Historias
Mohamed Kallon y esa espuma que desapareció de repente
Con solo 15 años, convirtió un gol que dio la victoria a su seleccionado. Por las eliminatorias de la Copa Africana de Naciones, Sierra Leona vencía al Congo gracias a la anotación de Mohamed Kallon, un joven que poco tiempo antes había debutado en la liga doméstica de su país. Jugando para el Old Edwardians, marcó y se erigió, de esa manera, en el jugador más joven del país en debutar y convertir en el certamen y en el combinado nacional. Eran tiempos de guerra civil en aquella nación del territorio africano, aunque el fútbol obró de vía de escape para el habilidoso delantero. Solo un año después de su primer partido, ya había tomado otro destino, precisamente a Líbano.
Un período de crecimiento meteórico tendría su contrapunto años después. El hombre en cuestión recorrió varias ligas y países previamente a cumplir dos décadas de vida, y su carrera se iría erosionando conforme a una trayectoria sin rumbo fijo. Líbano fue el primer paso, llegaría su escala en el ascenso de Suecia y la gran transferencia. El club sueco, Spanga IS, atravesaba conflictos económicos que lo hicieron descender a la tercera división, pero al mismo tiempo fue plataforma para Kallon. Un ojeador del Inter de Milán descubrió su potencial y decidió llevarlo a Italia.
Era 1995, pero no fue hasta principios del presente siglo que el atacante sierraleonés se haría lugar en el conjunto neroazzurro. Distintos préstamos lo alejaron del Giuseppe Meazza, primero a Suiza (Lugano FC) y luego a diferentes clubes del Calcio. Bologna, Genoa (en Serie B), Cagliari fueron los siguientes, con muy buenos números, hasta que llegó su mejor momento en la élite italiana en el Reggina. En Reggio Emilia aún lo recuerdan por su gol a la Juventus, en la presentación del equipo en la máxima categoría. Llegaría el Vicenza y una dupla intratable con Luca Toni, hasta que Héctor Cúper tomó la decisión de darle un lugar definitivo en Inter. Ya no tenía por delante a Ronaldo, Hakan Sukur o Álvaro Recoba, y dejó de ser la cuarta o quinta opción en ofensiva. Aprovechó la venta del turco, las lesiones del uruguayo y el pobre rendimiento del brasileño Adriano, para finalizar su primera temporada como segundo goleador (siete tantos en 29 partidos) del equipo, solo por detrás de Christian Vieri.
El fuego cesó en Sierra Leona en 2002, y Mohamed retornó a su tierra como un héroe. Era la ventana al mundo del país, devastado por la violencia reciente. Durante sus días allí, invirtió su dinero y compró el club Sierra Fisheries, por 30.000 dólares. Optó por rebautizarlo con su propio apellido, y la institución pasó a llamarse Kallon FC. Cuatro años luego, el equipo obtendría la liga local y sumaría muchos adeptos, pero en el medio la carrera del nuevo propietario continuaba con prisa, y sin pausa. Poco tiempo pasó entre la adquisición en su sitio de origen y una sanción de ocho meses en Italia, al dar positivo por nandrolona en un control antidóping. Intentó volver y tener la misma fuerza de antes, pero por entonces en el club comenzaba a destacar otro africano, el nigeriano Obafemi Martins.
Un inicio óptimo en Sierra Leona, su salida a Líbano y el paso por Suecia, más un sinfín de cesiones y su asentamiento en Inter, contando también la compra de un club y una sanción. Tan solo 24 años tenía Kallon, pero su vida deportiva ya contaba muchos pergaminos. No obstante, sería solo una parte de su experiencia futbolística, que comenzó a caer como esas burbujas que explotan en cuestión de segundos. Mientras tanto, continuaba siendo referente en la Selección, con la que había formado parte de la CAN 1996 en Sudáfrica y disputó numerosos procesos clasificatorios a Copas del Mundo. El éxito no fue colectivo, aunque se convirtió en el jugador con mayor cantidad de goles del combinado.
Sin el lugar que se había ganado y desperdició en Milán, tomó rumbo a Mónaco y firmó para el club del Principado. La misión, nuevamente, era difícil, reemplazar al español Fernando Morientes. El inicio de su periplo en el nuevo club no podría haber sido mejor, pero pronto la llama comenzó a apagarse. De ese modo, salió hacia Grecia, donde defendió la camiseta del AEK de Atenas; después, no consiguió permiso de trabajo para actuar en Middlesbrough o Derby County de Inglaterra, y ganó la Champions League asiática con el Al Ittihad de Arabia Saudita, jugando a fin de 2006 el primer Mundial de Clubes. Más tarde, sin un rumbo claro, Mohamed viajó nuevamente a sus lares para comenzar a jugar en su entidad. Así, se transformó en el primer hombre del fútbol que representó a un club como dueño, presidente y jugador. Sería un paso austero, para recalar en China y en la India, y volver al Kallon. La Copa de las Confederaciones, equivalente en África a la Europa League, era el gran objetivo, y pudo marcar un gol, pero cayeron eliminados posteriormente a superar la primera fase. En paralelo, en la liga finalizaron segundos, a tres unidades del Diamond Stars.
Tomó la decisión del retiro, al observar que su intención de ponerse en forma y volver al Viejo Continente era solo un espejismo. A los 34 años, dijo adiós a la práctica profesional y se dedicó de lleno a la organización del fútbol en Sierra Leona. Buscó ser presidente de la federación, aunque junto a otros cuatro candidatos se les negó la posibilidad de competir por el lugar. Kallon debía haber residido en el país durante los cinco años previos a las elecciones. La única contendiente que quedó en carrera, Isha Johansen, tomó las riendas. Casada con el cónsul general de Noruega en Freetown -capital sierraleonesa-, tuvo la oposición del ex delantero, en una lucha que empezó a generar rispideces. La primera ocasión fue en un enfrentamiento entre el Kallon y el Johansen. Sí, el equipo del ex Inter jugaba ante el que tenía como propietaria a la mandamás del fútbol nacional. Tras una gran discusión en el palco, Isha denunció a Mohamed por una presunta agresión física. La acusación no llegó a tomar color.
Sin embargo, lejos de quedarse de brazos cruzados, Kallon fue el artífice de un paro de 10 de los 14 clubes de Primera por la negativa a que aparezcan otros candidatos en el período de sufragios. Un comunicado de la FIFA obligó a retomar el juego, aunque el campeonato de 2014 no pudo finalizar por otro cese de actividades, ante la negativa de la federación de destituir al secretario general y al portavoz por falsificación de documentos. Con el objetivo de dar un cierre a la competición, desde las altas esferas tomaron la decisión de realizar una final entre los dos elencos mejor ubicados de aquellos que no se adhirieron a la huelga. Y el Diamond Stars volvió a gritar campeón.
El goleador histórico de Sierra Leona se dedicó a trabajar con los jóvenes, bajo la premisa de aglutinar el talento nacional y alejarlo de las calles. Tiempo luego, dirigió a la selección Sub 17, aunque su etapa en el cargo, como los contratos en su carrera como futbolista profesional, no fue de extensa duración. Aún así, continúa dando lugar a su fundación, que paga la escolarización a niños de zonas carenciadas, y ha dividido su dinero en presentar una marca de té, una discoteca, una farmacia y una radio que realiza una mixtura entre fútbol y música. Kallon, el hombre que escapó a la guerra y tuvo una evolución velocísima, encontró en el Kallon el lugar para devolver algo a su país. Dio su nombre al club, aunque no pudo dirigir a la federación desde dentro, y decidió volcarse hacia la representación de jugadores, un ámbito en el que sigue desarrollándose en la actualidad, mientras estudia para obtener la licencia de entrenador.
- AUTOR
- Nicolás Galliari
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