¿Qué son 36 años en la vida de alguien? En el caso de mi vida, es todo. Nací en noviembre de 1981. Siete meses después, Perú jugaría su cuarto Mundial. El tercero desde 1970. El fin de la gran generación de Teófilo Cubillas, único que jugó aquellas tres ediciones y anotó diez goles en ellos.

Pasaron 36 años. De Sudamérica, sólo Bolivia tardó más tiempo en volver a mundiales (44 años de 1994 a 1950). Colombia y Paraguay se quedaron en 28 (1990 a 1962 y 1986 a 1958, respectivamente). En esos años, el fútbol peruano involucionó. La selección fue un reflejo de ello, pese a tener grandes momentos en la Copa América y a haber estado muy cerca de clasificar a las Copas del Mundo de México 1986 y de Francia 1998. Apenas llegó a una final de Libertadores en 1997 con Sporting Cristal.

En Perú el futbol se vive con mucha pasión y también el Mundial, a pesar de que la selección no lo jugó durante mucho tiempo. Se arman revistas especializadas, seguimientos por TV, todo. Cuando estuve allí en 2015 y me reuní con algunos amigos especialistas en fútbol, como los que hacen De Chalaca, no pensaban que iban a llegar a Rusia 2018, a pesar de contar con Paolo Guerrero y con dos terceros lugares en las Copas América 2011 y 2015. Básicamente, porque pensaban que podían rendir bien en un torneo corto, pero que sostener un rendimiento a largo plazo era lo que siempre les costaba.

Gareca contagió a un pueblo

Sin embargo, partieron de un proceso bien articulado con Ricardo Gareca en el banco. El plan era apuntar a 2022, sobre todo cuando los primeros resultados en eliminatorias no se dieron. Pese a algunas voces agoreras que querían dar por finalizado el proceso antes de tiempo, primó la cordura.

Otro mojón clave para entender este cambio de mentalidad en la dirigencia peruana pasó por la contratación de Daniel Ahmed como jefe de la unidad de menores de la selección a comienzos de 2016 . En armar algo de largo plazo, contrario a lo que siempre había ocurrido en el fútbol peruano. Ahmed va a dirigir también la selección Sub 20 en 2019.

Lo que no se esperaban era volver tan rápido a los mundiales, dentro de una eliminatoria sudamericana muy irregular, con tres puntos ganados gracias a la mala inclusión del boliviano Nelson Cabrera y un equipo que se encontró a sí mismo después de la Copa América Centenario 2016. Hilvanaron triunfos en Paraguay y Ecuador, de local contra Uruguay, y además empataron en la Bombonera cuando Argentina necesitaba los puntos. En este buen análisis se puede ver la evolución en el proceso Gareca, incluso cuando la clasificación era lejana. Un conjunto rápido que mostró ser más que Guerrero + 10, con un buen arquero, una defensa sólida y un equipo que sabe a lo que juega. Perú llega sin conocer la derrota, sumando amistosos, desde noviembre de 2016. 15 partidos invicto. La mayor racha en la historia de la selección.

Guerrero no fue sancionado finalmente y estará en Rusia

Los peruanos esperan poder mantener la racha y su histórica buena performance en mundiales, donde lograron dejar un gran recuerdo al avanzar de ronda en México 1970, y también en la primera fase de Argentina 1978. En España 1982, si bien quedó fuera, pudo empatar contra la selección local. Y con un dato de color para aquellos que se enfrenten a Perú. En los mundiales que jugó La Blanquirroja, se enfrentó siempre con el campeón. Con Uruguay en 1930 perdiendo 1-0, en cuartos de final con Brasil en 1970, con Argentina el día del infame 0-6 en 1978 y con Italia en 1982 en el empate a un gol. ¿Se repetirá este mundial?