Calcio
Paolo Maldini, elegante y legendario defensor
Paolo Maldini es uno de los defensas más conocidos en la historia del Milan. Si usted se siente identificado con el comentario, es probable entonces que seamos contemporáneos. Su equipo ha tenido muchos otros grandes defensores, tal vez alguno de ustedes no lo considera como de los más destacados en la historia, pero pues así son los gustos. De todos modos, repasemos la carrera de ese gran jugador. Nos referiremos de aquí en adelante a Paolo solo por su apellido, aunque entendemos que su padre Cesare también fue un jugador importante en la historia del club.
Nació el miércoles 26 de Junio del año 1968. Tiene dos hijos que, para continuar la tradición que inició su abuelo, juegan en las ligas menores del equipo Rossonero. La buena noticia para los que se agobian leyendo acerca de la carrera que hizo un jugador que pasó por varios equipos de su barrio para luego pasar a un equipo chico y ser descubierto por un ojeador de un equipo grande y más, es que Paolo solo vistió dos camisetas en toda su carrera. La de la selección italiana y la de su gran amor, el Milan.
A los 10 años, en 1978, inició su carrera con las ligas menores de la institución rojinegra, en las que estaría durante los siguientes siete años. A pesar de ser un juvenil, el tercer domingo del mes de enero en 1985 sustituyó al lesionado Sergio Battistini, y en esa temporada sería su única participación con el primer equipo de la escuadra milanista. Al siguiente curso, ya se asentaría en el primer equipo y de ahí en más ya nunca dejaría esa camiseta. Aquel año, además, sería llamado para la selección italiana sub-21, donde sería entrenado por su padre.
Ya en la 87/88, llegaría el primer título de liga para el entonces joven jugador, formando parte de uno de los equipos de leyenda no solo en Italia sino en el mundo. Paolo componía una defensa de reconocidos jugadores como Franco Baresi y Alessandro Costacurta, entre otros. Ese equipo era dirigido por Arrigo Sacchi, quien además contaba con tres figuras holandesas de la época: Frank Rijkaard, Ruud Gullit y Marco van Basten. Durante ese certamen, Maldini participó en 26 encuentros (dos goles), siendo una contribución menor ante la calidad de zagueros con que contaba ese conjunto.
A las siguientes dos temporadas, las 1988-89 y 1989-90, Maldini se consolidaría en la defensa titular del equipo jugando 40 y 47 (26 y 29 por liga) partidos respectivamente, en los cuales ganaría el gran honor de obtener dos títulos continentales consecutivos a nivel de clubes y terminaría segundo y tercero en la competencia doméstica. Ya completamente adueñado de un lugar en el once y con el sucesor de Sacchi, Fabio Capello, el Milan seguiría siendo una muy fuerte escuadra a nivel local e internacional. Incluso, en la 1991-92 el equipo saldría campeón y atravesaría 58 partidos invictos, lo que le valió el nombre de “Los Invencibles”. Durante esa liga, Maldini participó en 31 partidos y alcanzó cuatro goles, los mismos que en la temporada anterior. Esa cantidad de festejos es además la cifra máxima que alcanzó y solo la logró en las dos mencionadas campañas.
Su amor por el Milan en períodos difíciles de la institución le privaron quizás de obtener más trofeos pero, al menos para los románticos, tiene más valor mantenerse en el club de sus amores durante épocas deportivas menos exitosas que emigrar. De igual manera, su legado no solo es de títulos, que tiene muchos, sino también comprende su forma de jugar. Lastimosamente para Maldini, que lo ganó todo con los clubes, la selección italiana absoluta en la que jugó largos años nunca logró dar el paso definitivo en torneos importantes. Obtuvo una medalla de plata del Mundial y una en la Eurocopa.
No se debe recordar a Maldini sólo como un futbolista exitoso, sino también por su manera de jugar. Aunque su pie virtuoso fue el derecho, hizo gran parte de la carrera jugando como lateral izquierdo, a partir de la calidad técnica que poseía en ambas piernas. Su elegancia en la marca y salida de balón lo hicieron trascender más que por ser un defensor brusco. Más allá de jugar en una competición que se conoce por tener defensas agresivos y fuertes y a la gran cantidad de partidos que disputó, recibió únicamente tres tarjetas amarillas en su carrera. Para volver a destacar la cantidad de encuentros que jugó, fueron 647 en su club (es récord hasta la actualidad en Serie A) y 126 en la selección mayor italiana.
Aquí están algunos de sus números. Anotó 33 goles con su club y siete con la casaca azzurra. Ganó siete torneos de la liga italiana, cinco máximos torneos europeos (Copa de Europa y Liga de Campeones), se consagró en todo lo posible para un jugador de clubes en el Viejo Continente. Ha formado parte de múltiples “equipos de ensueño” de diferentes torneos en los que ha participado, y fue tercer lugar en la votación al Balón de Oro en dos ocasiones (1994 y 2003).
Para terminar, es preciso quedarse con una frase de uno de los mejores delanteros de la historia del fútbol que tuvo que jugar en varias oportunidades ante Maldini. En su día, el brasileño Ronaldo dijo: “Fue el mejor jugador que enfrenté durante toda mi carrera. Definitivamente se merecía ganar el premio al mejor jugador de la FIFA en muchas ocasiones.”
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- AUTOR
- Adrián Pacheco
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