América
Me dicen el Matador
Las imágenes que vemos en la pantalla son la síntesis de un partidazo que al final no lo fue: Óscar Washington Tabárez sentado sin decir nada y muy serio, jugadores de uno y otro gritándose con insultos, miles de uruguayos y chilenos desparramados por las tribunas del Maracaná, esperando que el juego se reanude y la pelota en las manos del árbitro Raphael Claus. Todo parece desembocar en un 0-0 que manda a Uruguay a cruzarse con la poderosa Colombia en los cuartos de final de la Copa América. Pero alguien se había guardado una bala.
Si el encuentro está muy trabado y la redonda pasa más tiempo cerca del cielo de Río de Janeiro que del pasto, la única solución es que alguno frote la lámpara (la frente, en este caso). Luis Suárez redondeaba una actuación lejos de su nivel y estaba demasiado alterado con las quejas hacia Claus – incluso pidió mano del arquero rival dentro del área y que expulse, según el reglamento, a Gonzalo Jara por derribar con una patada a un hincha disfrazado -. Edinson Cavani, en cambio, era el mismo de siempre: solidario en el retroceso defensivo, atento para las segundas jugadas y potente para chocar a cuanto chileno se le cruzara, sin importarle mucho la vehemencia con la que lo marcaban.
Chile había sido tácticamente un poco más que Uruguay, aunque sin generarle mayores peligros. En el complemento se emparejó el trámite y se fue dando un partido cada vez menos disfrutable. Mucha pierna en el mediocampo, infracciones reiteradas de uno y otro equipo, los arqueros un tanto aburridos en el último tramo.
Faltan nueve minutos y la Celeste necesita ganar para quedar puntera del Grupo C. De repente, se da una buena sucesión de pases cerca del área chilena: Rodrigo Bentancur toca de cachetada para Suárez, el ‘9’ abre para Jonathan Rodríguez y el recién ingresado manda un centro bajo e incómodo en busca de algún compañero. Resulta que el imán lo tenía el Matador Cavani que, sin recorrido y doblando el cuello como un contorsionista mientras salta, direcciona un cabezazo potente al primer palo y vence a Gabriel Arias. Directo a la sección de goles casi imposibles.
Uruguay aguanta el final del partido ante un Chile que se viene a los tumbos y con muchas remeras rojas merodeando el área de Fernando Muslera. No sucede mucho más en un partido que, de no ser por el golazo del delantero de PSG, hubiera sido la decepción de la fase de grupos. Claus marca el final y Cavani se convierte, merecidamente, en el hombre de la noche. Además, fue revancha ante Jara por la recordada y nefasta provocación con su dedo: esta vez, el defensor no se pegó al uruguayo como en 2015 y se quedó mirándolo en plena acción goleadora.
«Me dicen el Matador, nací en Salto y clasifiqué primera a mi selección» diría el cover de Los Fabulosos Cadillacs escrito por Edin, que volvió a mostrar esa «sangre combativa» de la que se habla en el hit radial. Por su empuje y, sobre todo, por su cabezazo, la Celeste jugará cuartos ante Perú el próximo sábado en Salvador de Bahía. Y en el mano a mano, es un plus tener un matador en tus filas…
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