Copas americanas
Paraguay, del cielo al infierno
Luego de obtener grandes resultados en la Copa del Mundo de 2010 al llegar y perder los cuartos de final contra España, Paraguay tuvo la chance, al año siguiente, de jugar la final de la Copa América 2011 ante Uruguay y, aunque también el resultado concluyó en una derrota, el seleccionado dirigido en ese entonces por Gerardo Martino ya mostraba una ausencia alarmante de juego pero, sobre todo, del tema que se va a abordar en este artículo: la falta de recambio y de jugadores jóvenes en el equipo guaraní.
Ya sin Martino, y con tres entrenadores distintos durante el periodo 2011-2014, los paraguayos vieron el Mundial por la tele después de veinte años: últimos en las Eliminatorias para la Copa del Mundo de Brasil con solamente 12 puntos conseguidos, con un total de diez partidos perdidos, tres empates y tres victorias. Fue tal el fracaso, porque en su mayoría en los partidos para intentar la clasificación, cada convocatoria repetía varios futbolistas que habían participado en la era de el Tata, y muchos de ellos ya no se encontraban ni en sus mejores años, ni mucho menos en los auges de sus carreras. Por eso, los dirigentes decidieron que el técnico argentino Ramón Díaz se hiciese cargo del equipo, con el objetivo de realizar un recambio generacional que el seleccionado paraguayo, imperiosamente, necesitaba.
Asumió en diciembre de 2014, a solo unos meses del comienzo de la Copa América 2015 en Chile y, al concluir la misma, parecía que la decisión de contratarlo había sido la correcta. Aunque en su convocatoria -al compararla con la de 2011- no realizó grandes modificaciones, el resultado fue bueno. Llegó a semifinales tras ganarle por penales a Brasil en cuartos de final, pero luego fue goleado por Argentina. Aun así, se esperaba mucho menos de Paraguay en el certamen que disputó el año pasado, por ende se preveía que el conjunto de Díaz iba a ir mejorando a medida que el tiempo y los partidos transcurrieran.
Aunque el desenlace de esta historia indique que el seleccionado guaraní con el técnico argentino a la cabeza solo haya ganado tres partidos de 22 jugados, el comienzo en las Eliminatorias para el Mundial de Rusia no había sido para nada malo. Paraguay sacó siete puntos en sus cuatro primeros encuentros, lo que llevó a lograr cierta tranquilidad al país. Las dudas empezaron a resaltar al año siguiente, ya en marzo de 2016 y a unos meses de la Copa América Centenario, cuando el equipo del ex entrenador de River se enfrentaba, en una nueva fecha de clasificación, frente a Ecuador y Brasil. Por desgracia de la fortuna o, simplemente, por falta de concentración en los minutos finales, Paraguay llegó en ambos partidos a estar por delante en el marcador hasta el final, pero los terminó igualando. Con la tricolor ganaba 2-1, y el encuentro terminó 2-2. Mismo caso con la verdeamarelha, un 2-0 concluyó en un empate 2-2.
Para la Copa América Centenario, al equipo guaraní le tocó el denominado “grupo de la muerte” junto a Colombia, Estados Unidos y Costa Rica. Además, Ramón Díaz finalmente decidió comenzar con el recambio generacional, al convocar a futbolistas como Gustavo Gómez, Miguel Almirón, ambos del Lanús campeón en Argentina, Óscar Romero, Juan Iturbe, Derlis González -una de las joyas más prometedoras del país- y Tonny Sanabria, de genial temporada con el Sporting de Gijón. Todos los nombrados comparten una vocación ofensiva excepto por Gómez, quien es central. Sin embargo, el técnico argentino decidió jugar los partidos con un planteamiento más rocoso y luchador del que se esperaba, también, en parte, debido a la ausencia por lesión de Néstor Ortigoza, uno de los jugadores más claves del equipo en la organización.
Paraguay decepcionó y quedó fuera de la Copa América Centenario en la fase de grupos, luego de dos derrotas -frente a Colombia y Estados Unidos- y un empate ante Costa Rica, por lo que Ramón Díaz presentó su renuncia después de un año y medio en el cargo. Quizás lo más rescatable en este certamen fue el segundo tiempo jugado contra el equipo cafetero, en el que lo dominó con determinación al necesitar dar vuelta el resultado, hecho que no pudo lograr la selección guaraní y terminó, finalmente, perdiendo. El recambio va de a poco y probablemente, en la zona donde más necesita de nuevas apariciones es en la defensa, aunque parcialmente el futuro de Paraguay queda a la deriva, a sabiendas de quién será su nuevo entrenador.
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