Bundesliga
Los muchachos peronistas
Gastar horas en discusiones inútiles suele ser un ejercicio muy normal en la vida de un futbolero. Dentro de esas charlas, más de una vez, aparece la «grandeza», es decir, qué hace que un equipo sea «grande». Léase, más poderoso que el resto. Boca, River, Real Madrid, Barcelona, Manchester United, por dar ejemplos, no tienen discusión. Aunque siempre es necesario armar una tabla y ubicarlos en un escalón. Ahí aparecen los escándalos, porque cada cuál o cada quién tiene sus medidas o márgenes para dirimir la escala de un club o de «su» club. Cantidad de títulos, el público que colma o no el estadio (¡Que tiempo aquellos!), hechos históricos que nada tienen que ver con el fútbol y tantas otras cosas son algunas de las estrellitas que jamás aparecen en las camisetas o vitrinas pero que se suman en el aire.
A veces alguno de esos colosos entra en años turbios y… para más de uno, prácticamente se le extirpa lo «grande». ¿Se pierde su grandeza por caer de categoría? ¿Se le borran los títulos? Podemos discutir muchas cosas, pero la historia es la historia y nadie puede borrarla a su gusto, sobre todo cuando esos años de gloria se convirtieron en leyenda y hasta hicieron que un tal Juan Domingo Perón se saque una foto con esos héroes del pasado. ¿De qué estamos hablando? Del Rot-Weiss Essen de Alemania, que quizás nunca sentiste nombrar, pero nos regala esta historia que bien merece la pena ser contada.
Antes que nada, vamos a abrir el mapa, porque los que aman la pelota no solo aprendieron nombres de jugadores o técnicas de cómo pegarle al balón, sino que también su conocimiento se expandió a la geografía. Todos saben dónde queda Turín por la Juventus y donde queda Nápoles por el club homónimo. Ejemplo cortito y al pie, aunque puede que cueste ubicarlos rápidamente, la simpleza de norte y sur ya ayuda a un viajero.
El RWE, como lo indica su nombre, nació en la ciudad de Essen allá por 1907. Para que su GPS humano, si es que esto existe, no les tire «recalculando», queda cerca de Duisburgo y Bochum, a pasitos de Bélgica y Holanda. Por mucho tiempo este fue el corazón industrial del río Ruhr, ya que en la Revolución Industrial se volvió muy importante para el transporte de carbón y acero, dos materiales que la ciudad producía y explotaba. La paulatina desaparición de la industria minera no hizo que los habitantes olvidaran sus raíces y por eso ese gran pedazo de la historia se refleja en el Complejo Industrial de la mina de carbón de Zollverein, una antigua mina que hoy funciona como museo y que fue declarado patrimonio de la humanidad por la UNESCO en 2001.
Como verán es una región forjada por la clase trabajadora, alejada de los sitios turísticos o capitales, pero con muchas hazañas e historias. Hay un dato que quizás se les pasó inadvertido: el río Ruhr, un nombre que seguramente no les sea extraño por el «derbi del Ruhr», que disputan Borussia Dortmund y Schalke 04. Se lo denomina así porque comparten la región, aunque es momento de derribar un gran mito: El verdadero clásico de los azules no son los amarillos, sino los rojos y blancos. Obviamente hablamos de RWE, pero difícilmente alguien los asocie rápidamente como un choque entre rivales históricos porque su último cruce fue en 1992. Aquella vez, la Copa de Alemania los puso cara a cara y la victoria fue del rot-weiß por 2-0 con un segundo gol que, en el corazón de nuestros homenajeados, quedará como la mejor humillación de la historia y no solo por el resultado final, sino porque en ese momento el equipo se encontraba en una de las etapas más complicadas de su historia. Y si hay foto (de Perón en este caso), hay video…de aquella hazaña.
La vida los fue alejando cada vez más, aunque la famosa «pica» nunca desapareció. Y aquí vamos con lo más interesante de la historia, porque abordaremos la caída de un equipo que hoy está en la Regionalliga West, la cuarta división alemana. Tranzando paralelismos, sí es que se puede, la comparación si la traemos a la Argentina es similar con los casos de Chacarita, o Ferro, clubes que supieron brillar, ganar títulos y que siguen convocando una gran cantidad de público, pero hoy lamentablemente luchan en las categorías de ascenso. Y sí gente, el Rot-Weiss Essen tiene trofeos en sus vitrinas y lo sigue mucha gente. No es que exageramos, lo sigue muchísima gente y para ratificar nuestros dichos les dejamos otro video. Están de la cabeza. ¿Promedio? 11 mil espectadores por partido o como contra el Borussia Dortmund II, donde hubo 14 mil. Nadie va a dejar de vivirlo así solo porque sea el segundo equipo. Y para que quede claro esto es un encuentro de CUARTA DIVISIÓN, muy lejos de la Bundesliga.
Más de uno ya le sumó una «estrellita», no digan que no, porque llenar la cancha o la cantidad de seguidores suele ser uno de los ítems a completar. Ahora empecemos a desmenuzar las vueltas olímpicas y en este ir y venir aparecerá el General. Los germanos tienen varios equipos que han sabido ser campeones mucho antes de la hegemonía del Bayern Munich de estos días. Así son los casos de TSV 1860 Munich, Kaiserslautern y los rojiblancos, que tuvieron sus años dorados en los años 50 cuando la herida del nazismo aún estaba abierta. Essen no estuvo de la Segunda Guerra Mundial, porque prácticamente quedó destruida en su totalidad luego de los bombardeos efectuados por las tropas británicas y estadounidenses. El estadio del RWE también se vio afectado por esto y hubo que reconstruirlo y fueron los propios hinchas quienes se pusieron esa tarea al hombro. «Fue conmovedor ver cómo personas que nunca habían trabajado con palas o picas luchaban por reconstruirlo», contó el ex presidente Ernst Ruhkamp. ¿Sumamos otra estrella?
Las estrellas verdaderas las comenzaron a sumar en 1953 cuando obtuvieron su primer título: la Copa de Alemania. Esta fue la primera edición de la competición tras la guerra y por esa razón el RWE se convirtió en el primer equipo de Alemania Federal, la parte que se «quedaron» los Estados Unidos, Francia y el Reino Unido, en conquistar el trofeo. La gran final (fue la primera definición en la historia del club) fue contra el Alemannia Aachen, team con el que hoy comparten categoría así que cada tanto los periodistas traen a la actualidad la historia de aquella final. Sin embargo, antes de aquel encuentro primero dejaron de lado al Jahn Regensburg (5-0), hoy en 2. Bundesliga, más tarde al VfL Osnbrück (2-0), también en la Segunda División, ya en cuartos de final demolieron al Hamburger SV por 6-0 y en semis se llevaron puesto al SV Waldhof Mannheim, hoy en tercera, por un 3-2. El desenlace de este torneo tuvo unos 40 mil espectadores que visitaron el Rheinstadion en Düsseldorf, un estadio que hoy ya no existe porque fue demolido en el 2002 y allí se construyó el Merkur Spiel-Arena, donde hace de local el Fortuna Düsseldorf. Fue un partido apretado que se abrió gracias al gol de Franz Islacker y Helmut Rahn para los de Essen, mientras que Jupp Derwall, quien más tarde fue DT y campeón con Alemania en la Eurocopa de 1980, descontó para su rival. Y así terminó un partido que dejó en las vitrinas el primer título oficial del Rot-Weiss Essen.
Por aquellos días, 1953, era bastante normal que los equipos hicieran giras por distintas partes del mundo buscando rodaje o simplemente para darse a conocer. No era el tiempo de internet o de las giras por Asia en busca de dinero. Ha cambiado la cosa, pero tras este primer gran logro los muchachos de Essen armaron las valijas y encararon para Sudamérica, donde jugaron ocho encuentros. ¿Quiénes fueron sus rivales? Independiente, San Lorenzo, Peñarol, la Selección de Uruguay, Alianza Lima, Universitario y Barcelona de Guayaquil. En total estuvieron casi un mes y medio y hasta se llevaron un par de triunfazos. Su primera víctima fue el Rojo, que luego se tomaría revancha días después. Los alemanes consiguieron una victoria por 3-1 contra un equipo que tuvo entre sus filas a José Varacka y el mítico Ernesto Grillo. Unas jornadas después chocaron contra el Ciclón, que puso a un tal José Sanfilippo en su delantera y que del otro lado de la línea de cal lo tuvo a René Pontoni como DT. Ese día fue derrota para los teutones, quienes más tarde golearon al Manya (3-0) y culminaron su andar futbolístico con una victoria 2-1 ante los guayaquileños. Su retorno al Viejo Continente no vendría solo con recuerdos de la redonda, sino que es aquí donde aparece el General, quien por aquel entonces recorrió lo que fue su segundo mandato como Presidente de Argentina. Perón recibió al equipo y se sacó una foto con ellos, algo no muy común. No porque Perón haya sido un antifutbolero, se ha escrito y comprobado que le gustaban los deportes y el fútbol no era la excepción, pero recibir a un equipo alemán en su despacho (en la foto se pueden contar 29 personas) no era cosa de todos los días.
¿El General trae suerte? Y quien podría decirles que no a los hinchas del rojiblanco, porque en 1955 llegó lo que es el trofeo más importante en la historia del club: el campeonato alemán. El rot-weiß fue el mejor de un torneo que tuvo a 76 EQUIPOS. No leyeron mal eh. Esa era la cantidad de clubes que participaron de aquella edición, que estaba dividida en zonas (Norte, Berlín, Oeste, Sudoeste y Sur). El primero de cada zona pasaba a la instancia final, mientras que el segundo obtenía la chance de jugar un repechaje por un boleto a la zona de definición (que se dividía en dos grupos de cuatro), aunque en la zona Berlín no era así porque al segundón lo dejaban con las manos vacías. El RWE lideró el grupo tanto en la primera como la segunda instancia de grupos, con lo cual se ganó el derecho de disputar la gran final. ¿Su rival? El FC Kaiserslautern, que era el gran favorito ya que jugaba su cuarta definición en cinco temporadas. Fue un partidazo con todas las letras y no solo porque salió 4-3, sino porque hubo 80 mil personas en según dicen una calurosa tarde en Hannover. Al llegar a Essen los esperaba una multitud que colmó las calles de la ciudad de una forma increíble. Amor en estado puro.
Ser el campeón reinante de Alemania le abrió una puerta a Essen, una puerta que hoy es codiciada por más de uno pero que por aquel entonces hasta podemos decir que era una prueba, ya que la temporada posterior a la consagración comenzó lo que hoy conocemos como la Champions League, pero que por aquel entonces se llamaba Copa de Europa. Tuvo 16 participantes, que fueron elegidos por la UEFA, dado que no todos los clubes apoyaron del proyecto de inmediato. Por ende, en esta edición no todos eran campeones de sus respectivos países y en esa sintonía el conjunto de Alemania jugó contra el Hibernian F. C. de Escocia, que salió quinto en una liga que coronó al Aberdeen. Los recuerdos mienten un poco muchas veces, sin embargo, aquí no hay mucho para disimular porque en el choque de ida disputado en tierras germanas, el rot-weiss cayó 4-0 y prácticamente sentenció su destino. El 1-1 en la vuelta no le alcanzó para meterse en los cuartos de final, igualmente quien te quita lo bailado y la estrellita de ser el primer equipo alemán en disputar esta histórica competición no se la saca nadie. Y sobre todo cuando esta época fue la más gloriosa de una institución que poco a poco comenzó a caer luego de estas grandes conquistas.
Los tiempos y las competiciones fueron cambiando poco a poco y al Essen le costó acomodarse. Estuvo hasta la temporada 1960/61 en la Oberliga, ese año bajo de categoría y dos años después se fundó lo que hoy conocemos como Bundesliga. En aquella primera edición del certamen los participantes fueron elegidos a dedo y los red and white se tuvieron que contentar con un lugar en segunda. De esta parte en adelante, lamentablemente, el equipo se volvió un club ascensor. Subía y bajaba constantemente hasta 1991, un año donde los problemas financieros se hicieron notar y por esa razón se les quitó la licencia para poder jugar en 2. Bundesliga. ¿En criollo? Lo desafiliaron y lo mandaron a jugar el Campeonato Amateur. ¡Y adivinen quién salió campeón de ese torneo! No erraron el Rot-Weiss Essen se quedó con la edición de ese año para así volver con un lindo envión a segunda (ojo esta victoria no era condición para regresar a su división real), donde permanecieron un año y descendieron nuevamente. De todas maneras, lo más bello de ese período lo contamos más arriba y fue el triunfazo ante el Schalke 04 por la Copa de Alemania. Un equipo «amateur» venció a uno de Bundes. Un hito que claramente no olvidarán.
Hace aproximadamente un mes, Rot-Weiss Essen venció al Bayer Leverkusen por la Copa de Alemania. Es decir, un equipo de la Cuarta División le ganó a uno de Primera y uno de los grandes animadores del certamen máximo hace varios años. Las calles de Essen fueron una fiesta y más de uno recordó lo ocurrido en la temporada 1993/1994 cuando alcanzaron la final de la mencionada copa. Una locura si consideramos que hasta hace poco el club fue desafiliado, cosa que ese año también pasó (esto sucedió cuatro veces en su historia). Y sí: llegó a la final y le quitaron la licencia. La realidad es que los rojiblancos, durante aquel periodo en Segunda, se abrieron paso a base se sacrificio y mucho esfuerzo hasta llegar a disputar el partido definitorio contra el Werder Bremen, que como adivinarán estaba en primera. Es más, el verdiblanco hizo una gran campaña esa temporada y ocupó el octavo lugar de la clasificación. El Estadio Olímpico de Berlín fue la sede elegida en esa oportunidad y allí asistieron 78 mil personas. Lamentablemente, el Essen no pudo repetir el éxito de 1953 y cayó derrotado por 3-1. Esta fue la última gran aventura hasta estos tiempos, aunque la llama de regresar a los primeros planos aún sigue viva y queda claro que la grandeza se mantiene encendida y no solo por una foto con un mandatario histórico.
¿QUERÉS RECIBIR LO NUEVO DE CR EN TU CORREO? SUSCRIBITE
- AUTOR
- Facundo Mirata
Comentarios