Titularidad, gol y victoria para Kylian Mbappé en su debut con la camiseta del PSG. Aun así, aunque el resultado haya indicado una goleada (5-1 contra el Metz), el partido dio algunas muestras de lo que puede llegar a ser el funcionamiento del equipo, y de algunas complicaciones que quizás se le aparezcan a Unai Emery.

El entrenador español colocó, al flamante fichaje, como mediapunta. La intención era que se mueva por todo el frente de ataque, pero principalmente que se ubicara detrás de Edison Cavani. Del lado izquierdo del francés arrancaba Neymar, y del lado derecho Julian Draxler. A priori, Emery tiene dos opciones, en su once inicial, para hacerle un lugar a Mbappé. La primera, quitar a un mediocampista y diseñar un 4-2-3-1. La segunda, mantener a los tres volantes, en un 4-3-3, y que el galo juegue como extremo derecho (o incluso de nueve por Cavani).

Mirada cómplice.

En este partido, ante el Metz, por no contar con Marco Verratti, el técnico decidió sacar a un mediocampista y armar una línea de tres delante del doble cinco, conformado por Adrien Rabiot y Thiago Motta. Y aunque obviamente Emery tardará en encontrar el funcionamiento y en buscar la mejor manera de potenciar todo su talento, se notaron varias falencias. El PSG fue muy vertical, y por varios momentos las líneas quedaron separadas unas de otras. Tanto como cuando le llegaba la pelota a Neymar, a Mbappé o a Draxler, los tres iban para adelante confiando en que iban a resolver el encuentro por su capacidad individual.

Así fue, ya que el marcador reflejó la diferencia de calidad. El encuentro se convirtió en un ida y vuelta constante que, con tanta superioridad en cuanto a talento, terminó siendo una goleada. Pero quizás, contra un rival de jerarquía, sufran más complicaciones si Emery vuelve a apostar por esto. La temporada recién comienza, y este encuentro fue tan solo la primera oportunidad para lograr alguna observación. Lo cierto es que, el ex entrenador del Sevilla, tiene los jugadores para armar un conjunto aspirante a la Champions League, el gran objetivo del PSG.