Argentina
MWU: El Diego, la Selección y Gimnasia
No se detiene la entrega de la sección Millennials Will Understand, esa que ha de repasar momentos futbolísticos claves, bisagra o de culto que marcaron los años más tempranos de la actual generación millennial, rememorando tiempos donde la banda ancha ya llegaba a casa de prácticamente todos, pero aún el asunto era primitivo como para poder gozarla a través de memes. En este caso, en homenaje al arribo de Diego Armando Maradona al club Gimnasia y Esgrima La Plata, rememoramos un equipo tan volátil como impredecible e injustamente olvidado, buscando dar con vínculos del flamante entrenador tripero con su nuevo club. Vamos a rememorar la selección local de El Diez.
A fines de 2008, el arribo de Maradona al banco de la Selección Argentina revolucionó el universo futbolístico. En primer plano, por la composición de su cuerpo técnico, que iba a ser confeccionado por integrantes del plantel campeón en México 1986, que luego devino en las ofertas para formar parte del cuerpo técnico a José Luis Brown y Sergio Batista y que finalmente decantó en Héctor Enrique y Alejandro Mancuso para acompañar al DT. Pero por otro lado, a nivel convocatoria, DAM quería establecer un proyecto que daría protagonismo al fútbol local con respecto a la Mayor. Se trataba de un combinado compuesto totalmente por jugadores del ámbito doméstico.
En simultaneo, Gimnasia y Esgrima La Plata convivía con una suerte esquiva. En el Apertura ’08 -que convivió en su conclusión con Diego ya establecido como entrenador- obtuvo un respetable 8° puesto, sumado a un 7° lugar sumamente valeroso en el Clausura del año siguiente. Pero en el Apertura 2009 se rebajó a un 18° lugar y en el Clausura 2010 fue 12° su posición, la cual dejó gusto a poco. La posibilidad de pérdida de categoría era una alarma que comenzaba a encenderse.
La selección local de Maradona se compuso de todo tipo de nombres. Desde sujetos que a posterior hicieron mayor o menor trayectoria en la celeste y blanca (Rodrigo Braña, Nicolás Otamendi, Eduardo Salvio) a nombres cuyo paso por el primer equipo hoy parece surrealista (Franco Razzotti, Juan Pablo Pereyra o Milton Caraglio). Entremedio, configuró equipos que se enfrentaron a países de rodaje menor en un contexto con más mística que confección del team que, efectivamente, disputaría el Mundial de Sudáfrica 2010. En ese circuito, sería convocado el único jugador de Gimnasia en la era de Maradona como técnico de la Selección: Fabián Rinaudo.
La fecha fue 20 de mayo de 2009. Tiempos en donde el Huracán de Ángel Cappa comenzaba a hacer gozar a propios y extraños, comenzaba a insertarse el nefasto alica alicate de Francisco De Narváez en la escena política y la gripe porcina empezaba a vislumbrarse en el horizonte de preocupaciones. En ese plató, Maradona armó su once titular para enfrentar al seleccionado de Panamá, en el estadio de Colón de Santa Fe.
Fito fue de la partida desde el pitido inicial, en un conjunto con nombres para todos los gustos: Diego Pozo; Matías Caruzzo, Alexis Ferrero, Nicolás Otamendi; Eduardo Salvio, Hernán Bernardello, Rinaudo; Matías Defederico, Daniel Montenegro; Gonzalo Bergessio y José Sand. El volante de Gimnasia estuvo en campo de juego hasta promediar los ’60, cuando fue sustituido por Franco Zuculini. Además, ingresaron Cristian Campestrini, Ignacio Canuto, Emiliano Papa, Sebastián Prediger y Esteban Bichi Fuertes. Bergessio por dos y Defederico fueron los artífices de la victoria por 3-1.
Rinaudo no llegó a Sudáfrica, pero sí mantuvo un alto nivel que le valió emigrar al fútbol europeo y contabilizar otras convocatorias al seleccionado. Con la Copa del Mundo concluida, Diego abandonó al combinado nacional y, meses más tarde, GELP contabilizó una paupérrima campaña en el Apertura 2010, finalizando anteúltimo. Repitió posición al torneo posterior, consumándose el agrio descenso a la B Nacional. Curiosamente, el técnico era Darío Ortiz, antecesor de Maradona en la actualidad.
Casi una década después, Diego y Gimnasia encuentran sus caminos en situaciones con la misma profundidad en cuanto a preocupación por nivel futbolístico, pero esta vez con equipo y entrenador del mismo lado de la historia, a punto para combatir los males juntos. Confiamos en que la redonda les dé, a ambos, el final feliz que merecen.
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- AUTOR
- Esteban Chiacchio
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