El Liverpool tuvo una buena temporada europea en el 2017/2018, llegó a la final de la Liga de Campeones y solo cayó ante un fortísimo Real Madrid. En el torneo local, el equipo era electrizante, pero demasiado irregular, con errores de todos los colores que lo dejaron demasiado lejos de siquiera pelear por la Liga.

La primera vuelta del Liverpool en la liga Premier fue especialmente dura, el equipo cometía graves errores defensivos y no contaba con la seguridad necesaria desde la portería. Dejó demasiados puntos puntos perdidos en la primera mitad de la temporada y, si a eso le sumamos la asombrosa temporada realizada por el Manchester City, pues quedó claro que el Liverpool solo tendría posibilidad de pelear por los diferentes trofeos de copa que juegan los equipos ingleses. En este caso, los Reds solo lograron llegar lejos en la Champions League.

A pesar de todo esto, el Liverpool hizo una incorporación clave por las navidades pasadas. El fichaje de Virgil van Dijk ha convertido desde entonces una defensa endeble en una muralla difícil de superar. Pocos jugadores defensivos han tenido tanta influencia en un equipo tan ofensivo del calibre de Liverpool como la tuvo el holandés el torneo pasado, a pesar de terminar la Premier a 25 puntos del líder. El equipo ya era otro, y su proeza en la Liga de Campeones, derrotando al Manchester City en el camino, fue en buena medida por la llegada del holandés.

Klopp renueva su equipo y el Liverpool evoluciona

Para la nueva temporada, el equipo tuvo solo una baja que se podría considerar sensible, la salida de Emre Can a la Juventus. El turco era titular en el equipo, aunque no era ni de cerca un jugador irremplazable. Quizás, el mejor «fichaje» de los Reds fue mantener en el equipo a su trío ofensivo conformado por Sadio Mane, Mohamed Salah y Roberto Firmino. Además de esto, hicieron compras para casi todas sus líneas, y compraron a un portero de primer nivel, el arquero titular del Mundial para la selección de Brasil, Alisson, jugador que le ha dado aún mayor seguridad a la zaga liderada por el ya mencionado van Dijk.

Contrataron dos centrocampistas de los que se espera mucho como Fabinho y Naby Keita. Estos no se han podido consolidar aún en la alineación titular, pero ya han marcado diferencias en partidos que se complicaban, especialmente Keita. Por último, ficharon para la zona de ataque a Xerdan Shaqiri, el ex Bayern Munich, que llevaba ya varias temporadas en la Premier League demostrando su calidad; esta temporada, el suizo está llamado a ser jugador clave para darle rotación al tridente de ataque del equipo.

La pregunta clave acá es ¿puede el Liverpool ganar la liga? Es fácil decir que sí, principalmente porque todo es posible en esta liga, sino que lo diga el Leicester City, pero qué tan reales son las probabilidades del conjunto rojo será la cuestión que es algo más complicado de contestar. El equipo dirigido por Klopp ha tenido un inicio espectacular, sólo dejando puntos en el certamen local ante el Manchester City y el Chelsea, rivales directos en la liga, ambos firmando empates. Marcha segundo en la clasificación, solo detrás de los de Josep Guardiola, que aventajan en diferencia de goles. De hecho, solo por tener más goles a favor, pues ambos equipos solo han recibido tres tantos en lo que va del torneo (nueve partidos). Para poner en contexto el número de goles recibidos, a estas alturas del torneo pasado ya habían recibido 16. Alisson y van Dijk hicieron que el equipo fuera otro.

Lo normal sería que el Liverpool tenga que seguir peleando hasta el final ante el City, equipo que dominó con puño de acero la temporada pasada en Premier y apunta ahora a continuar para marcar época. Hasta ahora, el conjunto de la ciudad de The Beatles ha rotado poco a su ofensiva, pero esto será clave especialmente dependiendo de cómo avance en los diferentes torneos en los que participa (a día de hoy ya quedó fuera de la Copa de la Liga), ya que es importante tener frescura en un torneo tan frenético como el inglés.

Para esto se hicieron los fichajes y se espera que marquen la diferencia. Shaqiri lo ha hecho bien en los partidos que ha disputado, lo que no es ninguna sorpresa dado el nivel que ha mostrado durante varias temporadas en la competencia. Además, ha sido una agradable sorpresa la influencia que ha tenido Daniel Sturridge en el equipo, a pesar de contar poco para Klopp la temporada pasada; este torneo, ha tenido más minutos y ya ha marcado algún gol importante para su equipo, siendo el tanto del empate final ante el Chelsea el mejor ejemplo de ello. Esto ha caído especialmente bien debido al nivel algo más bajo que el torneo pasado del tridente titular, por eso los pocos goles anotados. Igual, lo normal es que jugadores de esa importancia terminen encontrando su ritmo y marcando diferencias a lo largo de la temporada. Parece solo ser un comienzo algo lento para ellos.

Liverpool parece recuperar la mejor versión de Sturridge

La zona media parece estar bien cubierta con las llegadas que mencionamos anteriormente. Los titulares son jugadores de experiencia, comandados por James Milner y Jordan Henderson, quienes forman la columna del equipo. A ellos les sumamos a Adam Lallana y los recién llegados y el conjunto debería sentirse bien cubierto incluso si llegan las lesiones, que en una temporada tan larga y competitiva se convierten casi en un seguro. Pero esto nos lleva al temor en la línea defensiva, una lesión de van Dijk o (menos probable) de Alisson, podría hacer que el equipo se vuelva a sentir inseguro en su línea defensiva. Y esto, definitivamente, se trasladaría al resto del equipo. Será clave para el Liverpool mantener sanos a sus defensas y saber cuándo es el momento para que descansen y puedan evitar lesiones musculares.

El Liverpool puede ganar la Premier, puede que lo pelee hasta el final contra el City, y quizás se junten Chelsea y Tottenham a la fiesta. Será clave una serie de factores para ver cuánto pelearán: las rachas de sus jugadores, cuán lejos lleguen en las copas y la salud de sus figuras vitales. A día de hoy, su fortaleza es innegable. Su historia exige un título, la espera ha sido muy larga.