Argentina
“No parodiamos, mostramos la realidad de una forma distendida”
La formación con máscaras fue un impulso movilizador. Los jugadores de Sacachispas aún saltan al campo de juego con caretas de superheroes, y a ello se añade una manera descontracturada de mostrar el día a día del club en redes sociales. Actualmente, la empresa de cerveza Quilmes lanzó una serie de cómics en sintonía con el club de Villa Soldati, y a partir de esas entregas charlamos con Pablo Turiaci, el Community Manager de los lilas. Cómo bajar un mensaje para hacer más pacífica la forma de entender el juego, la manera de contarlo y el gran objetivo: generar más recursos y nuevos hinchas.
– ¿Cómo surgió la idea de los cómics? ¿Cuál es la idea a partir de su lanzamiento?
– Tenemos muy buena relación con la marca Quilmes desde hace tiempo. Ellos nos llevaron al Mundial y a otros eventos grandes. Esta idea nació de ellos. Nuestro equipo suele formar con máscaras, y la gente de la empresa decidió jugársela con un cómic. Nos encantó la propuesta y le dimos para adelante. Tuvo muy buena repercusión, es novedoso y bueno para el club.
– Los cómics serán dos entregas, y está la historia de los superhéroes que recuperan pelotas. ¿En qué están basados?
– Ambas entregas son publicadas en You Tube y en la cuenta de Instagram de Quilmes. Hay un grupo de superhéroes relacionados con Sacachispas, una chica que vendría a ser la mánager del equipo, y un personaje siniestro que se irá descubriendo con el tiempo y tiene como hobby robarse todas las pelotas, de todas las canchas. Los protagonistas van en busca de los balones y a pelear con este villano.
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– ¿Se trata de una continuidad de lo que el club había impulsado al salir a la cancha con máscaras y caretas? La idea de descontracturar el fútbol.
– Sí, y está buenísimo. Quilmes es una empresa muy grande, con mucha difusión. Confía en nosotros para hacer esto, y es algo que nos acerca a mucho público. A los adolescentes que les gustan los cómics, a los chicos por el lado de los superhéroes. Mejora la imagen, seguimos creciendo como club y nos abre la puerta a que gente de todos lados del país nos conozca. Además, nos permite que muchas personas sigan siendo fans nuestros por lo que hacemos en redes sociales.
– ¿Allí está el punto de inflexión, hacer más pacífica la forma de entender que se trata de un juego?
– Si ves la tabla, estamos últimos, en un momento futbolístico muy malo, pero a la vez estamos en B Metropolitana, una categoría que nunca habíamos alcanzado. Es raro, atravesamos un mal momento dentro del mejor momento de nuestra historia. Buscamos descomprimir la situación, por más que tuiteemos o no, el equipo no va cambiar. Tampoco su forma de jugar. La pelota que pega en el palo no entra o sale porque estemos contentos por las redes sociales. En el fútbol, a veces dejas todo y no se te dan las cosas, los resultados, y eso no tiene que ser una tragedia. Obviamente, a todo el mundo le duele estar último y peleando el descenso, pero hay que meterle energía y buena vibra para cambiar la situación. Desde afuera, podes contagiar a los jugadores para lo que hacen adentro de la cancha.
– En el fútbol argentino, muchas de estas cosas quedan en el tintero por el qué dirán, o cómo puede responder la hinchada.
– Encontramos una beta que nos sirve. Somos un club muy humilde, los ingresos nos cuestan. Poder descontracturarnos y que marcas grandes nos acompañen nos permite generar recursos y mejorar los elementos de los que disponemos. El fútbol es importante, pero no podemos estar todo el tiempo pensando en si la pelota entra o no entra; así te volves loco y no podes seguir creciendo.
– ¿Qué función social tiene el club?
– Tenemos las actividades de baby fútbol, a las que muchos chicos se acercan, aunque no hay mucho extrafutbolístico porque el dinero y el tiempo no alcanzan. Pero el club siempre tiene las puertas abiertas para las familias, para la gente del barrio que se crió cerca de la cancha. Entre todos los quilombos que la sociedad tiene en la semana, puede venir y disfrutar de un partido. Todo, con el objetivo de que sea en un clima de paz.
– Antes decías que aunque el club esté último, se vive el mejor momento institucional. ¿Podrías profundizar en ello?
– Claro. Imaginate que nunca habíamos estado en la B. Siempre deambulamos entre la C y la D. Lamentablemente, hoy estamos últimos a falta de un montón, pero eso no quiere decir que no estamos pasando por un gran momento. Jugamos en una categoría superior, y mientras aprendemos cómo manejarnos como dirigentes y un montón de cosas nuevas. Es un proceso, el aprendizaje de cada uno dentro de esta divisional.
– ¿Es una estrategia de marketing llevada a las redes, algo planeado con antelación, o se fue dando con el tiempo?
– Se transformó un poco en estrategia, pero no es que mentimos. No es que somos un Boca o River y nos hacemos los humildes. Es así de verdad y todo nos cuesta, en ningún momento parodiamos algo o fingimos. Lo que demostramos es nuestra realidad, que lo hacemos con sacrificio y pasión. Alguno creerá que que es algo planificado de marketing pero no, cuando publicamos algo es porque es auténtico. No es que mentimos al decir que se nos rompió un calefón y tenemos agua fría. Tenemos que salir y manguear porque no nos alcanza. Es una realidad que vivimos nosotros, y la deben vivir todos los clubes, nada más que nosotros la buscamos contar de una forma más distendida.
– ¿Cuál es el objetivo del club, a partir de este impulso en redes y en este presente futbolístico?
– Queremos que el club se siga haciendo conocido, que se acerque gente nueva a la cancha. Nos pasa que hay mucha gente que quiere comprar nuestra camiseta por cualquier lado del país, personas que se acercan a la cancha con sus familias, gente que tira buena onda por las redes. Y la idea es sembrar esa semillita para que el día de mañana haya nuevos hinchas, nuevos socios, quienes se enganchen a colaborar con el club. La ansiada solidez económica es la que te permite después ir creciendo.
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- AUTOR
- Nicolás Galliari
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