Octubre de 2013. La República de Panamá está a punto de hacer historia y clasificarse al repechaje rumbo a Brasil 2014. El boleto estaba en la mano: bastaba un triunfo sobre Estados Unidos en casa y a los 90’ estaba 2-1 arriba… pero perdió 2-3. Pocos habrán creído que se presentaría otra chance después de ese día repleto de desazón, llanto y desilusión. Sin embargo, hoy los Canaleros no sólo reafirman aquella digna participación, sino que apuestan a transformar el sueño en realidad y presentarse al mundo en Rusia 2018.

Desilusión sin consuelo. El sueño convertido en pesadilla. 15 de octubre de 2013, Panamá 2 Estados Unidos 3.

La esperanza se vuelve a respirar en Panamá: está cuarto en el hexagonal final, en puesto de repechaje, aunque la paridad a cuatro fechas del desenlace promete dramatismo hasta el último segundo. Está a sólo un punto de Estados Unidos y a cuatro de Costa Rica; para abajo tiene a Honduras y a Trinidad y Tobago con dos y cuatro unidades menos, respectivamente. Cruda pelea donde un paso en falso puede costar el boleto a la tierra de la revolución comunista, ni más ni menos.

Panamá tiene motivos para ilusionarse. En primer lugar es una selección en evolución desde aquella dolorosa eliminación de 2013. Muchos nombres se mantienen de aquel proceso para conformar un equipo con experiencia, que se apuntala desde el banco: el DT es Hernán Darío Gómez. Bolillo en el diccionario futbolero. El entrenador colombiano es uno de los más experimentados de la CONCACAF y ya clasificó a la selección cafetera y a Ecuador para las Copas del Mundo de 1998 y 2002. Pergaminos no le faltan.

A su llegada debió lidiar con la catástrofe de 2013. Mantuvo la base de jugadores y le añadió su propio estilo. Bolillo lo definió así: “Lo que nosotros hemos intentado ha sido no ser tan frontales como en el pasado, sino recuperar rápido la pelota y tener paciencia hasta encontrar los espacios. Con esa paciencia nos hacemos más sólidos y evitamos los contragolpes”.

Idea que se ve plasmada en el terreno de juego. Panamá hace del orden su piedra fundamental, le cuesta generar desequilibrio pero pocas veces queda descompensado. Anota poco pero concede menos: en el hexagonal lleva cuatro goles a favor y otros cuatro en contra (en la fase anterior el balance fue 7/5). Por ahora, le alcanza para meterse en repechaje…

Bolillo Gómez, el creador de este equipo.

En esencia, el colombiano apuesta por un 4-4-2 tradicional con muchos experimentados en el once inicial: la mayoría vio ya 29 primaveras. Penedo, Román Torres, Gabriel Gómez, Cooper, Gabriel Torres y Blas Pérez son ejemplos. Pero sin dudas las ilusiones están depositadas en Luis Tejada, el héroe que no fue en 2013, y los goles que pueda aportar. El delantero de 35 años que ya pasó por Colombia, México y Perú (jugó ante River en la Libertadores 2015 con la camiseta de Juan Aurich) es una carta fundamental.

Luis Tejada, una de la figuritas que Panamá no puede darse el lujo de perder.

De cara a lo que viene tiene un guiño del fixture. Será local de Trinidad y Tobago y Costa Rica, a priori los rivales con los que peleará los boletos de clasificación. Por el contrario, deberá visitar suelo azteca y al Tío Sam en persona. De lo que consiga en el Estadio Olímpico Rommel Fernández Gutiérrez dependerán buena parte de sus posibilidades.

La vieja tierra de los Zares, reemplazada por palacios y el comunismo, espera en el horizonte. El tren a Rusia todavía está lejos de llenarse, y mucho menos en Centroamérica donde la pelea promete ser apasionante y agónica nuevamente. Habrá que ver si los Canaleros dejan atrás las frustraciones y se deciden a dar el último paso de una buena vez por todas.