Copas selecciones
Lucien Laurent, un gol irrepetible
Lucien Laurent no es un nombre que escuchamos muy a menudo, incluso para los más futboleros no es alguien que nos lleve inmediatamente a determinar quién fue o qué hizo. En general, siendo honestos, en el mundo del fútbol no hizo demasiado. Pero en particular hizo algo que nunca nadie más podrá hacer, se dio el gran lujo de marcar el primer gol en la historia de los mundiales de fútbol. Un 13 de julio de 1930 en Montevideo, Uruguay. Ese día Lucien recibió un pase atrás y desde el borde del área grande, con su pie derecho, marcó el gol inicial con el que Francia iniciaría su victoria 4-1 ante su similar de México.
Nació el 10 de diciembre de 1907 en Saint Maur, Francia. Murió el 11 de abril del 2005 a la edad de 97 años. Lucien era uno de dos hermanos futbolistas, ambos de hecho fueron al Mundial de 1930 (aunque su hermano no tuvo la dicha de participar). Inició su aventura futbolística en el Cercle Athlétique de Paris, club en el que estuvo por nueve años. En 1930, el año del primer Mundial para ese entonces, ya jugaba con el Peugeot Sochaux, equipo subsidiado por la marca de autos con el mismo nombre. Lucien trabajaba para la fábrica de los mismos.
Para ir a la Copa del Mundo, contó con permiso en su trabajo pero sin pago alguno por esas fechas. Dado que era un jugador amateur, la Federación Francesa sólo cubrió sus gastos básicos para el torneo. Para esa época, la única forma realista de ir al Mundial en Uruguay fue mediante el barco, tres semanas tardaron los seleccionados franceses. Igualmente, no iban solos, sino acompañados de los combinados de Bélgica, Rumania y Yugoslavia.
En ese certamen jugó los dos primeros partidos, el segundo en una derrota 1-0 ante Argentina en la que sufrió una fuerte entrada que lo lesionó del tobillo. Se mantuvo en el campo de juego simple y sencillamente porque en aquel entonces aún no existían las sustituciones. Por esa misma lesión, se perdió el último partido ante Chile.
Al final de su carrera, Laurent jugó sólo 10 partidos para su país, marcando dos veces. El otro gol, claro está, no es tan recordado ni celebrado como el primero. Ocurrió en una victoria francesa 5-2 ante el combinado inglés en el año 1931. Su último partido con la selección fue una victoria 2-0 ante Hungría, el 19 de mayo de 1935.
Es difícil encontrar un registro de cuántos goles hizo o qué cantidad de partidos disputó a nivel de clubes, esto claramente por lo añeja que es su historia. Sí se sabe que jugó alrededor de 20 años en nueve equipos de la nación francesa.
Fuera del mundo del fútbol, Lucien sufrió la época de la Segunda Guerra Mundial en la que fue prisionero de guerra en Saxony, Alemania. A su regreso a casa, descubrió que todas sus pertenencias habían sido robadas por los soldados alemanes, incluida la camisa con la que disputó el Mundial de 1930. Aún así, una vez preguntado al respecto dijo algo cercano a “felizmente, todos mis recuerdos estaban ahí, colocados en una esquina de mi vieja cabeza. Nadie puede robarme eso”. Como dato curioso, Lucien Laurent participó en dos películas francesas, una en 1997 y otra en el año 2000.
Para culminar en un punto feliz, en el año 1998 y con 90 años cumplidos, Lucien era el único jugador vivo de aquel equipo que jugó el primer Mundial. Fue invitado a asistir a la final de la Copa del Mundo que vio a Francia coronarse campeón en su propia tierra. Una manera perfecta de cerrar el círculo de vida.
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- AUTOR
- Adrián Pacheco
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