Copas europeas
Pochettino, insatisfecho por naturaleza
Mauricio Pochettino cultiva su bajo perfil. Ha ido escalando posiciones, hizo mejores a sus equipos y cambió el fútbol inglés, pero no se preocupa en demasía por el qué dirán. Le interesa más el reconocimiento de sus pares. Meticuloso, detallista y obsesivo por agregar continuamente elementos a su forma de entender el juego, sabe que el exitismo es una corriente que no deja a nadie impoluto, pero aún así intenta luchar contra él. “Ser buen entrenador tiene que ver con el legado que dejas, lo que ayudas a los jugadores a ser mejores futbolistas”, dijo alguna vez, en entrevista con la revista española Panenka. Inconformista, el santafesino conoce el medio, aunque no se deja llevar por cuestiones externas.
Construyó un Tottenham Hotspur competitivo hasta las últimas consecuencias, que es capaz de asomar la cabeza incluso cuando es sobrepasado tácticamente, como sucedió en el estadio Etihad. Su equipo siempre da la sensación de estar presente, aún cuando ningún indicio parece asegurarlo. Sus futbolistas están frecuentemente al acecho. Por eso hoy, tras años de acercarse a los puestos de vanguardia de la Premier League, con un presupuesto menor al de los gigantes, ha logrado situarse entre los cuatro mejores equipos del continente. Luego de 57 años, los Spurs regresaron a semifinales de la Copa de Europa. En estos años, y en la experiencia previa en Southampton, Poch se ganó el respeto de propios y extraños, y alejó esa primera percepción de desconfianza que había cuando firmó, dado que nunca había trabajado en Inglaterra.
Es el primero en llegar a Enfield, la ciudad deportiva en Londres, también el último en irse. Osvaldo Ardiles, ex futbolista y entrenador del club, es una fuente de consulta permanente. Las lecciones y la conducción de Marcelo Bielsa, en aquel glorioso Newell’s de inicios de los noventa, moldearon su forma de entender el juego, pero el oriundo de Murphy reconoce ser más pragmático. Su equipo se asocia con fluidez y velocidad, realiza una presión voraz, y con espacios se torna incontrolable, pero no duda en cambiar las formas en determinado momento si el contexto lo reclama. Allí se diferencia de un hombre que admira, y que marcó su profundo inconformismo en torno al juego.
Vive con pasión, es un aprendiz continuo, y se aleja de la zona de confort a cada paso que da. Intenta encontrar soluciones semana tras semana, se renueva en la victoria y casi nada lo satisface. Perfeccionista, está siempre tratando de descubrir, como también expresó en la entrevista citada. Así como la excelsa gesta del Leicester City le quitó una posibilidad de título que parecía muy cercana, el Tottenham hoy es un equipo de autor. No realizó incorporaciones en el último mercado, mantuvo una base que se conoce y que cada día es un poco mejor, y supo competir aún cuando la idea del estadio nuevo rondó cada día por la actualidad del club y lo sacó de White Hart Lane. Incluso, tuvo a su jugador insignia, Harry Kane, fuera de las canchas por gran tiempo, debido a lesiones, y ha sabido suplirlo.
Gareth Southgate, el entrenador de la selección inglesa, semifinalista del último Mundial, reconoció la labor del técnico argentino, que hizo mejores a varios futbolistas de la presente generación. Ese aspecto proviene de sus funciones en Southampton, y se elevó en Tottenham. “Si le brindas respeto y trabajas duro, te dará todo el tiempo del mundo”, dijo alguna vez Kane. Otros, como Kieran Trippier, Dele Alli, Danny Rose, entre muchos, han visto mejoradas sus cualidades tras ser dirigidos por Pochettino. Y en la flexibilidad táctica que muestra el conjunto, capaz de situarse en campo rival con balón dominado como también ser directo en contraataques explosivos, crecieron jóvenes como Harry Winks, y jugadores de otras nacionalidades como Son Heung-min, Hugo Lloris o Toby Alderweireld.
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El partido de vuelta de cuartos de final de Champions League marcó la superioridad del Manchester City de Josep Guardiola, pero quizá allí se encuentra la gran virtud de estos días de la escuadra londinense. Aún en ese contexto, de verse superado en una cita grande, emergió y dijo presente. Así también se construyen los grandes equipos. El argentino, elemental para dar en estos años un mayor caudal asociativo al juego del seleccionado británico, fue construyendo progresivamente a este Tottenham. La empresa siguiente es la de mayor valía, ante un Ajax que rememora sus extraordinarias noches del Siglo XX, pero allí está el Tottenham. Dispuesto a volver a competir.
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- AUTOR
- Nicolás Galliari
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