América
La nueva fórmula de la T: futbol y negocios
Futbol y Negocios. Así de crudo, así de claro pero sin complejos es como el Grupo Pachuca hace su presentación en sociedad a través de su página de internet. El grupo Pachuca es un auténtico pulpo con incontables tentáculos oficialmente llamados “unidades de negocios”, que tienen al fútbol como principal cabeza y desde donde empezaron a tejer una ingeniería asombrosa e inimaginable para un tipo, Jesús Martínez, que hace 20 años solo tenía gomerías y una pequeña inmobiliaria atendida por la familia, y hoy es el grupo empresario ligado al fútbol mas voraz de américa latina.
Es un martes de mediados de diciembre en la Universidad del fútbol y las Ciencias del Deporte en la ciudad de Pachuca en México. El torneo clausura mexicano todavía espera al campeón pero la mayoría de los equipos ya están en pretemporada para el siguiente campeonato y en una de las siete canchas que tiene el complejo el primer equipo del Pachuca se entrena.
De pronto un tipo de saco celeste, pantalón negro ajustado y una sonrisa amplia saluda amablemente y entra a una de las oficinas del edificio. Es Andrés Fassi; argentino, cordobés mas precisamente, posiblemente la persona más influyente del grupo y principal artífice de la mayoría de los proyectos deportivos.
La historia cuenta que Fassi llegó hace 25 años a trabajar como preparador físico a México y que allí conoció a Jesús Martínez. El mismo Fassi ya trabajando en Pachuca fue el que acercó al empresario a Jesús Murillo Karam en ese entonces gobernador del estado de Hidalgo.
Por esos años el Pachuca militaba en segunda división y Martínez le compró el equipo al estado por menos de 100 mil dólares el 24 de julio de 1995 con el pretexto de que el equipo “era malo”; así se fundó el grupo Pachuca. A partir de ese momento la empresa tuvo un crecimiento exponencial sin precedentes en el fútbol latinoamericano. No sin controversias claro, y es que el bajo costo del equipo sumado a la poco clara cesión de tierras por parte del gobierno a la nueva empresa hicieron llegar a sus oficinas una serie de graves denuncias. Primero la querella del presidente estatal del PAN Guillermo Galland Guerrero hacia los ex gobernadores del PRI Miguel Angel Nuñez Soto y Jesús Murillo Karam por la donación irregular de las tierras que hoy pertenecen a la Universidad del fútbol y también al Tuzo hotel Crown Plaza ubicado en una de las zonas más exclusivas de la ciudad. Pero las denuncias no acabaron ahí sino que siguieron llegando ya que según las mismas y debido a la cercanía del grupo con los gobernadores del PRI, los empresarios se vieron beneficiados por exenciones de pago de impuestos además de ser acusados de evasión fiscal.
Menos claro aún es fue el proceso de como el grupo se hizo con la propiedad del equipo ya que según denuncias del propio Galland, el estado de Hidalgo pagó en especies, es decir con la ficha de los jugadores del primer equipo a cambio de obtener el 20% de las acciones de la empresa Promotora del Club Pachuca S.A. cometiendo así otra irregularidad ya que el gobierno del estado no puede constituirse en sociedad anónima; por tal motivo y ante las denuncias el estado decidió retirarse y vender sus acciones en 1997 de forma polémica debido a diferencias entre el costo de las acciones y el valor real de la franquicia del plantel.
La Universidad del fútbol está ubicada en un páramo a las afueras de la ciudad. Una zona montañosa y árida donde el Grupo Pachuca montó su propio paraíso empresarial. No solo la universidad y las canchas están allí sino también el C.E.M.A. (Centro de Excelencia Médica en Altura), una clínica privada de última generación especializada en el desarrollo del rendimiento deportivo, donde Talleres de Córdoba realizó su pretemporada recién ascendido a primera.
O también el llamado Alto Rendimiento Tuzo, un Instituto donde las fuerzas básicas del Pachuca tienen montado un internado en el que las jóvenes promesas se desarrollan rodeados de un sistema de atenciones y detalles dignos de futbolistas profesionales; además de tener un equipo en las ligas de ascenso con el mismo nombre otros estudiantes pueden vivir la experiencia pagando claro, su cuota correspondiente.
Es que los lujos no se escatiman en Pachuca -mucho menos para el primer equipo- en cuyas instalaciones también se encuentra el Pabellón Joseph Blatter, un auténtico búnker de ultimísima generación donde las estrellas de la Liga MX son tratadas realmente como reyes. Un gimnasio exclusivo para los jugadores con un anexo con todos los aparatos médicos necesarios para la recuperación de lesiones, mas una pileta de relajación apta como para 4 planteles enteros o para que entrene Michael Phelps. Además de un cine para que el entrenador dé charlas técnicas y un vestuario a imagen y semejanza del de cualquier estadio europeo que incluye hasta televisiones particulares en cada gaveta personalizada de cada jugador, hacen que todo parezca exagerado.
«Vinieron dirigentes de muchos equipos y nos dicen que los tratamos demasiado bien (a los jugadores). Que son demasiados lujos, pero es la decisión del grupo tenerlos así», confiesa un colaborador que allí trabaja.
Pero no solo eso hay en el predio. Estudio de televisión desde donde se producen, se graban y se editan todos los programas y el material que tenga que ver con el equipo; restaurantes, oficinas donde una vitrina luce orgullosa todas las copas ganadas por el Pachuca, un club de mas de 100 años que ganó 6 títulos de liga y 4 copas de campeones de la CONCACAF mas una copa sudamericana, todo en los últimos 17 años.
Como dice Fassi, el secreto está en no quedarse quieto, en generar nuevos desafíos y el grupo ya tiene proyectado en los mismos cuestionados terrenos construir un mini estadio para 8 mil personas donde jugarán las divisiones inferiores, además de un Hotel concentración de 5 estrellas para el primer equipo y una academia de arqueros.
Más lejos, a unos 12 kilómetros de ahí, en la llamada zona de plata de Pachuca donde el valor de la tierra se multiplica por cientos, el Grupo Pachuca tiene su otra joya. Allí envuelta en denuncias de enriquecimiento ilícito por triangulaciones irregulares con el gobierno del estado se erige el Salón de la fama del fútbol mundial, a imagen y semejanza del Salón de la fama de la N.F.L y el centro interactivo Mundo fútbol.
El Pachuca es solo un brazo del gigante. Quizás el más importante pero no el único. El grupo compró en noviembre del 2010 al Club León del estado de Guanajuato con el que dicen, proyectan inversiones mas pretenciosas aún que en Pachuca. Poseen además al equipo de ascenso Mineros de Zacatecas y este año se hizo con el 80% del Everton de Chile. Desde el grupo aceptan haber tenido conversaciones para comprar al Once caldas y al América de Cali de Colombia y no son pocos quienes vinculan al grupo con el Cienciano de Perú aunque nadie lo confirme de ninguno de los dos lados. Los tentáculos se extienden y parecen querer abarcarlo todo. Tanto que en los últimos años llamó la atención de uno de los millonarios mas famosos, y es que el inefable Carlos Slim, el empresario mexicano considerado hoy el 4to hombre más rico del mundo y que posee gran parte de las acciones del Oviedo de España, se asoció con Jesús Martínez y compró el 30% del Grupo Pachuca.
Pero no solo de fútbol vive Martínez y compañía. Entre las múltiples unidades de negocio hay: un centro de convenciones, un centro comercial, hoteles cinco estrellas, un zoológico, varias cadenas de restaurantes, inmobiliarias, una veintena de locales del Domino’s pizza y más.
Se sabe que la operación deportiva representa cerca del 60% de los ingresos del Grupo Pachuca, que factura anualmente cerca de 200 millones de dólares en los que la publicidad y la compra venta de jugadores son la parte principal. Cuando se le pregunta a algún allegado al club cuál es el principal negocio, la respuesta es bien concreta: Patrocinadores, sólo en el uniforme conviven 19 empresas de todas las ramas y lugares del mundo y así, el equipo parece más a uno pobre del ascenso con decenas de publicidades aprovechando cada centímetro de tela que al de un equipo todopoderoso.
En la entrada del predio del Pachuca un cartel gigante recibe a las visitas este diciembre. Un saludo de buenos augurios navideños prolijamente sponsoreados por los logos de todas las empresas del grupo en los cuales se incluyen como un negocio más, los escudos del Pachuca, el León, el de Mineros, el del Everton y uno que llama poderosamente la atención; el de Talleres de Córdoba.
Es que Andrés Fassi, fanático de la T, cumplió un sueño en noviembre de 2014 y con cerca de mil votos ganó las elecciones en el club de sus amores, y junto con él llegó el know how del grupo. Inversores de acá de allá y mas allá y una forma de conducir el club totalmente personalista, donde todas las decisiones pasan por el presidente; incluso también las incorporaciones en donde el técnico no tiene, por lo menos voto.
La experiencia dio resultado inmediatamente y Talleres hoy está sorprendentemente en primera después de años de ostracismo. Además fundó numerosas escuelas de fútbol y el proyecto de Mundo Talleres que se parece bastante a lo que es Pachuca hoy, aunque muchos en el fútbol miran de reojo este ascenso meteórico de uno de los equipos más grandes del interior y desconfían de la figura de Fassi y los mexicanos que lo rodean.
Antes de asumir en Talleres, Jesús Martínez anunciaba con bombos y platillos que el grupo que él comanda buscará replicar en Argentina lo mismo que supieron construir en México y cerró con una sugestiva frase:
«Nos encanta Argentina, nos encanta Talleres, no sólo por Andrés (Fassi) sino porque el 25 o 30 por ciento de los jugadores argentinos salen de Córdoba y Argentina es el país que más jugadores exporta»
En 2017 el Grupo Pachuca dejará a la T como inversor para darle lugar a nuevos actores de los que todavía poco se sabe y aunque Fassi no escatimó esfuerzos en aclarar que lo del Pachuca fue casi un acto de filantropía se sabe que a partir de este año, de cada juvenil que venda Talleres el 75% irá para el grupo Pachuca y el resto quedará en Córdoba.
Hoy el fútbol argentino agoniza entre luchas intestinas y el ahogo intencionado de un gobierno nacional que desde que asumió anunció que lo mejor que le podía pasar a los clubes es que dejen de serlo para ser equipos privatizados. Y Fassi, convertido en un empresario exitoso, lo sabe y lo anuncia cada vez que puede: “Tiene que haber un cambio radical en nuestro fútbol. Habrá que ver si se puede con las Sociedades Anónimas, como dice Macri”.
La liga argentina sigue reticente a la figura de las Sociedades Anónimas Deportivas, pero sus dirigentes no saben hasta donde van a aguantar la presión del gobierno y la presión mediática que los castiga. Mientras tanto, los mexicanos con perfil bajo esperan fumando…un fassi.
- AUTOR
- Horacio Ojeda
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