América
La peor pesadilla
Se hizo todo y no se pudo. Hiciste tres goles, pero no pudiste festejarlos. Perú no te pateó al arco en 90 minutos, pero hoy te volvés a casa. Erraste el primer penal de la serie y todo se vino abajo. Así de ingrato es el fútbol a veces. El Arena Fonte Nova será el triste recuerdo de la Selección de Uruguay en los próximos años luego de la dolorosa despedida de una Copa América que lo tuvo, con justa razón, como favorito.
El VAR fue el único y total responsable de que la Celeste no ganara el cruce de cuartos de final. Contra la tecnología y las cámaras hay poco para hacer, pero sí para discutir – al igual que el accionar del árbitro Wilton Sampaio y sus ayudantes -. Llegando a la media hora de juego, el equipo de Óscar Tabárez era dominador del partido y tuvo su primer grito ahogado. No hizo falta el sistema de revisión porque Nahitan Nández estaba en clara posición adelantada al recibir por derecha, pero el juez de línea levantó su bandera varios segundos después de que el jugador de Boca echara el centro para el gol de Giorgian De Arrascaeta.
En el complemento sí hubo polémicas. Sampaio anuló, pantalla mediante, el gol de Edinson Cavani a los 13′ tras irse mano a mano contra el arquero peruano. La bandera se levantó en pleno festejo. El árbitro se sacó las dudas y cobró offside. La jugada fue milimétrica, muy finita. Y por último, Luis Suárez viviría uno de los mayores dramas con la camiseta de su país. Cuando ya había convertido con la rodilla luego de un centro de Martín Cáceres, Sampaio volvió a recurrir al VAR y comprobó que el Pistolero estaba centímetros por delante del último rival. También, finita.
El marcador seguía intacto, Fernando Muslera no tenía ningún tipo de interacción, Uruguay insistía por todos lados, hubo siete minutos de descuento, y Sampaio decretó el fin de partido. Suárez, quien había vuelto a cargarse el equipo al hombro y empujó hasta el final, erró el primer penal de la serie. Y nadie más lo haría, ni compañeros ni rivales. El derechazo al estómago de Pedro Gallese le seguía dando vueltas en su cabeza mientras lloraba, desconsolado y tapándose la cara, después de que Perú ganara 5-4 desde los doce pasos. El «culpable» había hecho un gran esfuerzo para disputar el certamen continental: se operó la rodilla y dejó de lado compromisos importantes con Barcelona – lo que le costó varias críticas – para poder llegar con lo justo y como sea a esta copa disputada en Brasil. Y así terminó, siendo levantado por tres compañeros.
En conferencia, el Maestro Tabárez, quien cumplió 200 partidos al mano del seleccionado, dio una ¿última? clase futbolera: «Hay que aceptar la derrota y felicitar a Perú. No hizo nada fuera del reglamento. Trató de bajarle el ritmo al partido. ¿Cuántas veces hemos hecho eso nosotros? Es una desilusión muy grande, pero hay que saber perder».
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- Cultura Redonda
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