo que es: uno de los mejores delanteros del mundo. Tomó el liderazgo del equipo, articuló jugadas, generó asistencias para su compañero en ofensiva, tuvo remates al arco y, sobre el final del partido, recibió la falta que generó el gol de José María Giménez.
Esta Copa parece llegarle a Cavani en el momento justo. Es su hora de ser el líder en el ataque uruguayo. Y él ya se dio cuenta.
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- AUTOR
- Pablo Dragun
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