Historias
No todo es lo que parece
Cuando nombramos la palabra revolución, estamos hablando de un cambio social en la estructura del poder. Una de las definiciones que utilizaba Aristóteles para esto era un cambio de sistema o régimen. Hoy, en Cultura Redonda les traemos una historia que se basa en la revolución, la vida del AKS Zły, o como se lo conoce en muchas partes del mundo: El equipo malo.
Como toda historia, tiene un origen, y el mismo se da en el año 2015 y transcurre en Polonia, más precisamente en el barrio de Szmulki, en Warsaw, a la derecha del río Vistula, donde se encuentra la peor parte de la ciudad o la que menos fama tiene. Un barrio que tiene artistas, grafitis en murales, un tranvía y al lado de la última estación del mismo, un edificio abandonado que parece hacer de tribuna cabecera del estadio del equipo. Como si pareciera que fue todo diseñado adrede para los malos.
Pero ¿por qué este club se llama así? Nadie quisiera ser reconocido de esta manera. Bueno, ellos sí, porque su nombre hace referencia al personaje principal «Zły» de la novela de Leopold Tyrmand, un autoproclamado héroe que lucha contra los hooligans. Entonces su nombre tiene sentido, no realmente son lo que parecen. Pero no precisamente se llaman así por batallar contra barrabravas, sino porque no encajan con lo que es fútbol actual. En sus tribunas no hay agresiones, no usan bengalas ni fuegos artificiales, pero son muchísimos hinchas alentando a un equipo que pertenece a una división que no lleva público a sus estadios, con suerte van familiares a ver a sus rivales o en muchos casos, ni eso.
Pero todavía no les contamos como surgió esta loca idea. Hace ocho años en un bar de Praga, un grupo de amigos se juntó a tomar unas cervezas, y entre tantas se pusieron a analizar a los equipos punk de Inglaterra, aquellos que surgieron en modo de protestas, como cuando un magante compra un club y algunos fanáticos crean otro con un nombre similar a modo de protesta, porque los ideales y valores de ellos se perdieron en el preciso instante en donde dejaron de pagar la cuota para beneficiar al club de sus amores y ellos pasaron a empleados de un rico que se divierte administrando un equipo de fútbol, donde se perdió la pasión y ganó el negocio. En una de las conversaciones alguno pregunto: ¿Y si hacemos un equipo con nuestros ideales?
Los valor del club son la democracia, el no ir con las masas del fútbol actual, a los que solo les importa el dinero y perder es un fracaso rotundo, y la igualdad, principalmente la igualdad. Desde el inicio el club tiene un mix entre hombres y mujeres en cada una de las actividades (fútbol, básquet, y hasta frisbee), porque no solo son un equipo de fútbol, son un club y no cualquiera, uno de verdad, donde se puede ir con niños, con amigos, donde perteneces a una familia.
Más allá de que lógicamente están los creadores de esta idea, de este club, miembros fundadores e hinchas son iguales, todos tienen un voto y nadie puede tener más. Por el contrario, los patrocinadores no tienen voz ni voto. Todas las decisiones se toman por votación y las actividades del club las organizan los propios socios a través de redes sociales. Se auto convocan por redes, planifican y organizan una idea, juegos u acciones sociales y luego las desarrollan en su club.
Una parte de esta historia curiosa, es que mientras se estaba creando el equipo, se les acercaron hooligans pensando que eran un equipo malo, rudo, que iban a combatir en peleas y se les querían unir, aunque al poco tiempo se dieron cuenta que tan solo eran jóvenes, niños y mujeres, que poco tenían que ver con ellos, y se volvieron a alejar. De hecho, en las tribunas está prohibido cualquier acto que estén relacionado con un barrabrava, por ejemplo, insultar al árbitro o a los rivales, de lo más normal en cualquier cancha, menos acá.
Por todos estos motivos en el 2019 el club recibió el Premio de Oro de Fútbol de la UEFA, realmente pueden decir que son el mejor club de Europa. Como regalo además, la organización europea le dio 100 pelotas oficiales y todos fueron donado a niños refugiados como así también 30 entradas que eran para el partido de Polonia vs Macedonia, la mitad la donaron para ellos y la otra parte fue en sorteo para todos los miembros del club.
Luego de este premio los turistas empezaron a pedir conocer el club, por lo cual el estadio le quedó chico, se hizo muy concurrido, y sueñan con algún día tener su propia cancha. Actualmente el fútbol masculino se encuentra la séptima división polaca y el femenino en la quinta. Pero paso a paso, con méritos propios, no quieren la plata que no sea fruto de su propio esfuerzo y tampoco les interesa realmente, solo quieren recibir la cantidad de gente que quiere verlos y no prohibirle a nadie el ingreso al club, porque todos los que sean realmente malos, serán bienvenidos.
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- AUTOR
- Sebastián Baccarelli
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