América
«La MLS no es una liga para los jugadores que se están retirando»
Se hizo tarde en Argentina, la noche cayó y como muchas otras veces uno busca algo para mirar en la televisión. Los canales van pasando y nada aparece hasta que, como algo mágico, te topas con un partido de fútbol. Un encuentro en vivo siempre tienta a los futboleros, pero para muchos puede ser solo un pantallazo porque se enfrentan Toronto FC y Montreal Impact por la final de la Conferencia Este. Más de uno seguiría de largo y buscaría otro programa para observar, aunque tantos otros se frenarán e intentarán saciar su sed de fútbol. Hay mucho desprecio hacia esta liga, son pocos los que se detienen a analizarla con detalle y por esa razón se perdieron un partido de siete goles (los locales se impusieron por 5-2).
Con una mirada rápida cualquier amante de la redonda encontrará en este cotejo dos o tres razones para mirar y prestar atención, aunque lo primero que viene a la mente son aquellos jugadores que alguna vez jugaron en Europa y hoy militan en este torneo. Los amantes del fútbol argentino tendrán varios apellidos reconocibles de inmediato: Ignacio Piatti, ex San Lorenzo, Hernán Bernardello, ex Newell’s, Víctor Cabrera, juvenil de River que viene teniendo buenas actuaciones en los últimos tiempos, todos ellos en el Impact, y por último, en Toronto, aparece Armando Cooper, a quien muchos recordaran por su paso por Godoy Cruz, donde hasta dejó un gol a Boca en la Bombonera.
Tras su paso por el Tomba, este panameño se desempeñó en el ST Pauli de Alemania, en Árabe Unido de su país y hoy se lo puede ver demostrar sus cualidades en el conjunto canadiense, con el cual disputará la gran final del certamen estadounidense frente al Seattle Sounders el sábado. «A pesar de que llegué en agosto, me planteé luchar por un puesto y jugar lo más que pudiera. Estar bien y contento era lo primordial», nos deslizó en sus primeras palabras y luego marcó las diferencias que pudo apreciar en el fútbol de Norteamérica: «Se juega más táctico y se pierden menos pelotas. Los equipos tienen mucha posesión del balón y se corre mucho menos. Se corre cuando se tiene que correr pero los partidos tienen buena intensidad».
No son pocos los que critican al fútbol de los Estados Unidos, sin embargo los fundamentos suelen ser muy poco sólidos. La llegada de David Beckham, allá por el 2007, fue una piedra fundamental en el armado de esta competición; pero la inversión no fue solo de Los Angeles Galaxy, conjunto que fichó al Spice Boy, sino que con el tiempo muchos otros comenzaron a hacer inversiones. Estas apuestas no solo se hicieron a nivel fichajes, aunque sería ridículo no admitir su política de «grandes compras», porque detrás de esto los estadios comenzaron a poblarse de hinchas y aparecieron algunas figuras jóvenes. Paso a paso diría un ex entrenador argentino.
«El desprestigio se genera por los jugadores de Europa que vinieron ya con una edad avanzada, pero han habido muy buenos futbolistas que le han dado un estilo o una visión diferente a los fanáticos. No es como se ve desde afuera, que dicen que es una liga para los jugadores que se están retirando. Creo que es diferente, la verdad la liga tiene un buen nivel de fútbol y cada año va creciendo. La MLS es muy competitiva y la gente se equivoca«, opinó Armando y además sintetizó los puntos que lo sorprendieron: «La organización es de un nivel muy alto y estructuralmente todos los equipos están muy bien».
Dentro del plantel del Toronto hay más de un jugador que suele marcar el ritmo del equipo. Uno de ellos es Sebastian Giovinco, aquel delantero que varios marcaron como el futuro de Italia y que en la actualidad la descose en USA. «Hay que halagarlo por lo inteligente que es y la forma en que juega. Solo hay una palabra para describirlo: crack. Se merece todos los elogios del mundo porque marca mucha diferencia», sintetizó Cooper sobre el ex player de la Juventus. Más atrás en el terreno de juego aparece Michael Bradley, uno de los yanquis que supieron hacer carrera en Europa y que hoy volvió a sus pagos. «Su experiencia y estilo de juego se hacen sentir. Ayuda y colabora mucho en la salida del equipo y cuando hay que elaborar. Tiene buenos pases a distancia y entre líneas que ayudan al estilo que nosotros imponemos», nos contó el nacido en Colón.
En la definición que se aproxima aparece un compatriota de Cooper del otro lado de la vereda, ya que en Seattle juega Román Torres, y aunque no tuvo «tiempo de hablar con él» antes de la final, «luego probablemente lo haga». Actualmente, la Selección de Panamá se encuentra disputando el hexagonal final de la Concacaf, donde se ubican en el tercer puesto detrás de Costa Rica y México (los primeros tres clasifican de forma directa a Rusia 2018 y el cuarto jugará un repechaje contra el quinto de Asia), y no podíamos dejar de consultarle sobre el combinado caribeño. «Estamos detrás de un objetivo. Paso a paso, pero hay que seguir trabajando porque falta mucho todavía y creo que fuimos creciendo de a poco. Vamos por el buen camino y esperemos seguir así. Jugar el Mundial es uno de mis grandes sueños», señaló.
En medio de pregunta y respuesta se puede escuchar el relato del partido de Independiente ante River, y la pregunta se hizo inevitable: ¿Sigue el fútbol argentino? «Siempre lo sigo, más que nada los equipos donde están jugando los compañeros que tuve en Mendoza. Me gusta verlo porque desde chico lo hacía y soy fanático de Boca, aunque ahora sumé a Godoy Cruz. Tengo un gran recuerdo de ese equipo. Fue una linda experiencia. Me gustaría algún día volver pero lo veo difícil. Me siento un mejor jugador después de mi paso por allá. Tomé experiencia y madurez. Encontré más mi posición, dónde me siento mejor y dónde puedo desenvolver mi fútbol. Soy más jugador y hoy en día paso por un gran momento y quiero seguir aprovechándolo», resumió este volante que ahora solo sueña con consagrarse en la MLS: «Vamos en camino a eso y esperemos darle una satisfacción a la gente».
Relacionado
- AUTOR
- Facundo Mirata
Comentarios