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Lejos de los años dorados
En Inglaterra tenes historias de todo tipo. Desde futbolistas que enamoraron en canchas de barro pero mataban su imagen en los bares nocturnos, y de instituciones que supieron marcar una época y en la actualidad solo le quedan las anécdotas de esos años dorados. Este puede ser el caso del Leeds United, considerado uno de los combinados históricos de la liga, no solo por sus laureles sino también por la fidelidad de sus aficionados.
Como todo cuento, existe un punto de quiebre donde las cosas toman un rumbo totalmente diferente al habitual. Para el conjunto londinense fue la década del ’60. Para mediados de la temporada 1960/61, con el Leeds sumergido en una crisis económica y en los puesto de abajo de la segunda división, la dirigencia del club le ofreció el cargo de entrenador a Donald George Revie, capitán del equipo, tras la salida de Bill Lambton. «Don» ya tenía la idea de dirigir, ya que les había pedido expresamente a la CD que le realizaran una carta de recomendación para presentarla en el AFC Bournemouth, que tenía el puesto de director técnico vacante. Ni lerdos ni perezosos, los directivos movieron fichas y lograron que el delantero cumpliera el rol de jugador – entrenador.
Su arribo generó una gran polémica, no por su nuevo figura sino por su primera decisión: cambiar el azul y dorado de la camiseta por el blanco. «Llevamos una vida vistiendo de azul y amarillo. ¿Qué hemos ganado desde entonces? Nada. A partir de ahora, este equipo deja de ser un perdedor, porque lo entreno yo. Y yo no soy un perdedor. ¿Saben qué equipo ha ganado más títulos en el mundo? Pues el Real Madrid. ¿Saben de qué color viste el Real Madrid? De blanco. Bueno, desde este mismo momento, este equipo jugará de blanco. Será una señal inequívoca de que este Leeds es, desde este momento, un ganador», lanzó Revie. Una determinación que provocó el enojo de los hinchas de todo Yorkshire. Los resultados se verían con el tiempo.
Los primeros años fueron bastante complicados para los «Pavos Reales», que se la pasaron peleando por no descender. Para el certamen de 1962/63 el panorama comenzó a cambiar y un años después, luego de terminar invicto como local, los comandados por Revie ascendieron a la máxima categoría del fútbol inglés. El regreso a la cita grande. El crecimiento futbolístico se dio, entre otras cosas, con el debut de Peter Lorimer, quien con 15 años se ganó un lugar en el plantel. El tiempo diría que terminaría siendo el máximo goleador en la historia del club con 238 goles.
Volviendo al plano deportivo, ya instalado en la primera división, peleó el título palmo a palmo con Manchester United, que finalmente se quedaría con el mismo por diferencia de gol. Un conjunto recién ascendido peleando contra el United de Bobby Charlton, Nobby Stiles y el increíble George Best, algo impensado para un grupo de futbolistas que no hacía mucho luchaban por no caer a la tercera división. Esa no fue la única hazaña de la temporada, ya que también llegaron a la final de la FA Cup, donde el Liverpool se convirtió en el verdugo. El dúo Bremmer – Giles en el mediocampo fue fundamental para crear un once protagonista en cualquier campeonato. El primero era del riñón, mientras que su ladero se había formado en los Diablos Rojos e integrante del equipo que levantó a los de Manchester tras la tragedia de los Busty Babes.
El año siguiente tuvo al Leeds nuevamente como protagonista, algo que se refleja con el subcampeonato en el certamen local y semifinales en la Copa Ferias («la madre» de la Copa UEFA). Liverpool fue quien se alzó con el trofeo domestico, con 61 puntos y aventajando por seis a los de Revie, y el Zaragoza fue el escollo en su primera aventura europea. Para demostrar que lo acontecido años anteriores no era casualidad, la temporada 1966/67 fue otra muestra de la continuidad en el trabajo del cuerpo técnico: cuarta posición en el campeonato domestico, semifinales de FA Cup y finalista en la Copa Ferias.
Los primeros éxitos llegarían un año después. Tras vencer a Arsenal por 1-0, con gol de Terry Cooper, los Blancos se quedaron con la Copa de Liga, el tercer trofeo en importante del país. Pero esté no fue el único certamen, ya que se quedó con la Copa Ferias al derrotar al Ferencváros húngaro por 1-0 en el global. Una conquista que significaba tocar el cielo con las manos para una institución que cinco años atrás peleaba por no descender. Además, como para ponerle un moño a la situación, logró el primer título local en la temporada 1968/69, donde solo perdió dos partidos y lideró el torneo de punta a punta.
Los siguientes participaciones locales fueron para destacar, donde se consagró campeón de la Charity Shield (hoy Community Shield) y subcampeonatos en la temporada 1969/70 y 197071. Pero lo más importante se dio en el ámbito internacional, donde en su primera participación en la Copa de Campeones (1969/70) llegó hasta semifinales, instancia en las que Celtic cortó con todo tipo de ilusión, y también fue campeón por segunda vez de la Copa Ferias (1970/71) al ganar a la Juventus de Italia por la ventaja de gol visitante.
La 1971/72 fue una continuidad de poderío del Leeds en territorio británico. Si bien volvió a quedar en la segunda posición de la liga inglesa (un punto por debajo del Derby County), se quedó con la FA Cup al ganarle a Arsenal gracias a un gol de Allan Clarke, en el mítico estadio de Wembley. Otro trofeo en la vitrina para el amplio dominador de toda una década. La temporada posterior no tuvo los resultados deseados, aunque continuó siendo protagonista en los torneos que participó: en la liga finalizó tercero, en la FA Cup perdió la final con el Sunderland y cayó en la misma instancia de la Recopa de Europa a manos del Milan. Aquella definición fue muy polémica y, entre algunas particularidades, en el 2009 se presentó un reclamo ante el Parlamento Europeo para que le otorguen el título al Leeds. La cuestión fue por el mal arbitraje del griego Christos Michas, quien fue suspendido de por vida a nivel internacional por su performance en Salónica, donde no cobró dos penales en favor de los ingleses y convalidó el gol de Luciano Chiarugi, quien marcó de tiro libre pero el mismo era indirecto.
Donald Revie se despidió del Elland Road en 1974 para convertirse en el entrenador de la selección inglesa. Antes de marcharse, lo hizo con la obtención liguera. Con la ida de Don, se fue la época dorada de un equipo que naufragaba en el ascenso inglés e hizo su nombre en Europa. El fin de los Dirty Leeds para los rivales, pero el Super Leeds para los aficionados. Para reemplazar al ídolo, la dirigencia contrató a Brian Clough, encargado de comandar al Derby County campeón de 1972. La aventura del oriundo de Middlesbrough duró solo 44 días.
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Comandado por Jimmy Armfield volvió a la escena europea. El 28 de mayo de 1975 perdió la final de la Copa de Campeones frente al Bayern Münich de Sepp Maier, Frank Beckenbauer, Ulrich Uli Hoeneß y Gerd Müller. Franz Roth y el «Bombardero de la Nación» fueron los culpables de otra desazón a nivel continental para Pavos Reales. Esta fue la última gran participación en competencias internacionales.
La temporada 1991/92 significó el regreso a los primeros planos tras años de ausencia. Con Howard Wilkinson en el banquillo y con Eric Cantona, Gary Mc Allister, Gary Speed y Lee Chapman como estandartes, se quedó con el título siempre recordado como «el último campéon de la liga inglesa» (reemplazada por la Premier League). También se quedó con la Charity Shield al vencer al Liverpool de Ian Rush por 4-3, con triplete de Cantona. A pesar de contar con varias figuras a los largo de los últimos años, como Rio Ferdinand, Mark Viduka, Lee Bowyer, Harry Kewell o Robbie Fowler, entre tantos, nunca más pudo pelear un torneo hasta el final y mucho menos ser protagonista en el Viejo Continente. Incluso, en el 2004 los directivos presentaron la quiebra y hasta vendieron el predio de entrenamiento. Una pena para un conjunto que supo ser grande durante dos décadas y en la actualidad lucha por encontrar un hueco en la máxima categoría inglesa.
- AUTOR
- Claudio González
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