Copas selecciones
Llegó para quedarse
La selección femenina de Holanda está en semifinales del Mundial de Francia. Un equipo con poca historia en el fútbol de mujeres se metió en los primeros planos después de conquistar la Eurocopa 2017, y hoy se ilusiona con ganar la Copa del Mundo.
Sarina Wiegman fue nombrada seleccionadora en enero de 2017, para reemplazar al despedido Arjan van der Laan. Como jugadora, había sido la primera en llegar a los cien partidos disputados con el seleccionado. En la dirección técnica, su objetivo era mejorar el nivel colectivo de un conjunto de grandes individualidades -acaso la mejor camada de la historia holandesa-, que aún no había obtenido resultados importantes.
Las figuras de este plantel son la centrodelantera Vivianne Miedema, la volante ofensiva Daniëlle van de Donk, las wings Shanice van de Sanden y Lieke Martens y la volante central Sherida Spitse. De las veintitrés mundialistas, solo dos superan los 30 años, lo que permite imaginar que esta generación de jugadoras que ya se conocen de memoria -más algunas que se sumen- seguirá compitiendo en el primer nivel cerca de una década más.
Antes de 2017, las Leeuwinnen (Leonas) solo habían participado de un Mundial (octavos de final en Canadá 2015) y dos Eurocopas (semifinales en Finlandia 2009 y eliminación en la fase de grupos de Suecia 2013). En la edición continental de hace dos años, eran las anfitrionas y querían demostrar que su nivel estaba en crecimiento.
El sorteo las emparejó en el Grupo A contra una potencia como Noruega, Dinamarca y Bélgica. Desde el periodismo había poca expectativa en el equipo, porque consideraban que no estaban a la altura de las candidatas Alemania, Inglaterra, Francia y Suecia. Esto se revirtió con el correr de los partidos, ya que Holanda fue por lejos la mejor selección de la competencia, especialmente en la fase de eliminación.
Superó a Noruega 1-0 en el partido inaugural. Luego le ganó a Dinamarca, también por la mínima, y cerró con un 2-1 sobre Bélgica. Clasificó a cuartos de final con tres victorias por un gol en igual cantidad de partidos y, a partir de esa ronda, se vio la mejor versión de las Oranjevrouwen.
Suecia, siempre candidata y a quien enfrentará en semis del Mundial, fue su primera víctima. El partido terminó 2-0 con goles de Martens y Miedema, pero la diferencia pudo haber sido superior. Y así lo fue contra Inglaterra. Ya sin Francia ni Alemania, se esperaba que las británicas fueran las campeonas, pero en una noche de jueves en Enschede vieron cómo sus esperanzas se diluyeron en manos neerlandesas. La selección local jugó su mejor fútbol de todo el campeonato y goleó 3-0.
En la final la esperaba Dinamarca, a la que ya habían vencido en la primera ronda. Las Leonas comenzaron perdiendo, pero rápidamente llegó la igualdad mediante Miedema. Martens lo dio vuelta, aunque las danesas igualaron a los 33’ del primer tiempo con el gol de Pernille Harder. El partido decisivo era más abierto de lo esperado y se fueron empatadas al entretiempo. En el complemento, las holandesas volvieron a ponerse en ventaja gracias a un tiro libre de Spitse y, después de aguantar las embestidas de las nórdicas, otro tanto de Vivianne Miedema a los 44’ selló el 4-2 definitivo.
Ese domingo 6 de agosto de 2017, Holanda demostró que su poderío en el fútbol femenino ya era una realidad. Por sus actuaciones, Lieke Martens recibió el Balón de Oro y fue transferida a Barcelona. En octubre, recibió el premio “The Best” de la FIFA, en la misma ceremonia en la que Wiegman fue premiada como la directora técnica del año.
En marzo de 2018 obtuvieron, junto a Suecia, la Copa Algarave. La final de este torneo amistoso que se disputa todas las temporadas en Portugal no se pudo jugar debido a una intensa tormenta, por lo que la organización decidió darle la copa a ambas finalistas.
La clasificación al Mundial se complicó en la última fecha de las eliminatorias, cuando perdieron 2-1 en su visita a Noruega. Este resultado metió a las escandinavas en Francia y obligó a las neerlandesas a jugar un play-off. En las semifinales del mismo, vencieron a Dinamarca -gran ausente de este Mundial- tanto de local como de visitante, y en la final superaron a Suiza con un global de 4-1.
Esta edición de la Copa del Mundo tiene a Holanda entre las cuatro mejores. Con el respeto que se ganaron hace dos años, las rivales la miran como una selección de temer. Pasaron sin sobresaltos la fase de grupos con tres victorias ante Nueva Zelanda, Camerún y Canadá. Después eliminaron a Japón -tomándose revancha del partido de octavos de 2015-, en un polémico partido que se definió con un penal de Martens en tiempo de descuento. El sábado, en Valenciennes, con la actuación más convincente de lo que va de la competición, Holanda le ganó 2-0 a Italia para clasificar a semifinales del Mundial y, como consecuencia, a un Juego Olímpico por primera vez en su historia. Al ser Europa un continente de muchas selecciones y de apenas tres plazas para el fútbol olímpico femenino -sin límite de edad-, se acordó que las tres que más lejos llegaran en la Copa del Mundo clasificaran a Tokio 2020.
Otro hito de la Oranjevrouwen en este Mundial fue que Miedema se convirtió en la goleadora histórica del combinado nacional. Con apenas 22 años, la delantera del Arsenal ya anotó 61 goles en 80 partidos. Con el doblete ante Camerún, igualó y superó los 59 tantos de Manon Melis, quien jugó entre 2005 y 2016. Miedema, quien jugó su primer partido como leona en 2013, aún tiene tiempo para seguir rompiendo récords tanto en selección como en clubes.
Algo que ya se volvió viral es la alegría con la que los hinchas holandeses viven tanto la previa como los partidos. Son los que más fiesta llevan a los estadios y a sus adyacencias, y esperan extender ese júbilo hasta el domingo en Lyon.
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- AUTOR
- Guido Antonelli
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