La seria lesión sufrida por Harry Kane hace una semana encendió las alarmas en el norte de Londres, al menos en la parte azul y blanca. El inglés no volverá hasta mediados o finales de abril, como temprano, por lo cual Mauricio Pochettino se vio obligado a buscar una respuesta que resulte un tanto más permanente.

A la hora de pensar en cómo reemplazar ese par de goles que casi siempre asegura el ‘10’ de Tottenham Hotspur, el entrenador podría haber apelado a la solución obvia, Fernando Llorente, y cambiar ‘9’ por ‘9’. Pero no. El DT argentino sabe que, a diferencia del inglés, la presencia del español le  quita movilidad en ataque y es mayor referencia para el rival. No es un razonamiento de otro mundo. Llorente es, por así decirlo, un centrodelantero ‘clásico’. El que espera el pase al vacío, el que aguanta de espaldas, toca y va a buscar, el que huele rebotes en el área chica. Kane, por su parte, garantiza goles pero también despliegue. Además de ser referencia, se corre a los costados, juega el uno a uno por las bandas o el centro, asiste y juega para el equipo.

Son, la principal carta ofensiva en ausencia de Kane

La solución, entonces, pasa por otro lado para Pochettino. Y en el duelo del sábado ante Swansea por FA Cup, parece haber encontrado la respuesta a su problema. Llegó de la mano de la recuperación física (y futbolística) de Erik Lamela y la reciente incorporación de Lucas Moura. Con ellos dos, más las garantías que ofrecen jugadores como Christian Eriksen, Heung-min Son y Dele Alli, el técnico terminó por armar una ofensiva dinámica, rápida, de buen pie y con gol. Ante Bournemouth fueron Son y Alli los que convirtieron, mientras que Eriksen y Lamela le dieron la victoria ante los Cisnes en Gales.

Si bien Son suele habitar el puesto vacante de Kane, su lugar está lejos de ser fijo y por momentos alterna con Alli y Lamela el centro del ataque. Incluso entre los volantes hay mucho desplazamiento, dificultando la tarea del rival y motivando al ajuste constante de la defensa. Hasta el momento, la solución es efectiva: la movilidad del cuarteto de volantes terminó por evidenciar las decenas de problemas de la defensa de Swansea y los tres goles llegaron por el centro del campo de juego, con tres disparos desde la puerta del área. La próxima parada para Tottenham marca Stamford Bridge. Una nueva oportunidad para que “el equipo sin 9” demuestre que puede hacer frente aún sin su principal arma de ataque.