#Rusia2018xCR
Luis Suárez: El pistolero
Como siempre, en estas páginas virtuales, nos intentamos escapar de la crónica redundante que delimita el espacio físico-temporal del palabreo periodístico del fútbol. Y esto es porque, Uruguay -tal y como sentenciaban las premoniciones- se aseguró un lugar en los octavos de final de «Rusia 2018», tras vencer a Arabia Saudita por uno a cero, pero nuestro eje de análisis pasará por otro lado: Luis Suárez.
Suárez es una bestia. O mejor dicho, un «pistolero», como a él le gusta y hace que lo llamen. ¿A cuántos nos gustaría que hubiese nacido de este lado del charco? Y, sin menospreciar a los nuestros, su aura y presencia hacen que posea un plus, algo que lo hace único en su materia, la ofensiva.
Él es sinónimo de gol, sí, pero al mismo tiempo personifica un montón de cosas más. Es perseverancia, cuando las cosas no salen; es empuje, cuando hay que ir a presionar y contagiar a sus compañeros -como marcó alguna vez Lionel Messi- es garra, es temperamento y también es olfato, para estar en el lugar y el momento justo de la acción como pasó esta tarde. Un córner desde la derecha, un yerro del golero Mohammed Al Owais y ¿quién estaba ahí? Sí, adivinaron.
No hace falta salir a destacar, enaltecer o describir a un futbolista que tiene colgadas en el cuello varias credenciales que rubrican su labor. El mero hecho de haberse convertido en el máximo goleador del «Mundial de Clubes», o de las eliminatorias sudamericanas, o de haberle arrebatado la «Bota de Oro» de Europa a la Pulga en 2016, hacen que su ligazón con el balón sea indisociable. De hecho, para tirar un poco más de flores, podemos resaltar que hoy coronó 100 partidos con la camiseta de su país y que se convirtió en el primero de su nacionalidad en marcar en tres Copas del Mundo consecutivas.
Así es él, siempre a la espera de servirse de algún rebote, de alguna jugada personal, o de cualquier situación minúscula del juego para poder potenciarla y mandarla a guardar. El gol es su meta, sus clubes sus maestros y el área la escuela que mejor le sienta. Es también es vocación y sacrificio para ser servil con sus colegas, tal y como sucede en su actual Barcelona donde el diez, casi siempre, termina arriba en el escalafón de conquistas. Y, en gran parte, es gracias a él, a su bondad, generación de espacios y pivotes.
El tanto de hoy simboliza el pase a la siguiente instancia. Lógico, esperamos más de quien ya tiene seis anotaciones en esta competencia, al igual que un tal Cristiano Ronaldo, nada mal, ¿eh? Si tenemos que llamarlo «el pistolero», podremos decir que es un arma que dispone de muchas balas, pero todas con blancos diversos, producto de su versatilidad y polifuncionalidad de tres cuartos en adelante.
Su estrella empezó a brillar y el interrogante es, ¿hasta dónde podrá guiar a los tres millones de charrúas?
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- AUTOR
- Julián Barral
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